Los cardiólogos inflan las facturas con códigos de facturación costosos

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Malu Belén.

Los cardiólogos pueden manipular el sistema de forma delictiva al decirles a los pacientes que las enfermedades que padecen son más graves e inestables de lo que los estudios indican: un fraude que genera procedimientos innecesarios, costos innecesarios y daños innecesarios a los pacientes.

“La historia de la medicina está llena de dogmas asumidos y luego superados”, a veces mucho tiempo después. Como en el caso del estudio Iniciativa de Salud de las Mujeres, en el que se mostró que administrarle a las mujeres una terapia de reemplazo hormonal llamada Premarin aumentaba el riesgo de la principal causa de muerte, la enfermedad cardíaca, así como el riesgo de tener cáncer de mama. Millones de mujeres dejaron de tomar Premarin, y la tasa de cáncer de mama descendió.

Otro ejemplo de una revocación de una práctica médica establecida es la utilización de la intervención coronaria percutánea (ICP), la angioplastia y las endoprótesis vasculares para tratar la enfermedad coronaria estable. Se gastan miles de millones de dólares en procedimientos que se ha demostrado “inequívocamente” que no ofrecen ningún beneficio.

Entonces, ¿por qué los cardiólogos siguen haciéndolos? Los investigadores utilizaron algunos grupos focales y llegaron a las siguientes conclusiones: “Aunque los cardiólogos pueden suponer que los pacientes estables con cardiopatía isquémica se benefician al tratarlos con ICP, esta creencia parece basarse en factores emocionales y psicológicos más que en evidencia de beneficios clínicos”.

“La percepción de irracionalidad que rodea a esta práctica es tan fuerte que el fenómeno ha sido bautizado como reflejo oculo-estenótico (veo una estenosis, coloco una endoprótesis vascular)”. Es como si al detectar un estrechamiento no pudiesen evitar el uso de las endoprótesis intravasculares.

Dado que el procedimiento implica algunos riesgos, incluso la muerte, existe un argumento en cuanto a que las endoprótesis intravasculares solo deberían usarse en personas que estén sufriendo activamente un infarto y se encuentren en una emergencia o un situación inestable. Afortunadamente, se han publicado criterios de uso apropiado para guiar a los cardiólogos; y la buena noticia es que ahora el 82 % de las endoprótesis intravasculares se “utilizan en estas situaciones de emergencia o de inestabilidad”. Entonces, podemos ignorar ese estudio ORBITA que demostró que no había beneficios en pacientes estables, ya que ahora casi siempre se realiza solo en pacientes con enfermedades inestables, ¿verdad? Bueno, así es como se informa casi siempre. “De hecho, existen 2 maneras en las que un médico puede cumplir las normas. Una es realizar menos procedimientos”, que es el punto clave (pero ¿cuál es el beneficio económico?), “y la otra forma es que los procedimientos innecesarios parezcan necesarios”.

¿Podemos inferir que un médico intentaría manipular el sistema diciéndole a un paciente que tiene una enfermedad mucho más grave e inestable que la que realmente tiene para así poder llevar a cabo el procedimiento? A esto se lo llama “upcoding”, o sea, presentar códigos de facturación más altos de lo que justifican los servicios prestados. Otro término para referirse a esto sería “fraude”. Los investigadores encontraron que “parte de esa disminución [en el uso inapropiado] puede deberse a que los médicos clasifican errónea e intencionalmente a los pacientes con angina estable como AI” o angina inestable. Tan pronto como esos criterios de uso apropiado entraron en vigor, sospechosamente, hubo un aumento de cuatro a diez veces mayor en las tasas de uso de endoprótesis intravasculares para síndromes coronarios agudos, como los infartos de miocardio. “En Nueva York, la proporción de ICP designadas para padecimientos graves, pero realizadas como procedimientos ambulatorios, aumentó 14 veces…” No hay ninguna razón recomendable a nivel biológico para que eso sucediera, por lo que fueron procedimientos innecesarios con costos innecesarios y daños innecesarios al paciente. Y el daño no solo proviene del riesgo de colocar una endoprótesis intravascular cuando no es necesario, sino también de mentirle al paciente exagerando lo grave que es su enfermedad cardíaca. “En el mejor de los casos, esta práctica daña la credibilidad de la profesión, aumenta el gasto en atención médica, viola la autonomía del paciente y expone al paciente a complicaciones en los procedimientos. Y, en el peor de los casos, puede cruzar el umbral de la actividad delictiva…”.

¿Cuál es la solución? Podría haber un panel de revisión independiente para proteger a los pacientes. “Quizás sería más sencillo eliminar el incentivo financiero para realizar más procedimientos”.

