¿Es la vitamina B17 una cura alternativa efectiva para el cáncer?

La Clínica Mayo pone a prueba el laetril para ver si es un tratamiento eficaz contra el cáncer.

Mi video ¿Funciona el Laetril (amigdalina o vitamina B17) como una cura alternativa para el cáncer? Responde a si la amigdalina es “simple palabrería o una cura”.

Hay un compuesto que se encuentra en las semillas de manzana y que contiene cianuro, pero la amigdalina está 10 veces más concentrada en las semillas de melocotones, albaricoques y almendras amargas. Se puede vender como un derivado llamado laetril, que se ha comercializado con el nombre incorrecto de “vitamina B17”. “La amigdalina obtuvo una gran popularidad entre los pacientes con cáncer en la década de los 70” como tratamiento alternativo, pero la razón por la que los investigadores publicaron una revisión de la amigdalina en 2016 y por la que estoy haciendo videos al respecto es que ha “experimentado un renacimiento” gracias a la Internet.

En la década de los 70, la FDA solo podía enviar su Boletín a un millón de médicos y profesionales de la salud advirtiéndoles de que el laetril no solo no funciona, sino que es peligroso. Se publicaron alrededor de 10 mil copias de dicha alerta en las oficinas de correos de EE.UU., y el New York Times publicó un editorial que decía que deberíamos poder elegir nuestro propio placebo, pero que el laetril estaba matando gente. Finalmente, tal y como informó el New England Journal of Medicine, la “Corte Suprema detuvo los sinsentidos” con el juez Thurgood Marshall escribiendo la opinión unánime de la corte sobre si los pacientes con enfermedades terminales merecen las mismas protecciones de la FDA contra los medicamentos peligrosos. Finalmente el laetril fue prohibido a nivel federal.

Sin embargo, el argumento racional no logró disuadir a la gente e intervino el Estado, pero tuvo el efecto contrario. “Las víctimas de cáncer y sus familias respondieron casi todos acusando al gobierno organizado y a la medicina organizada de conspiración”. En una reunión de la FDA, por ejemplo, un médico del M.D. Anderson Cancer Hospital preguntó de forma retórica: “¿De verdad no creéis que un cuarto de millón de médicos estadounidenses estén esperando una cura contra el cáncer solo para enriquecerse?”. Respondió un coro de síes en la audiencia, muchos de los cuales habían sido llevados a las audiencias en autobuses alquilados”. Sin embargo, algunos defensores del laetril estaban haciéndose ricos, como el director del “Comité para la Libertad de Elección en la Terapia del Cáncer”. Mejor dicho comprometido con la libertad de embolsarse millones al año en ventas de laetril.

“Los defensores del laetril lo consideran una “cura natural del cáncer”; mientras que los oponentes lo consideran “la promoción más astuta, sofisticada y sin duda más remunerativa (lucrativa y rentable) de curanderos contra el cáncer en la historia de la medicina”. ¿Cuál es? No lo sabrás hasta que lo pongas a prueba.

“El Instituto Nacional del Cáncer, en respuesta al interés público generalizado, realizó un análisis retrospectivo del tratamiento con laetril”. En otras palabras, envió una carta a todos los médicos del país y a decenas de miles de profesionales de la salud, y contactó a todos los grupos prolaetril, diciendo básicamente envíenos lo mejor que tenga. Aunque se estima que al menos 70.000 estadounidenses han usado laetril, solo 93 casos se presentaron para evaluación, y de ellos solo 6 parecían ser legítimos, donde se relacionó tomar laetril con al menos una mejora parcial.

Ahora, por supuesto, las personas que enviaron esos informes pueden haberse equivocado o falsificado datos, pero quizás esos 6 realmente respondieron al tratamiento. Sin embargo, si aquello fue de los 70,000 tratados, pensaríamos que es casualidad. De todos modos, el hecho de que tanta gente lo haya probado debería contar. Es posible que todos lo hayan hecho mal, pero tal vez haya algo cierto. Sin duda, el hecho de que no funcione con ninguno de los cánceres de los animales de laboratorio no significa que no pueda funcionar en las personas. La única forma de saberlo con certeza es ponerlo a prueba: “un ensayo clínico estrictamente controlado realizado en manos competentes y experimentadas”. La Clínica Mayo aceptó el desafío.

Ciento setenta y ocho pacientes con cáncer fueron tratados con él y todos los pacientes murieron rápidamente. “No se observó ningún beneficio sustancial en términos de cura, mejora o estabilización del cáncer, mejora de los síntomas relacionados con el cáncer o extensión de la vida”. Solo hubo efectos adversos de toxicidad por cianuro.

¿Conclusión? “La amigdalina (laetril) es un fármaco tóxico que no es efectivo como tratamiento contra el cáncer”.

Los libros han estado cerrados durante más de 30 años. “El laetril no funciona”. Es inseguro e ineficaz. Los investigadores “no encontraron pruebas sólidas de que el laetril fuese efectivo como agente anticancerígeno”. Por lo tanto, a estas alturas la etiqueta de remedio contra el cáncer “no probado” puede ser incluso generosa; “es hora de afirmar con vehemencia que la terapia contra el cáncer con laetril ha sido desaprobada”.

¿Qué hay de comer directamente las semillas del albaricoque? En caso de haberte perdido mi video anterior, mira ¿Funcionan las semillas de albaricoque como cura alternativa congtra el cáncer? 

Key Takeaways

  • Amygdalin, a compound containing cyanide, is ten times more concentrated in the seeds of peaches, apricots, and bitter almonds than in apple seeds.

  • Its derivative, laetrile, has been advertised as so-called vitamin B17.

  • Amygdalin became a popular alternative cancer treatment in the 1970s and, thanks to the internet, has “experienced a renaissance” despite being worthless and dangerous.

  • The FDA issued warnings to a million doctors and other health professionals, and alerts were posted in thousands of U.S. post offices. Supreme Court Justice Thurgood Marshall wrote the unanimous opinion that terminally ill patients deserve the same FDA protections against unsafe drugs, and laetrile was banned on a federal level.

  • “Laetrile’s proponents consider it to be a ‘natural cancer cure’; whereas opponents consider it ‘the slickest, most sophisticated, and certainly the most remunerative [lucrative and profitable] cancer quack promotion in medical history.’”

  • The National Cancer Institute issued a widespread invitation to every physician, tens of thousands of other health professionals, and pro-laetrile groups, basically asking, send us the best you got. Only 93 cases were submitted despite estimations that at least 70,000 Americans have used laetrile, and, of those, only six appeared to be legitimate with laetrile associated with at least some partial improvement.

  • The Mayo Clinic conducted a clinical trial and found that “[n]o substantive benefit was observed in terms of cure, improvement, or stabilization of cancer, improvement of symptoms related to cancer, or extension of life span.” There were only adverse effects of cyanide toxicity.


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