La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Carmen Otero.
Cuando un “trastorno” alimentario puede salvarte la vida.
La ortorexia nerviosa es “un trastorno alimentario psicológico no reconocido en el que la persona se obsesiona con comer alimentos naturales, saludables y correctos para mejorar la salud”. Mientras que las personas con trastornos alimentarios reconocidos como la anorexia se preocupan por la cantidad de alimentos, los ortoréxicos se preocupan por la calidad de sus alimentos. “Muchos investigadores han planteado dudas sobre la validez” de la ortorexia como entidad, pero yo siempre trato de dar el beneficio de la duda. Se publicó un informe de un caso médico sobre ortorexia en una revista especializada sobre “emergencias relacionadas con trastornos alimentarios”. El artículo destacaba casos de trastornos alimentarios verídicos, como una mujer con anorexia que colapsa por vómitos autoinducidos y uso de laxantes tras años sangrando por garganta y recto; y es de hecho, una trágica emergencia de trastorno alimentario. