¿Deberíamos seguir una alimentación macrobiótica?

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Carmen Otero.

¿Qué sucede cuando sometes a los diabéticos a una dieta basada en gran parte en cereales integrales, verduras y frijoles?

La Asociación Médica Estadounidense ha descrito las dietas macrobióticas como “uno de los regímenes dietéticos más peligrosos, que plantea no sólo graves riesgos para la salud del individuo sino incluso para la vida misma” Las dietas macrobióticas “son básicamente vegetarianas que hacen especial hincapié en la inclusión de cereales integrales”. ¿Qué hay de malo? Bueno, también solían decirle a la gente que “hay que evitar los líquidos en la medida de lo posible” (lo cual no es bueno) y la fruta, hasta tal punto que se han dado casos hoy en día de escorbuto.

Afortunadamente, tal y como analizo en mi video Flashback Friday: Ventajas y desventajas de la dieta macrobiótica, “la dieta macrobiótica ha evolucionado en los últimos 30 años”. Como puedes ver a continuación, en el minuto 0:46 de mi video, la versión más contemporánea hace énfasis en los cereales integrales, las verduras y los frijoles, y minimiza la mayoría de las carnes, los huevos y los productos lácteos. No es de mi agrado que se restrinja las frutas y no me gusta la sal añadida, pero en comparación con la dieta estadounidense estándar, tiene mucho a su favor, tal y como puedes ver a continuación en el minuto 1:04 de mi video: tiene solo un cuarto de ingesta de grasas saturadas, menos de la mitad de ingesta de azúcar y una ingesta considerable de fibra, dos veces y media el promedio nacional. Sin embargo, incluye más sodio. También tiene una puntuación negativa en el índice inflamatorio nutricional, a diferencia de la típica dieta estadounidense pro inflamatoria. Algunos de los alimentos más antiinflamatorios son las hierbas y las especias, por lo que en lugar de añadir sal marina y salsa de soja, se podría mejorar la dieta macrobiótica que ya es antiinflamatoria de por sí con el uso de condimentos naturales.

¿Se ha puesto a prueba alguna vez la dieta macrobiótica? Sí, para la diabetes. Aumentar el consumo de agua se relaciona con un menor riesgo de diabetes tipo 2, sin embargo, la dieta macrobiótica restringe el agua potable. Aunque parte de los beneficios puede deberse a que las personas que siguen esta dieta beben menos refrescos, ¿qué pasa con la restricción en el consumo de frutas? Esto probablemente tampoco sea beneficioso ya que “una mayor ingesta de frutas o verduras de hoja verde se relaciona con un riesgo significativamente menor de diabetes tipo 2”. Pero aquello de lo que la dieta macrobiótica realmente puede presumir es de las verduras de hoja verde: este tipo de régimen incluye muchas verduras. Un estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo de la col rizada muestra que suprime el aumento de azúcar en sangre tras las comidas. Como puedes ver en el gráfico y en el minuto 2:19 de mi video, una comida como arroz blanco, pollo y huevos produce un gran aumento en el nivel de azúcar en la sangre, aunque es significativamente menor cuando simplemente se añade una cucharada de polvo de col rizada a la comida, a diferencia del placebo en polvo.

Las dietas macrobióticas también incluyen cereales integrales, que pueden mejorar significativamente la sensibilidad a la insulina en comparación con los cereales refinados, seguramente por todas las cosas maravillosas que la fibra hace para ayudar a que prosperen nuestras bacterias intestinales buenas, reduciendo potencialmente la inflamación y disminuyendo el riesgo de diabetes tal y como aparece en el minuto 2:43 de mi video. Por supuesto, no lo sabes hasta que lo pones a prueba.

Después de tan solo tres semanas siguiendo una dieta estrictamente basada en plantas compuesta principalmente de granos enteros, vegetales y frijoles, los participantes lograron una reducción del 10% en la presión arterial, una reducción del 35% del colesterol malo LDL y una reducción del 38 % en ayunas de azúcares en sangre ¿Fueron estos cambios estadísticamente significativos? Sí, los cambios fueron significativos de todas las formas posibles.

Del mismo modo, se han realizado estudios de intervención a corto plazo de personas con diabetes en estas denominadas dietas macrobióticas Ma-Pi 2 en cuatro continentes. “Ma-Pi”, que lleva el nombre de la persona que ideó la dieta, Mario Pianesi, es una dieta estrictamente basada en plantas, en su mayoría vegetales y cereales integrales, con frijoles, algunas semillas y té verde descafeinado como bebida recurrente. Tal y como se puede ver a continuación, en el minuto 3:54 de mi video, los participantes en uno de estos estudios obtuvieron una reducción de casi el 40% en los niveles de azúcar en sangre en ayunas y una reducción de casi el 27% en colesterol LDL en tan sólo 21 días. Los sujetos del estudio perdieron peso, pocos kg cada semana, pero los resultados superaron las expectativas de una simple pérdida de peso. Es más, ¡esa bajada del 40% de azúcar en sangre se produjo tras reducir la insulina a la mitad! Quizás es que las cifras subestiman enormemente los efectos que se produjeron. Mejores resultados con menos medicamentos: ese es el poder de las plantas. Todo lo que necesitamos ahora es un ensayo clínico aleatorizado y controlado para realmente sellar el trato, del cual hablo en mi próximo video, Flashback Friday: Los beneficios de la dieta macrobiótica para la diabetes.

Estos pros y contras me recuerdan a un video que hice en Flashback Friday: Mejorar la dieta mediterránea y ¿Viven más los flexitarianos?.

Tengo docenas de videos sobre la prevención y el tratamiento de la diabetes mediante la dieta. Cómo no morir de diabetes es un buen punto de partida.

Key Takeaways

  • La Asociación Médica Estadounidense ha descrito las dietas macrobióticas como “una de las más peligrosas” y suele aconsejar que “se deben evitar los líquidos tanto como sea posible”.

  • La versión más contemporánea de las dietas macrobióticas hace hincapié en los cereales enteros, los frijoles y las verduras, al tiempo que minimiza la carne, los huevos y los lácteos. Sin embargo, restringe la fruta y permite agregar sal. Sin embargo tiene una puntuación negativa en el índice inflamatorio dietético, a diferencia de la dieta estadounidense estándar pro inflamatoria.

  • Cuando se pone a prueba para la diabetes, la dieta macrobiótica realmente destaca por su inclusión de vegetales de hoja verde, que se relacionan con un bajo riesgo de padecer diabetes tipo 2. Un mayor consumo de agua y fruta también se relaciona con un menor riesgo, pero la dieta macrobiótica restringe ambos.

  • Tras 3 semanas con una dieta estrictamente basada en plantas, los participantes del estudio lograron mejoras estadísticas significativas en su presión arterial, colesterol malo LDL y azúcar en sangre en ayunas.

  • Los diabéticos se sometieron a la llamada dieta macrobiótica Ma-Pi 2 (llamada así por Mario Pianesi que fue quien la desarrolló). Es una dieta estrictamente basada en plantas y té verde descafeinado como bebida recurrente y obtuvieron una reducción de casi el 27 % del colesterol LDL y una bajada de casi el 40% de azúcar en sangre en ayunas en sólo 21 días, la cual se produjo tras reducir a la mitad la insulina.


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