Por qué los médicos no deberían recomendar la autoexploración mamaria

Breast exam

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María José.

Diversas organizaciones sanitarias ofrecen recomendaciones contradictorias sobre las mamografías, que van desde aconsejar que se realicen anualmente a partir de los 40 años hasta la eliminación total de las mamografías rutinarias. ¿En quién podemos confiar?

Diversas organizaciones sanitarias ofrecen recomendaciones contradictorias sobre las mamografías, que van desde aconsejar que se realicen anualmente a partir de los 40 años hasta la eliminación total de las mamografías rutinarias. Es difícil saber en quién confiar debido a los diversos conflictos de intereses. Un buen punto de partida es el Preventive Services Task Force (USPSTF), el grupo de trabajo de servicios preventivos estadounidense. Sus recomendaciones de 2009 “desataron” la controversia al recomendar retrasar el inicio de las mamografías rutinarias de los 40 a los 50 años y hacerlas cada dos años en lugar de anualmente. Esto provocó “una rápida y apasionada condena por parte del público, de los medios de comunicación y también de los fervientes partidarios del cribado dentro de la propia comunidad médica”.

Como comento en mi video Flashback Friday: ¿Deberían las mujeres empezar a hacerse mamografías a los 40?, aunque la mayoría de la gente ni siquiera habían oído hablar del USPSTF, está “considerado como el principal grupo independiente de expertos del sector privado [no gubernmental] en cáncer de mama y atención primaria” y sus “recomendaciones basadas en evidencias” se consideran el “estándar de oro para la atención preventiva”. Tiene fama de ceñirse más a la ciencia. Por ejemplo, el USPSTF emitió una recomendación en contra de enseñar a las mujeres a hacerse autoexploraciones de mama. ¿Por qué? Porque no parece que funcionen. Se puso a prueba cuando se seleccionó al azar a cientos de miles de mujeres para realizar o no autoexploraciones. Los investigadores no encontraron ningún beneficio en la realización de estos exámenes; es más, solo encontraron perjuicios, incluyendo el efecto de que el doble de mujeres tuvieron que hacerse biopsias. No se demostró que las autoexploraciones disminuyeran el riesgo de contraer cáncer de mama o de morir de esta enfermedad o se detectaran tumores en estadios más tempranos.

Para que quede claro, el USPSTF no se pronunció en contra de la autoexploración mamaria, solo en contra de enseñarles a las mujeres a hacerlo. La razón estriba en que recordarles a las mujeres que se realicen autoexploraciones solo parece causar daños, sin ningún beneficio. Si descubres una anomalía, díselo a tu médico. Pero decirles a las mujeres que se hagan la autoexploración parece hacer más daño que bien. Y, sin embargo, la mayoría de los médicos siguen enseñándoles a las mujeres a realizarse autoexploraciones. 

Si se ha demostrado que los autoexámenes no ayudan y, de hecho, perjudican, ¿por qué los médicos siguen pidiéndolos? Porque es justo lo que hemos estado diciéndoles a las mujeres desde siempre. La inercia médica puede triunfar sobre la salud de las mujeres, incluso sin una industria multimillonaria que presione para que la práctica continúe e incluso sin que las grandes empresas inclinen la balanza.

Consideremos las mamografías. Gastamos miles de millones de dólares cada año por mantener el statu quo. Quizá los “8000 millones de dólares que suponen cada año las mamografías de cribado podrían gastarse mejor en otra cosa”, aunque “el gasto de una persona es el ingreso de otra”. Estos miles de millones de dólares adicionales del statu quo pueden “explicar mejor la resistencia organizada a la aplicación de las recomendaciones razonables del USPSTF”. Los radiólogos de mama, por ejemplo, denunciaron al panel de expertos, “dando a entender que los miembros del panel eran culpables de ser insensibles y despreciar la vida y el bienestar de las mujeres”, mientras que el American College of Radiology recibe millones de dólares en donaciones de los fabricantes de máquinas para hacer mamografías.

En el caso de la autoexploración, cuando se puso a prueba la ciencia fue clara. Es evidente que los daños superan a los beneficios cuando aparentemente no hay beneficios. Lo mismo parece suceder con empezar a hacer mamografías a los 40 años. Se puso a prueba para abordar específicamente “la eficacia en toda la población del cribado con mamografía a partir de los 40 años”. Al principio parecía que el cribado a partir de los 40 años podría ser útil, pero finalmente no se demostró ningún beneficio en cuanto a la reducción del riesgo de morir por cáncer de mama. En lugar de eso, los investigadores solo encontraron daños, incluidos el sobrediagnóstico y toda la quimioterapia, la radiación y la cirugía que resultaron de la detección de lo que parecía cáncer, pero que podría no haber causado problemas si no se hubiera detectado. Sin embargo, cuando el USPSTF trató de explicar esto una vez más en sus recomendaciones de 2016, la controversia se reavivó con anuncios a página completa sacados en los principales periódicos. En el punto temporal 4:08 de mi video, muestro uno de estos anuncios, en el que se preguntaba: “¿A cuál de nuestras madres, esposas, hijas y hermanas estaría bien perder?”.Unas declaraciones como esta “tergiversan” la ciencia y “faltan al respeto a nuestras madres, esposas, hijas y hermanas”, en lugar de salvar sus vidas. Es hora de “apagar las llamas y despejar el humo para que podamos ver claramente lo que muestran las pruebas…”. 

