La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.
¿Cuáles son los riesgos y beneficios de beber kombucha?
Uno de los primeros vídeos que hice fue ¿Es buena la kombucha para ti?. Incluso apareció en una entrada del blog titulada NutritionFacts.org: el primer mes, en la que me sorprendió ver que había alcanzado a casi 100 000 personas. Puedes verlo más abajo y también en el minuto 0:20 de mi video Los efectos secundarios del kombucha. Me honra decir que hoy en día llegamos a unas 100000 personas al día.
En ese primer vídeo sobre kombucha, hablé de un estudio publicado en el Journal of Intensive Care Medicine sobre “un caso de toxicidad por kombucha” en el que un joven acabó en coma por acidosis. Los autores concluían: “Aunque el té kombucha se considera un elixir saludable, la evidencia disponible a la fecha genera una preocupación considerable, ya que podría representar un riesgo grave para la salud. Su consumo debería desalentarse porque podría estar asociado con acidosis láctica potencialmente mortal”. Y este era solo uno de varios casos reportados de “disfunción hepática grave e incluso mortal y acidosis láctica poco después de consumirla”.
Hubo dos casos más en Iowa de acidosis metabólica grave, uno de los cuales terminó en muerte. También se documentó un caso en el que se desencadenó una enfermedad autoinmunitaria muscular que requirió cirugía de emergencia y que “es posible que estuviera relacionada con el consumo de kombucha”. Otro paciente presentó dificultad para respirar, temblores y trastornos del movimiento “después de consumir kombucha y sin tomar ningún otro medicamento”. Una mujer de mediana edad reportó sequedad bucal, mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y dolor de cuello y afirmó que sus síntomas reaparecieron al volver a consumirla. También se registró otro caso de acidosis láctica metabólica grave y un caso de toxicidad hepática que se resolvió al dejar de beber kombucha.
¿Por qué se dan estos casos esporádicos? Tal vez fuera por el desarrollo de toxinas inusuales en algún lote específico. Al fin y al cabo, es un producto fermentado, así que existe la posibilidad de contaminación por algún microorganismo dañino. Hubo un caso en el que la gente se untaba kombucha en la piel porque se decía que tenía “poderes mágicos de curación” y lo que tenía, en realidad, era ántrax. Así que, aunque estos casos eran esporádicos, hace 10 años concluí que deberíamos limitarnos a consumir alimentos que no hayan dejado a personas en coma. Pero ¿y si los beneficios superan los riesgos? Quizá la kombucha sí valga la pena. Al fin y al cabo, se dice que “cura el cáncer”, “elimina las arrugas” e incluso “devuelve a su color original el pelo canoso”, tal y como lo promocionan terapeutas alternativos y naturópatas en todo Estados Unidos.
“Hoy en día, la kombucha es, según a quién le preguntes, ‘la mejor bebida para mantener la salud óptima’ o bien ‘un té medicinal peligroso’. Se ha llegado a describir como un remedio milagroso universal… una pócima que mejora la concentración y la atención, que ayuda a adelgazar, purificar, regenerar y alargar la vida”. Entonces, ¿qué es? ¿Poción o veneno?
En las décadas de 1920, 1930 y 1940, varios médicos reconocidos realizaron estudios que al parecer confirmaban diversos efectos beneficiosos, como se puede ver en el minuto 2:55 de mi video.
Se citaba a Dufresne y Farnworth, y al revisar su artículo, vi que hacían referencia a Allen 1998. Al buscar esa fuente, descubrí que era un sitio web aleatorio sobre kombucha (como muestro en el minuto 3:10 en mi video) que dejó de existir en 2001, y “gran parte de la información” publicada allí provenía de comentarios de los usuarios.
En 2003 se publicó una revisión sistemática de la evidencia clínica disponible. ¿El resultado principal? “La falta de datos sobre su eficacia… No se encontraron estudios clínicos que avalaran los beneficios de este remedio”. Solo existen relatos anecdóticos y estudios de casos. “Según estos datos, se concluyó que los beneficios de la kombucha, en su mayoría no demostrados, no superan los riesgos documentados. Por lo tanto, no se puede recomendar para uso terapéutico”. Eso fue en 2003. Pero, ¿qué dice una revisión sistemática más reciente, publicada en 2019, sobre la evidencia empírica de sus beneficios para la salud humana?
“La literatura sobre la kombucha en sujetos no humanos afirma numerosos beneficios para la salud”, siendo “no humanos” ratones y ratas. Lo que se necesita son ensayos clínicos en humanos, y todavía no existe ni un solo estudio controlado. (Aunque encontré uno no controlado que afirmaba mostrar una reducción significativa en los niveles de glucosa en sangre en ayunas y después de comer en personas con diabetes tipo 2, como se muestra en el minuto 4:19 del video.)
“Aun así”, pese a la falta de estudios controlados, “los productos de kombucha ocupan un espacio importante en los estantes de las tiendas, y existe una creencia generalizada de que promueven la salud”. Así que nos quedamos con un contraste extremo entre la ciencia y la creencia: “no hay ninguna evidencia clínica convincente. Las afirmaciones sobre sus beneficios para la salud son tan amplias como inverosímiles y el riesgo potencial de daño es considerable. En casos tan extremos, los profesionales sanitarios deberían desaconsejar el uso (y la compra) de remedios que solo parecen beneficiar a quienes los venden”.
Nota del médico:
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