Cómo regenerar la coenzima Q10 (CoQ10) de manera natural

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Después de comer verduras de hoja verde, la clorofila en nuestro torrente sanguíneo puede reaccionar con las longitudes de ondas de luz solar que penetran a través de nuestra piel para reactivar la Coenzima Q10 (ubiquinol).

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

La clorofila es el pigmento que le da el color verde a las hojas. Si buscas artículos sobre la clorofila en la literatura médica, es común encontrar estudios sobre la fluorescencia fecal, un método para detectar contaminación en cadáveres de animales en los mataderos por medio de sus heces, para reducir el riesgo de intoxicación alimenticia causada por patógenos en las heces. La carne de animal se contamina con materia fecal “durante la entrada del cuchillo a través de la piel y hacia el interior del cadáver. También ocurre cuando se pela la piel y salpica al aire”. Si el animal ha sido alimentado con pasto, se puede detectar con una luz negra debido a la presencia de clorofila. Esto es porque la clorofila se ilumina de color rojo bajo luz UV, así que si tienes una luz negra en un matadero de pollos, puedes detectar la contaminación por excrementos en la carne de los animales. El problema es que los criaderos no ya no dejan a los pollos salir al exterior. En sus jaulas, no pueden picotear pasto y por eso hay menos fluorescencia fecal. Una solución sería dejarlos andar libres, pero la industria se ahorra más dinero simplemente agregando un suplemento de clorofila a su comida para “identificar mejor la contaminación” causada por el derrame intestinal en la carne.

La razón por la que estaba buscando información sobre la clorofila era hacer un seguimiento de los datos de un video (no disponible en español) en el que hablo de la capacidad de la clorofila para bloquear agentes carcinógenos. Se hicieron algunos estudios in vitro sobre la posibilidad de que la clorofila tuviera efectos antiinflamatorios. Después de todo, las verduras de hojas verdes se han utilizado durante mucho tiempo para tratar la inflamación. Por eso se dedicidó poner a prueba las propiedades antiinflamatorias de la clorofila y los productos de degradación de esta después de la digestión. Resultaron ser unos agentes antiinflamatorios muy valiosos y abundantemente disponibles. Tal vez esta es una de las razones por las que las verduras crucíferas, como el repollo y la berza, se asocian a una disminución en los marcadores de la inflamación.

Por ejemplo, si colocas una capa de células de la pared interna arterial en una placa de Petri, más células inflamatorias inmunes se pegaran a ellas después de estimularlas con una sustancia tóxica. Podemos disminuir la inflamación con aspirina, un fármaco antiinflamatorio, o incluso aún más con unas gotas de clorofila. Tal vez ésta es una de las razones por las que quienes comen col rizada tienden a vivir más.

Aunque ese estudio me sorprendió, hay uno que me dejó de piedra.  La luz solar es la fuente de energía más abundante en este planeta. Sin embargo, solo las plantas son realmente capaces de utilizar la luz solar directamente; o por lo menos eso es lo que pensábamos. Después de comer plantas, los animales también tienen clorofila, así que quizá podamos lograr lo mismo. Primero que todo, la luz no puede atravesar nuestra piel, ¿verdad? Pues no, y esto fue demostrado científicamente hace unos cien años. Lo puede comprobar cualquier niño que haya prendido una linterna para ver la luz a través de sus dedos; las longitudes de onda rojas penetran la piel. De hecho, en un día soleado, hay suficiente luz atravesando tu cerebro como para leer un libro. Entonces cuando nuestros órganos se ven bañados en luz solar, la clorofila absorbida por el cuerpo por comer vegetales de hoja verde puede producir energía celular; pero, para producir una cantidad de energía relevante, tendríamos que comer tantas verduras de hoja verde que nos volveríamos verdes nosotros mismos.

