GLP-1

GLP-1 y Medicamentos que Imitan el GLP-1 para la Pérdida de Peso

Los medios de comunicación han brindado una atención enorme, casi sin precedentes, a una nueva clase de agonistas del GLP-1, incluidos la semaglutida, vendida como Ozempic para la diabetes o Wegovy para la pérdida de peso, y la tirzepatida, comercializada como Mounjaro y Zepbound. Estos imitadores del GLP-1 han sido llamados “la sensación médica de la década”, y la prensa económica prácticamente ha proclamado “el fin de la obesidad”. ¿Qué son estos supuestos remedios mágicos? ¿Realmente son píldoras milagrosas?

Primero, ¿Qué es el GLP-1?

El péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) es una hormona natural en nuestro cuerpo que ayuda a regular la digestión y el azúcar en sangre. También suprime nuestro apetito al dirigirse a las partes del cerebro responsables de los antojos y el hambre.

La principal acción del GLP-1 es señalar la saciedad al cerebro, pero también ralentiza la digestión. Cuando el ritmo al que los alimentos salen de nuestro estómago se retrasa, no solo nos sentimos llenos durante más tiempo, sino que nuestro control del azúcar en sangre también mejora. De hecho, cuando el GLP-1 o un agonista se administra directamente en nuestras venas, el apetito disminuye y se consume significativamente menos comida, con una reducción en la ingesta calórica de entre un 25% y 50%.

¿Qué Estimula la Secreción del GLP-1?

El tracto gastrointestinal libera GLP-1 junto con otras 20 hormonas peptídicas. Las comidas ricas en carbohidratos y grasas son el principal estímulo para la secreción de GLP-1, pero las comidas a base de plantas pueden más que duplicar la liberación de GLP-1 en comparación con una comida de carne.

Estimulación Natural del GLP-1

Cuando comemos un cupcake, nuestro cuerpo absorbe rápidamente el azúcar, el almidón y la grasa, pero las células que producen la hormona supresora del apetito se concentran más abajo en nuestro tracto digestivo. Por lo tanto, la mayor parte del GLP-1 se produce al final del proceso digestivo, pero la mayoría de las calorías que consumimos se absorben antes de llegar tan lejos, lo que significa que nunca estimulan la secreción del GLP-1. Esta es la razón por la que podríamos no sentirnos saciados.

Se cree que nuestros ancestros prehistóricos consumían alrededor de 100 gramos de fibra al día, más de seis veces la cantidad que la mayoría de nosotros consume ahora. Durante nuestra evolución, comíamos grandes cantidades de alimentos vegetales integrales, que son las únicas fuentes ricas en fibra. Esto permitía que nuestros mecanismos naturales de saciedad, incluida la liberación del GLP-1, evitaran que comiéramos en exceso, lo que explica por qué una dieta basada en alimentos integrales y de origen vegetal ha demostrado ser más efectiva para la pérdida de peso que cualquier otra dieta que no implique control de porciones.

¿Qué Hay Sobre los Medicamentos que Imitan el GLP-1?

¿No es más fácil tomar una píldora o recibir una inyección que comer muchas plantas? No podemos tomar GLP-1 directamente porque nuestro cuerpo descompone esta hormona tan rápidamente que apenas circula una vez en el sistema. Sin embargo, se descubrió un compuesto en la saliva venenosa del monstruo de Gila que imita el GLP-1, pero es resistente a la descomposición. A partir de este descubrimiento, se creó el primer agonista del GLP-1, que imita la acción de la hormona al unirse a los receptores de GLP-1, y fue aprobado para tratar la diabetes hace aproximadamente dos décadas.

¿Cómo Funcionan los Medicamentos para la Pérdida de Peso Basados en GLP-1?

Los agonistas del GLP-1 funcionan de manera similar a las píldoras anticonceptivas. La píldora anticonceptiva imita las hormonas placentarias y engaña al cuerpo para que piense que está embarazado. Los medicamentos como Ozempic imitan el GLP-1 y engañan al cuerpo para que piense que estamos comiendo todo el tiempo. Así es como reducen nuestro impulso de hambre.

¿Son Efectivos los Medicamentos Basados en GLP-1?

En el ensayo más largo realizado hasta la fecha, más de 17,000 personas fueron asignadas aleatoriamente a inyecciones de semaglutida en dosis altas o a un placebo durante cuatro años. En general, las personas que recibieron el medicamento perdieron un 9% más de peso corporal que las del grupo de placebo, pero toda la pérdida de peso ocurrió en las primeras 65 semanas. A pesar de continuar con las inyecciones semanales durante tres años adicionales, no perdieron más peso en las siguientes 143 semanas.

Con los medicamentos GLP-1, la pérdida de peso causada por la caída inicial del apetito generalmente se ve compensada por un aumento significativo en la ingesta calórica, ya que el cuerpo aumenta nuevamente el hambre.

Efectos Secundarios de los Medicamentos GLP-1

Existen muchos efectos secundarios, y los más comunes incluyen náuseas, vómitos, diarrea y estreñimiento. Los efectos adversos graves, aunque raros, también están surgiendo. Los insertos del paquete para semaglutida y tirzepatida incluyen advertencias como tumores de tiroides, pancreatitis aguda, enfermedad aguda de la vesícula biliar, lesión renal aguda, reacciones alérgicas, riesgo de hipoglucemia en combinación con otros medicamentos, aumento de la frecuencia cardíaca y pensamientos o comportamientos suicidas.

¿Son Seguros los Medicamentos GLP-1?

En el primer análisis cuantitativo de balance entre beneficios y daños, los investigadores concluyeron que quienes lograron una pérdida del 10% de peso tenían un 90% de probabilidades de que los beneficios superaran los daños. Sin embargo, para aquellos que solo lograron una pérdida del 5%, ocurrió lo contrario.

Actualmente, no sabemos si hay beneficios o daños a largo plazo porque algunos de estos medicamentos y sus dosificaciones son muy recientes. Además, la Academia Americana de Pediatría ha sugerido ofrecer estos agonistas GLP-1 a adolescentes y preadolescentes a partir de los 12 años. Como estos medicamentos actúan en el cerebro, no sabemos qué efecto podrían tener en el desarrollo infantil y más allá de eso. Puede haber evidencia de beneficios a corto plazo durante algunos años, pero la seguridad a largo plazo no puede asumirse hasta que se haya demostrado.

Créditos de la imagen: Pixabay