La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María José.
Un ensayo aleatorizado investiga la dieta y el bienestar psicológico.
“El concepto de la salud psicológica comprende, en términos generales, dos componentes clave: salud mental (es decir, la presencia o ausencia de trastornos de salud mental como la depresión) y bienestar psicológico (es decir, un estado psicológico positivo, que es más que la ausencia de un trastorno de salud mental”, y ese es el enfoque de un “campo emergente de la psicología positiva [que] se centra en los hechos positivos de la vida, incluyendo la felicidad, la satisfacción con la vida, las fortalezas personales y la prosperidad”. Esto puede traducirse en “beneficios [físicos] como un mayor bienestar, incluyendo mejoras en la presión arterial, la competencia inmunológica, la longevidad, el éxito profesional y la satisfacción con las relaciones personales”.
¿Cuál es la contribución al bienestar del consumo de alimentos, que es, literalmente, el título del artículo “The Contribution of Food Consumption to Well-Being”, en la publicación sobre nutrición y metabolismo Annals of Nutrition & Metabolism? Los estudios han “vincula[do] el consumo de frutas y verduras con un mayor bienestar”. Una revisión sistemática de la investigación halló pruebas de que la ingesta de frutas y verduras “estaba asociada con un mayor bienestar psicológico”. ¿Solo estaba asociada?
Existe “una crítica famosa en este ámbito de investigación, a saber, que la personalidad profunda o la educación familiar podría llevar a las personas a comer de forma saludable y, al mismo tiempo, a tener un mayor bienestar mental, de modo que la dieta solo estaría correlacionada con el nivel de bienestar, pero daría la impresión errónea de contribuir a causarlo”. Sin embargo, investigaciones recientes eludieron este problema al examinar si “los cambios en la dieta están correlacionados con cambios en el bienestar mental”, en efecto, estudiando la evolución del bienestar y la felicidad después de un aumento en el consumo de frutas y verduras, tal y como dice el título del artículo “Evolution of Well-Being and Happiness After Increases in Consumption of Fruit and Vegetables”. Como se puede ver a continuación y en el punto temporal 01:37 de mi video Se pone a prueba a las frutas y verduras para mejorar el estado de ánimo, a medida que las personas comenzaron a comer más frutas y verduras, se produjo un aumento lineal con el tiempo en su nivel de satisfacción con la vida.
“El aumento del consumo de frutas y verduras predecía un aumento de la felicidad, la satisfacción con la vida y el bienestar. Estas personas alcanzaron hasta 0,24 puntos de satisfacción con la vida (por un aumento de 8 porciones al día), lo equivalente a la ganancia psicológica de pasar de estar desempleado a tener un empleo”. (Mi recomendación en la Docena Diaria es de al menos nueve porciones de frutas y verduras al día).
Ese estudio se realizó en Australia. Se repitió en el Reino Unido, y los investigadores obtuvieron los mismos resultados, aunque a los británicos les puede hacer falta aumentar su consumo mínimo de frutas y verduras a unas 10 u 11 porciones al día.
Como preguntaron los investigadores en el título de su artículo “Does eating fruit and vegetables also reduce the longitudinal risk of depression and anxiety?”, comer frutas y verduras ¿también reduce el riesgo longitudinal de depresión y ansiedad? Mejorar el bienestar está bien, pero “los gobiernos y las autoridades médicas a menudo están interesados en los determinantes de las condiciones para los principales trastornos mentales, como la depresión y los niveles elevados de ansiedad, y no solo del nivel de bienestar más habitual de los ciudadanos”, por ejemplo, no solo de la satisfacción con la vida. Y, de hecho, utilizando el mismo conjunto de datos, pero buscando enfermedades mentales, los investigadores descubrieron que “comer frutas y verduras también puede ayudar a proteger contra el riesgo de depresión clínica y ansiedad en el futuro”.
Una revisión sistemática y un metaanálisis de docenas de estudios encontraron “una asociación lineal inversa entre el consumo de frutas o verduras y el riesgo de depresión, de tal manera que cada aumento de 100 g[ramos] de la ingesta de fruta se asociaba con una reducción del 3 % del riesgo de depresión”, alrededor de media manzana. Sin embargo, “[m]enos del 10 % de la mayoría de las poblaciones occidentales consumen niveles adecuados de frutas enteras y fibra dietética, con una ingesta típica de aproximadamente la mitad de los niveles recomendados”. Tal vez el problema es que solo estamos informando a la gente sobre los beneficios a largo plazo del consumo de frutas para la prevención de enfermedades crónicas, en lugar de las mejoras casi inmediatas en el bienestar. Tal vez deberíamos estar anunciando “lo que ganamos en ‘felicidad’”. Tal vez, pero primero necesitamos asegurarnos de que eso sea real.
Hemos estado hablando de asociaciones. Sí, “una dieta saludable puede reducir el riesgo de depresión o ansiedad en el futuro, pero recibir un diagnóstico de depresión o ansiedad hoy también podría conducir a un menor consumo de frutas y verduras en el futuro”. Ahora bien, en estos estudios, podemos demostrar que el aumento en el consumo de frutas y verduras llegó primero, y no al revés, pero, como señaló el gran filósofo de la Ilustración David Hume, el hecho de que el gallo cante antes del amanecer no significa que sea él quien haga salir el Sol.
Para demostrar una relación de causa y efecto, necesitamos ponerlo a prueba con un estudio intervencionista. Por desgracia, hasta la fecha, muchos estudios han comparado la fruta con el chocolate y las patatas fritas, por ejemplo. De hecho, los participantes de un estudio aleatorizado a los que se les asignó el consumo de fruta mostraron mejoras significativas en la ansiedad, depresión, fatiga y angustia emocional; esto es increíble, pero se comparó con el consumo de chocolate y patatas fritas, como se puede ver a continuación y en el punto 04:26 de mi video. Que comer manzanas, clementinas y plátanos hace que la gente se sienta mejor que comer un surtido de patatas fritas y unas barritas de chocolate con trocitos no es precisamente una revelación.
Este es el tipo de estudio que estaba esperando: un ensayo controlado aleatorizado en el que se distribuyó aleatoriamente a adultos jóvenes entre tres grupos: un grupo con una dieta habitual, otro al que se animó a comer más frutas y verduras, y un tercer grupo que recibió dos porciones de frutas y verduras al día para comer, además de su dieta regular. Los que pertenecían al tercer grupo, los que recibieron frutas y verduras, “mostraron mejoras en su bienestar psicológico con aumento de la vitalidad, la prosperidad y la motivación” en tan solo dos semanas. Sin embargo, simplemente educar a las personas para que coman fruta y verdura puede no ser suficiente para cosechar todos los beneficios, por lo que tal vez sea necesario hacer más hincapié en proporcionarles productos frescos, como ofrecer frutas gratis cuando hacen la compra. ¡Eso sin duda me haría feliz a mí!