¡Las pruebas! ¡Enséñame las pruebas! Fue la reacción del Congreso. Entonces metieron un texto en la ley sanitaria Affordable Care Act “para interpretar cualquier referencia a las recomendaciones ‘actuales’ del USPSTF sobre el cribado del cáncer de mama como aquellas que emitieron ‘antes del 2009’, es decir, las del 2002”, que habían recomendado mamografías anuales a partir de los 40 años. “En resumen, el Congreso está exigiendo a las aseguradoras que ignoren las evaluaciones científicas modernas y, en su lugar, utilicen orientaciones de hace 14 años”, según un artículo publicado en el prestigioso Journal of the American Medical Association. “Aunque muchos defensores de la salud de las mujeres aplaudieron el mandato del Congreso, en realidad socava los derechos de las mujeres a tomar decisiones informadas basadas en las mejores pruebas científicas”.

Esto ya ocurrió una vez, hace 20 años, cuando un panel de consenso del National Cancer Institute llegó a una conclusión similar y el Senado votó por unanimidad “no hacerles caso”. La mayor causa de muerte en mujeres es la enfermedad cardíaca. ¿Por qué no concentrar nuestros miles de millones en intervenciones más eficaces? Dado que los fondos para sanidad son limitados, quizá podríamos hacer más por la salud de las mujeres. 

Pero podría haber sido peor. El proyecto de ley original “habría rechazado la financiación de cualquier recomendación futura del USPSTF sobre mamografías”. Y punto. “Algunos miembros del Congreso han ido más allá, al proponer alterar la composición del Grupo de Trabajo para incluir a ‘partes interesadas de la comunidad de fabricantes de productos médicos'” para que puedan influir de forma más directa en la política.

¿No fue una locura lo de la autoexploración? Resultados contradictorios como esos deberían servir como un advertencia para que pusiésemos todo a prueba, que sería lo ideal.

Esa es una de las razones por las que decidí abordar este tema. Hay mucha confusión, combinada con los intereses comerciales corruptos de una industria multimillonaria. Como ocurre con cualquier decisión importante sobre la salud, todo el mundo debería estar plenamente informado sobre los riesgos y beneficios, y decidir por uno mismo sobre su propio cuerpo. Esta es la tercera parte de una serie de 14. Si te has perdido las dos primeras, consulta Nueve de cada diez mujeres están mal informadas sobre las mamografías y El porqué de las recomendaciones conflictivas sobre las mamografías.

¿Qué hemos aprendido?

  • Las recomendaciones sobre las mamografías varían desde el cribado anual a partir de los 40 años hasta evitarlas por completo, y los conflictos de intereses enturbian las aguas.
  • El Preventive Services Task Force (USPSTF), el grupo de trabajo de servicios preventivos estadounidense, considerado el principal panel independiente de expertos en prevención del cáncer de mama y atención primaria, recomienda las mamografías rutinarias a partir de los 50 años, no de los 40, y solo cada dos años en lugar de anualmente.
  • Cuando los investigadores comprobaron que la realización de autoexploraciones no disminuía el riesgo de padecer cáncer de mama o de morir por esta causa o detectaba tumores en estadios más tempranos, el USPSTF recomendó no enseñar a las mujeres a hacerse autoexploraciones de mama, pero la mayoría de los médicos siguen haciéndolo, probablemente por inercia médica. 
  • Las “recomendaciones basadas en la evidencia” del USPSTF se consideran el “estándar de oro para la atención preventiva”, pero sus directrices han sido muy criticadas por el statu quo médico. De hecho, la reacción contra el USPSTF ha sido generalizada y condenatoria, incluso por parte de algunos miembros del Congreso.
  • Cada año se gastan miles de millones en mamografías de cribado y el American College of Radiology recibe millones en donaciones de los fabricantes de mamógrafos, por lo que no es de extrañar que los radiólogos de mama, por ejemplo, hayan denunciado al panel de expertos.
  • Cuando se pusieron a prueba las mamografías a partir de los 40 años, los investigadores descubrieron que no solo no mostraban ningún beneficio en cuanto a la reducción del riesgo de morir de cáncer de mama, sino que en realidad eran dañinas; presentaban perjuicios como el sobrediagnóstico y la quimioterapia, la radiación y la cirugía resultantes de la detección de lo que parecía cáncer, pero que podría no haber causado problemas si no se hubiera detectado. 

Otros videos sobre las mamografías y el cáncer de mama:

Pude tratar el tema de las colonoscopias en un solo videos, así que no te lo pierdas: ¿Deberíamos hacernos colonoscopias a partir de los 50?.

Y, sobre las pruebas médicas, tampoco te pierdas ¿Vale la pena someterse a chequeos médicos anuales?¿Vale la pena someterse a un examen físico anual?.

Un saludo,

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