¿La soja es mala, neutral o buena para los fibromas?

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Image Credit: Pixabay. This image has been modified.

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María José.

Cuando hablamos de fibromas uterinos, ¿la soja es perjudicial, inofensiva o útil?

Aproximadamente una de cada cuatro mujeres acabará padeciendo de fibromas, que suelen manifestarse en forma de menstruaciones excesivamente abundantes, dolor o presión. ¿Por qué puedes sentir presión? Porque, como se puede ver en el punto temporal 0:17 de mi video ¿Deberían de evitar el consumo de soja las mujeres con fibromas?, es posible que estés llevando unos 12 kilos de tumores en el útero. Los fibromas son la causa más común por la que las mujeres se someten a histerectomías, la extirpación completa del útero, que es una cirugía mayor “asociada con discapacidad y muerte”. Sin embargo, todas las cirugías suponen un riesgo y las probabilidades de morir en el plazo de un mes después de la histerectomía pueden ser de solo 1 entre 1200, lo que la convierte en una de las cirugías más seguras. Como se puede ver en el punto 0:40 de mi video, la extirpación del útero es más segura que la de la vesícula biliar, por ejemplo. Pero, por supuesto, con una histerectomía pierdes la capacidad de tener hijos y, en total, cuestan miles de millones de dólares al año. Aun así, a pesar de la elevada prevalencia de los fibromas, un dolor y un sufrimiento significativos y el enorme impacto económico, se entiende relativamente poco sobre la causa y el proceso que lleva a los tumores de fibroma.

En cuanto a la disminución del riesgo de tener fibromas, probablemente sea una buena idea evitar explosiones de bombas atómicas siempre que se pueda, pero ¿qué pasa con los factores de riesgo que se pueden modificar con facilidad? El consumo de alcohol, sobre todo de cerveza, se asocia con un riesgo mayor. Siempre que se habla de la cerveza, se puede pensar en los efectos hormonales específicos de esta bebida, en especial el poderoso fitoestrógeno que se encuentra en el lúpulo, un ingrediente esencial de la cerveza. Si ese fitoestrógeno aumenta el riesgo de fibromas, ¿qué pasa con los fitoestrógenos de la soja? 

El estudio Black Women’s Health Study sobre la salud de las mujeres negras investigó esta cuestión. Los fibromas son de dos a tres veces más frecuentes entre las mujeres de raza negra, por lo que se pensó que el consumo de lácteos podría estar contribuyendo a la disparidad, dado que las mujeres negras presentan índices más elevados de intolerancia a la lactosa. De hecho, se asoció el consumo de lácteos con un menor riesgo, quizá, pensaron los investigadores, por su contenido en calcio o vitamina D. ¿Era posible que las mujeres estuvieran bebiendo leche de soja en lugar de la de vaca y que eso estuviera aumentando el riesgo de que apareciesen fibromas? No. Se descubrió que el consumo de soja no estaba relacionado. El mismo hallazgo se registró en un grupo donde predominaban las mujeres blancas, aunque los investigadores observaron una asociación protectora con la cantidad de lignanos que circulaban por sus cuerpos Los lignanos son otro tipo de fitoestrógenos que se encuentran sobre todo en las semillas de lino, pero también en el resto del reino vegetal. No obstante, a los investigadores les resultó difícil hacer cualquier tipo de generalización sobre los fitoestrógenos de la soja, ya que el consumo de soja por parte de los sujetos era bastante bajo en general. Esta investigación se llevó a cabo en el estado de Washington. 

Sin embargo, Japón tiene el mayor consumo de soja per cápita del mundo, lo que podría permitir una mayor dispersión de las ingestas. Los investigadores habían “descubierto con anterioridad que la ingesta de soja estaba inversamente asociada con el riesgo de tener que someterse a una histerectomía”, lo que significa que las mujeres que consumían más soja se sometían a esta cirugía con menos frecuencia. Esto “potencialmente sugiere un efecto protector de la soja contra los fibromas uterinos”, la principal razón por la que las mujeres se someten a la extirpación del útero. Esto concuerda con los estudios in vitro que descubrieron que el principal fitoestrógeno de la soja parecía inhibir la proliferación del tejido fibroide en una placa de Petri. Sin embargo, cuando los investigadores de Japón analizaron específicamente esa conexión, encontraron que no había ninguna prueba de que la soja tuviese relación alguna, ni de protección ni de otro tipo. Lo mismo se registró en un estudio de China. Como se puede ver en el punto 3:18 de mi video, la ingesta de frutas y verduras se asoció con un riesgo significativamente menor de fibromas, pero el consumo de alimentos de soja no.

No obstante, un segundo estudio realizado en China y publicado ese mismo año, sí encontró una asociación significativa entre el consumo de leche de soja y los fibromas, lo que concuerda con tres alarmantes informes de casos de mujeres con fibromas sintomáticos que informaron de un “consumo inusualmente elevado de leche de soja”, de “consumir con regularidad cantidades excesivas de soja” o de tener “un consumo extremadamente algo de soja” a diario durante décadas. Es difícil tomar en serio estos casos cuando en ninguna parte se especifica la cantidad que consumían. La única mención cuantitativa fue de 40 gramos de isoflavonas, aproximadamente el equivalente a más de 1800 litros de leche de soja cada día, lo cual sería excesivo, pero también imposible.

La única forma de saberlo con seguridad es ponerlo a prueba, y no solo en un estudio poblacional o en informes anecdóticos, sino asignando aleatoriamente a las mujeres fitoestrógenos en la cantidad que se encuentra en tres a cinco tazas de leche de soja al día durante dos años. Cuando los investigadores hicieron esto, no encontraron ningún efecto significativo en la frecuencia o el crecimiento de los fibromas.

¿Qué hemos aprendido?

  • Aproximadamente el 25 % de las mujeres acabará padeciendo fibromas, que suelen manifestarse en forma de menstruaciones excesivamente abundantes, dolor o presión, y son la razón más común para someterse a una histerectomía.
  • El consumo de alcohol, sobre todo de cerveza, se asocia con un riesgo mayor de desarrollar fibromas.
  • Los fibromas son de dos a tres veces más frecuentes entre las mujeres de raza negra, que presentan índices de intolerancia a la lactosa más elevados.
  • Japón presenta el consumo de soja per cápita más elevado. Los investigadores habían pensado que la soja podría tener un efecto protector potencial contra los fibromas uterinos, pero no encontraron ninguna prueba de que la soja tuviese relación alguna, ni de protección ni de otro tipo.
  • El consumo de frutas y verduras se asoció con un riesgo significativamente menor, pero no así el consumo de alimentos de soja.
  • Los investigadores asignaron aleatoriamente a mujeres fitoestrógenos de soja en la cantidad que se encuentra en tres a cinco tazas de leche de soja al día durante dos años y no encontraron ningún efecto significativo en la frecuencia o el crecimiento de los fibromas.

Tras recibir numerosas preguntas sobre este tema, creé una serie de videos sobre los fibromas:

¿Qué hay de los efectos de la soja en el cáncer de mama y la menopausia?

Un saludo,

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