La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María José.
¿Cómo puedes calcular tu propio riesgo de padecer una enfermedad cardíaca, para así determinar si debes comenzar a tomar estatinas para reducir el colesterol?
Los efectos secundarios relacionados con los músculos de las estatinas, que bajan el colesterol, “a menudo son lo suficientemente graves como para que los pacientes dejen de tomar el medicamento. Por supuesto, estos efectos secundarios podrían ser coincidentes o psicosomáticos y o tener nada que ver con el medicamento”, dado que en muchos ensayos clínicos se ve que tales efectos secundarios son raros. “También es posible que los ensayos clínicos previos”, financiados por las propias compañías farmacéuticas “no registraran todos los efectos secundarios de las estatinas”. La conclusión es que se necesita con urgencia establecer la verdadera incidencia de los efectos secundarios de las estatinas.
“¿Qué proporción de los efectos secundarios sintomáticos que sufren los pacientes que toman estatinas están causados de verdad por el medicamento?” El artículo especializado “What proportion of symptomatic side effects in patients taking statins are genuinely caused by the drug?” informa de que, incluso en ensayos financiados por las grandes farmacéuticas, “[s]olo una pequeña minoría de síntomas registrados como originados por las estatinas se deben de verdad a las estatinas” y aquellos que las toman tienen una probabilidad significativamente mayor de desarrollar diabetes tipo 2 que aquellos a los que aleatoriamente se les asigna pastillas de azúcar como placebo. ¿Por qué? Todavía no estamos exactamente seguros, pero las estatinas pueden tener un efecto doble: perjudicar la secreción de insulina por parte del páncreas y disminuir la eficacia de la insulina, al aumentar la resistencia a esta hormona.
Incluso el uso a corto plazo de estatinas puede “aproximadamente duplicar las probabilidades de desarrollar diabetes y complicaciones derivadas”. Como se muestra a continuación y en el punto temporal 01:49 de mi video ¿Quién debería tomar estatinas?, menos personas desarrollan diabetes y complicaciones derivadas a causa de las estatinas durante un período de aproximadamente cinco años que las que desarrollan diabetes mientras toman estatinas. “Resulta más preocupante que este aumento del riesgo persistió durante al menos 5 años después de que suspender el uso de estatinas”.
“En vista del abrumador beneficio de las estatinas en la reducción de eventos cardiovasculares”, la principal causa de muerte entre hombres y mujeres, cualquier aumento en el riesgo de padecer diabetes, la séptima causa principal de muerte, se vería compensado por cualquier beneficio cardiovascular, ¿verdad? Eso es una falsa dicotomía. No tenemos que elegir entre la enfermedad cardíaca y la diabetes. Podemos tratar la causa de ambos con la misma dieta y cambios en el estilo de vida. La dieta que no solo puede detener la enfermedad cardíaca, sino también revertirla, es la misma que puede revertir la diabetes tipo 2. Pero, ¿qué pasa si, por cualquier razón, te niegas a cambiar tu dieta y estilo de vida? En ese caso, ¿cuáles son los riesgos y beneficios de comenzar a tomar estatinas? No esperes obtener todas las respuestas de tu médico, ya que la mayoría parecía desconocer el vínculo causal entre las estatinas y la diabetes, por lo que solo una pequeña fracción se lo menciona siquiera a sus pacientes.
“En general, en los pacientes para los que se recomienda el tratamiento con estatinas según las pautas actuales, los beneficios superan en gran medida a los riesgos”. Pero eso lo decides tú. Antes de cuantificar exactamente cuáles son los riesgos y beneficios, ¿cuáles son exactamente las recomendaciones de las pautas actuales?
¿Cómo decides si las estatinas son adecuadas para ti? “Si tiene antecedentes de enfermedad cardíaca o apoplejía, se recomienda un tratamiento con estatinas, sin considerar tus niveles de colesterol”. Punto. Nada más. No hay discusión. “Si aún no tienes ninguna enfermedad cardiovascular conocida”, entonces la decisión debe basarse en el cálculo de tu propio riesgo. Si conoces tus números de colesterol y presión arterial, es fácil hacerlo en línea con el American College of Cardiology risk estimator, la herramienta del American College of Cardiology que estima el riesgo, o el Framingham risk profiler, la herramienta de Framingham.
Mi favorito es el estimador del American College of Cardiology porque te da el riesgo actual a diez años y también tu riesgo de por vida. Entonces, para una persona con un riesgo del 5,8 % de tener un ataque al corazón o una apoplejía en la próxima década, si no cambian su comportamiento, ese riesgo de por vida aumenta al 46 %, casi como lanzar una moneda al aire. Sin embargo, si mejoraran sus niveles de colesterol y la presión arterial, podrían reducir ese riesgo en más de diez veces, hasta un 3,9 %, como se muestra a continuación y en el punto 04:11 de mi video.
Dado que la decisión de tomar estatinas se basa en tu riesgo a diez años, ¿qué haces con ese número? Como se puede ver aquí y en el punto 04:48 de mi video, bajo las pautas actuales, si tu riesgo a diez años es inferior al 5 %, a menos que haya circunstancias atenuantes, solo debes centrarte en la dieta, el ejercicio y dejar de fumar para bajar esos números. Por el contrario, si tu riesgo a diez años alcanza el 20 %, entonces se recomienda añadir un medicamento con estatinas además de hacer modificaciones en el estilo de vida. A menos que haya factores que aumenten el riesgo, la tendencia es centrarse en los cambios en el estilo de vida si el riesgo es inferior al 7,5 % y pensar en añadir medicamentos si es superior al 7,5 %.
Los factores que aumentan el riesgo que su médico debe tener en cuenta al ayudarte a tomar la decisión incluyen antecedentes familiares desfavorables, colesterol LDL muy alto, síndrome metabólico, enfermedades renales o inflamatorias crónicas, o niveles de triglicéridos, proteína C reactiva o LP(a) que se mantienen altos. Puedes ver la lista entera aquí y en el punto 04:54 de mi video.
Si aún tienes dudas, las pautas sugieren que consideres realizarte una prueba de calcificación coronaria (CAC), pero aunque la exposición a la radiación de esa prueba es relativamente baja en la actualidad, el U.S. Preventive Services Task Force (el grupo de trabajo de servicios preventivos estadounidense) ha concluido explícitamente que las pruebas actuales son insuficientes para concluir que los beneficios superan a los daños.