Sin embargo, la clorofila de nuestro cuerpo activada por la luz podría ayudar a regenerar la Coenzima Q10. La CoQ10 es un antioxidante que nuestro cuerpo genera de cero, utilizando la misma enzima que produce colesterol; la misma enzima que bloquean los medicamentos contra el colesterol alto. Si la producción de CoQ10 es afectada por estos medicamentos, esto podría explicar por qué tienden a aumentar el riesgo de diabetes, ya que también están reduciendo los niveles de CoQ10. Tal vez por eso mismo las estatinas pueden conducir al deterioro muscular. ¿Deberían tomar suplementos de CoQ10 quienes tomen estatinas? No, deberían mejorar su alimentación lo suficiente como para dejar de tomar esos medicamentos que alteran su bioquímica. Una alimentación rica en clorofila y a base de plantas puede ayudar a mantener buenos niveles de CoQ10 activa, también conocida como ubiquinol. “Sin embargo, cuando el ubiquinol es usado como antioxidante, se oxidado y se convierte en ubiquinona. Para que el ubiquinol pueda actuar como un antioxidante eficaz, el cuerpo debe regenerar el ubiquinol a partir de la ubiquinona”, preferiblemente utilizando metabolitos de la clorofila obtenidos de los alimentos y la luz solar.

Un grupo de investigadores expuso algunos metabolitos de la ubiquinona y la clorofila a la clase de luz que entra en nuestro torrente sanguíneo y ¡poof! La CoQ10 se regeneró. En ausencia de clorofila y luz, no sucede nada. Si nos exponemos a un poco de luz solar y comemos nuestras verduras diariamente, tendremos luz y clorofila, y así podremos mantener niveles altos de CoQ10 en nuestro torrente sanguíneo. Quizá sea una de las razones por las que las verduras de hoja verde son tan buenas para nuestra salud. Ya sabemos que el sol puede ser bueno para nosotros y sabemos que las verduras de hoja verde también son buenas para nosotros. “Solemos atribuir los beneficios a la vitamina D de la exposición a la luz solar y los antioxidantes de las verduras de hoja verde”. ¿Es posible que esta explicación esté incompleta?

La transcripción del audio original ha sido contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido en español ha sido realizada por Katherine Silva y Leslie Salas. Revisado por Ángela Graña Varela. 

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Créditos de las imágenes: Josch13 via Pixabay y Marie Franzen via Wikimedia Commons.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

La clorofila es el pigmento que le da el color verde a las hojas. Si buscas artículos sobre la clorofila en la literatura médica, es común encontrar estudios sobre la fluorescencia fecal, un método para detectar contaminación en cadáveres de animales en los mataderos por medio de sus heces, para reducir el riesgo de intoxicación alimenticia causada por patógenos en las heces. La carne de animal se contamina con materia fecal “durante la entrada del cuchillo a través de la piel y hacia el interior del cadáver. También ocurre cuando se pela la piel y salpica al aire”. Si el animal ha sido alimentado con pasto, se puede detectar con una luz negra debido a la presencia de clorofila. Esto es porque la clorofila se ilumina de color rojo bajo luz UV, así que si tienes una luz negra en un matadero de pollos, puedes detectar la contaminación por excrementos en la carne de los animales. El problema es que los criaderos no ya no dejan a los pollos salir al exterior. En sus jaulas, no pueden picotear pasto y por eso hay menos fluorescencia fecal. Una solución sería dejarlos andar libres, pero la industria se ahorra más dinero simplemente agregando un suplemento de clorofila a su comida para “identificar mejor la contaminación” causada por el derrame intestinal en la carne.

La razón por la que estaba buscando información sobre la clorofila era hacer un seguimiento de los datos de un video (no disponible en español) en el que hablo de la capacidad de la clorofila para bloquear agentes carcinógenos. Se hicieron algunos estudios in vitro sobre la posibilidad de que la clorofila tuviera efectos antiinflamatorios. Después de todo, las verduras de hojas verdes se han utilizado durante mucho tiempo para tratar la inflamación. Por eso se dedicidó poner a prueba las propiedades antiinflamatorias de la clorofila y los productos de degradación de esta después de la digestión. Resultaron ser unos agentes antiinflamatorios muy valiosos y abundantemente disponibles. Tal vez esta es una de las razones por las que las verduras crucíferas, como el repollo y la berza, se asocian a una disminución en los marcadores de la inflamación.