¿Cuántos estándares de atención médica establecidos son erróneos? No se sabe”. Por ejemplo, la sangría fue una práctica común dentro de la atención médica durante miles de años. “Es difícil cuestionar con rigurosidad las prácticas establecidas desde hace mucho tiempo. Hay miles de ensayos clínicos, pero la mayoría abordan temas triviales o esfuerzos para impulsar las ventas de productos específicos. Dado este enigma, es posible que haya poca evidencia para sustentar algunas subespecialidades médicas”.

En el estudio COURAGE, que marcó un hito, y en el que se demostró que las endoprótesis intravasculares eran inútiles para prolongar la vida, ¿cuáles factores parecían ser beneficiosos para la longevidad? Irónicamente, en el caso de las endoprótesis intravasculares, lo importante era cuántos factores de riesgo podían controlar los pacientes. Aquellos que lograron los seis objetivos al reducir su presión arterial, colesterol, peso y uso de tabaco, al mismo tiempo que mejoraron su dieta y actividad, tuvieron cinco veces más supervivencia durante los 14 años posteriores que quienes no lo hicieron, como se muestra a continuación y en el minuto 4:36 de mi video Los cardiólogos manipulan el sistema para cobrar más.

¿Debería sorprendernos que la angioplastia y las prótesis intravasculares el pronóstico no mejoren el pronóstico? Después de todo, no hacen nada para modificar el proceso subyacente de la enfermedad. En otras palabras, no tratan la causa. Incluso si las prótesis intravasculares ayudaran con los síntomas más allá del efecto placebo, seguirían tratando solo los síntomas y no la enfermedad. Entonces, no es de extrañar que a enfermedad siga evolucionando hasta que el paciente quede incapacitado y muera. El Dr. Esselstyn explicó: “Por lo tanto, la causa principal de muerte de hombres y mujeres en la civilización occidental no está tratándose. Se practica la ‘cardiología paliativa’, o sea, las enfermedades cardíacas no se tratan, lo que conduce a su extensión y, con frecuencia, a un desenlace fatal”.

Todas las semanas se producen muertes que equivalen a un avión lleno de pasajeros, “consideradas desafortunadas”, en lugar de verlas como una tragedia nacional que se puede evitar. “Es como si al ignorar esta enfermedad producida por productos lácteos, aceites y animales, estuviéramos condenados a ofrecer intentos inútiles de alivio sintomático temporal”, en lugar de una cura.

Afortunadamente, “estamos en la antesala de una revolución de enormes proporciones en la salud… no otra píldora, procedimiento u operación”, sino el tratamiento de la causa subyacente de la enfermedad cardíaca con una nutrición basada en plantas y alimentos integrales, “la herramienta más poderosa que la medicina haya tenido en su caja de herramientas”.

Para lograrlo, necesitamos combatir una deficiencia nutricional clave en la educación. Es un estudio se detectó que el 90 por ciento de los cardiólogos informaron haber recibido educación nutricional mínima o nula durante su formación en cardiología, o sea que menos de uno de cada diez personas se sienten seguras de sus conocimientos sobre nutrición. Entonces, tal vez sería bueno que la mayoría dedique solo tres minutos o menos a hablar de nutrición con sus pacientes. Incluso, solo uno de cada cinco cardiólogos consumía cinco porciones de fruta y verdura al día.

Por fortuna, esta información que vital se está divulgando, de forma lenta pero segura. “La educación médica se ha centrado en tratar las consecuencias, en lugar de abordar las causas. El dinero todo lo puede, y hay muy poco dinero en promover el consumo de brócoli y las caminatas, a pesar de que esto es mucho más efectivo”. Estaba muy ansioso por ver la cita que usaron para eso y me sentí muy honrado cuando lo hice, como se muestra a continuación y en el minuto 7:14 de mi video.

Key Takeaways

    • Se ha demostrado que las prácticas médicas establecidas, como la terapia de reemplazo hormonal y la intervención coronaria percutánea (ICP) para la enfermedad coronaria estable, carecen de beneficios o incluso causan daño, pero persisten debido a incentivos emocionales, psicológicos o financieros más que a la evidencia.
    • Algunos médicos pueden exagerar la gravedad de las enfermedades (“upcoding”) para justificar procedimientos innecesarios, lo que genera mayores costos de atención médica, daños a los pacientes y violaciones de confianza.
    • Con frecuencia, las intervenciones como las endoprótesis intravasculares abordan los síntomas en lugar de las causas subyacentes de la enfermedad cardíaca, como la mala alimentación, el tabaquismo y la inactividad. Los cambios en el estilo de vida dirigidos a estos factores de riesgo son mucho más eficaces para mejorar la supervivencia a largo plazo.
    • Con frecuencia, la naturaleza lucrativa del sistema de salud prioriza los procedimientos y tratamientos por sobre la atención preventiva, a pesar de que esta última es más efectiva y menos costosa.
    • La nutrición basada en alimentos integrales de origen vegetal se presenta como una solución transformadora para tratar las enfermedades cardíacas, pero los cardiólogos a menudo carecen de formación en esta área, lo que refleja una deficiencia sistémica en la formación médica.

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