¿Los médicos saben de nutrición?

¿Sabes más de nutrición básica que la mayoría de los médicos?

“Hoy en día, una mala alimentación supera al tabaquismo como la principal causa de muerte tanto a nivel mundial como en Estados Unidos, según los datos más recientes”. La principal causa de muerte de los estadounidenses es la dieta estadounidense, como se muestra a continuación y en el segundo 0:23 en el video ¿Cuánto saben realmente los médicos sobre nutrición?.

Si la dieta es la principal causa de muerte, entonces, obviamente, la nutrición debería ser la materia más importante en las facultades de medicina, ¿verdad? Lamentablemente, no es así. “Los estudiantes de medicina de todo el mundo están mal entrenados en nutrición”. Y no es porque no les interese: de hecho, el interés es “uniformemente alto”, pero las escuelas no enseñan suficiente nutrición. “Sin una buena base de nutrición clínica, los médicos de todo el mundo no están preparados para tener siquiera una conversación informada sobre alimentación con sus pacientes”.

¿Qué tan grave es la situación? Un estudio sobre el conocimiento en nutrición clínica de los médicos encontró que la mayoría se equivocó en el 70 % de las preguntas… ¡y eran de tipo test! Deberían haber acertado al menos un 20 % al azar. Las preguntas mal contestadas no eran simplemente las más complejas. por ejemplo, menos de la mitad sabía cuántas calorías aportan las grasas, los carbohidratos y las proteínas; solo 1 de cada 10 conocía la ingesta recomendada de proteína; y apenas 1 de cada 3 sabía cuál era un índice de masa corporal (IMC) saludable. Estamos hablando de cosas muy básicas.

Peor aún, no se trata solo de que la mayoría reprobase, sino que el 30 % de quienes reprobaron tenía una percepción alta sobre su conocimiento en nutrición clínica. Es decir, no solo no sabían de nutrición, sino que ni siquiera sabían que no sabían de nutrición. Teniendo en cuenta que los médicos son una “fuente de confianza e influencia” en temas de salud, esto es especialmente preocupante. “De los consumidores que reciben información de su profesional de la salud, un 78 % indican haber realizado un cambio en sus hábitos alimenticios como resultado de esas conversaciones”. Así que, si ese médico obtuvo todo su conocimiento en nutrición de un artículo de alguna revista que ojeó en la cola del supermercado, eses son los consejos que estarían siguiendo sus pacientes.

De los médicos encuestados, “solo el 25 % identificó correctamente la cantidad recomendada de raciones diarias de frutas y verduras de la American Heart Association, y todavía menos (un 20 %) conocía el límite diario recomendado de azúcares añadidos para adultos”. ¿Cómo van a poder aconsejar a sus pacientes? Y, no te lo pierdas, el 93 % de los médicos que pensaban tener mucho conocimiento nutricional no pudo responder esas dos preguntas básicas, como se ve a continuación y en el minuto 2:39 del video.

“Los médicos sin experiencia genuina en, digamos, neurocirugía, difícilmente van a difundir opiniones detalladas sobre ese tema ni a ser solicitados por los medios como ‘expertos’. En la mayoría de las áreas médicas se respeta esa distinción, y se busca la opinión de verdaderos especialistas. No ocurre lo mismo con la nutrición, ya que se sabe que los médicos están poco entrenados en esta área pero se les invita de forma rutinaria para dar opiniones expertas sobre el tema. Demasiados están dispuestos a darlas sin tener ninguna base real…”. Peor aún, muchas veces esas opiniones “se basan en sesgos personales o preferencias individuales, y en ocasiones están directamente ligadas a intereses económicos (como la venta de libros de dieta), lo que añade un desafío ético adicional”. Una de las razones por las que todas las ganancias de mis libros se donan directamente a la caridad es porque no quiero ninguna apariencia de un conflicto de interés.

“En una cultura que rutinariamente no distingue entre la pericia y la mera opinión o anécdota personal, los médicos deberíamos hacer todo lo posible para establecer barreras claras de entrada a la opinión experta en este tema [dieta y nutrición], como en cualquier otro de importancia médica genuina”. No estamos hablando de chismes de celebridades. Estamos hablando de vidas humanas. “Existen industrias enteras dedicadas al marketing que conspiran directamente contra el consejo médico bien informado en este ámbito”.

Por eso, “la educación médica debe actualizarse”. Que los médicos estén mal preparados en el área que más influye en la tasa de muerte prematura es un anacronismo absurdo. La misión de la medicina es proteger, defender y mejorar la condición humana. Esa misión no puede cumplirse si se descuida la alimentación”.

¿Un posible punto de partida? “Los médicos y las organizaciones de salud pueden, como colectivo, empezar a mostrar que se toman en serio la nutrición en la atención médica practicando lo que (en teoría) predican. ¿Es apropiado servir pizza y refrescos en una conferencia de residentes mientras se lamenta la alta prevalencia de obesidad y se anima a los pacientes a comer más sano? Lo mismo ocurre en congresos médicos nacionales, donde a veces se ofrecen donas y salchichas en las sesiones matutinas”.

Key Takeaways

  • Hoy en día, una mala alimentación es la principal causa de muerte en todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, y, sin embargo, la educación médica sigue descuidando gravemente la nutrición, a pesar del gran interés que muestran los estudiantes por aprender sobre este esta.

  • La mayoría de los médicos carece incluso de conocimientos básicos de nutrición y no logran responder preguntas sencillas sobre calorías, necesidades de proteína o un IMC saludable, y muchos ni siquiera son conscientes de su propia ignorancia.

  • Es frecuente que los médicos ofrezcan consejos de nutrición sin tener una formación formal en el tema, a veces influenciados por sesgos personales o incluso por motivos de lucro, lo que puede confundir a los pacientes que confían en su orientación.

  • Se necesita con urgencia una reforma en la educación médica y en la cultura profesional para alinear la práctica médica con el papel central de la alimentación en la salud, e incluir el modelar hábitos saludables dentro de los propios entornos médicos.

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