Por ejemplo, si colocas una capa de células de la pared interna arterial en una placa de Petri, más células inflamatorias inmunes se pegaran a ellas después de estimularlas con una sustancia tóxica. Podemos disminuir la inflamación con aspirina, un fármaco antiinflamatorio, o incluso aún más con unas gotas de clorofila. Tal vez ésta es una de las razones por las que quienes comen col rizada tienden a vivir más.

Aunque ese estudio me sorprendió, hay uno que me dejó de piedra.  La luz solar es la fuente de energía más abundante en este planeta. Sin embargo, solo las plantas son realmente capaces de utilizar la luz solar directamente; o por lo menos eso es lo que pensábamos. Después de comer plantas, los animales también tienen clorofila, así que quizá podamos lograr lo mismo. Primero que todo, la luz no puede atravesar nuestra piel, ¿verdad? Pues no, y esto fue demostrado científicamente hace unos cien años. Lo puede comprobar cualquier niño que haya prendido una linterna para ver la luz a través de sus dedos; las longitudes de onda rojas penetran la piel. De hecho, en un día soleado, hay suficiente luz atravesando tu cerebro como para leer un libro. Entonces cuando nuestros órganos se ven bañados en luz solar, la clorofila absorbida por el cuerpo por comer vegetales de hoja verde puede producir energía celular; pero, para producir una cantidad de energía relevante, tendríamos que comer tantas verduras de hoja verde que nos volveríamos verdes nosotros mismos.

Sin embargo, la clorofila de nuestro cuerpo activada por la luz podría ayudar a regenerar la Coenzima Q10. La CoQ10 es un antioxidante que nuestro cuerpo genera de cero, utilizando la misma enzima que produce colesterol; la misma enzima que bloquean los medicamentos contra el colesterol alto. Si la producción de CoQ10 es afectada por estos medicamentos, esto podría explicar por qué tienden a aumentar el riesgo de diabetes, ya que también están reduciendo los niveles de CoQ10. Tal vez por eso mismo las estatinas pueden conducir al deterioro muscular. ¿Deberían tomar suplementos de CoQ10 quienes tomen estatinas? No, deberían mejorar su alimentación lo suficiente como para dejar de tomar esos medicamentos que alteran su bioquímica. Una alimentación rica en clorofila y a base de plantas puede ayudar a mantener buenos niveles de CoQ10 activa, también conocida como ubiquinol. “Sin embargo, cuando el ubiquinol es usado como antioxidante, se oxidado y se convierte en ubiquinona. Para que el ubiquinol pueda actuar como un antioxidante eficaz, el cuerpo debe regenerar el ubiquinol a partir de la ubiquinona”, preferiblemente utilizando metabolitos de la clorofila obtenidos de los alimentos y la luz solar.

Un grupo de investigadores expuso algunos metabolitos de la ubiquinona y la clorofila a la clase de luz que entra en nuestro torrente sanguíneo y ¡poof! La CoQ10 se regeneró. En ausencia de clorofila y luz, no sucede nada. Si nos exponemos a un poco de luz solar y comemos nuestras verduras diariamente, tendremos luz y clorofila, y así podremos mantener niveles altos de CoQ10 en nuestro torrente sanguíneo. Quizá sea una de las razones por las que las verduras de hoja verde son tan buenas para nuestra salud. Ya sabemos que el sol puede ser bueno para nosotros y sabemos que las verduras de hoja verde también son buenas para nosotros. “Solemos atribuir los beneficios a la vitamina D de la exposición a la luz solar y los antioxidantes de las verduras de hoja verde”. ¿Es posible que esta explicación esté incompleta?

La transcripción del audio original ha sido contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido en español ha sido realizada por Katherine Silva y Leslie Salas. Revisado por Ángela Graña Varela. 

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Créditos de las imágenes: Josch13 via Pixabay y Marie Franzen via Wikimedia Commons.

Nota del Doctor

Este video lo tiene todo: un mecanismo increíble, una forma de aplicarlo en la vida real, y excrementos. ¿Qué más puedes pedir?

Si quieres saber más sobre los problemas de los medicamentos para el colesterol, puedes ver El beneficio real de la alimentación en comparación con los fármacos.

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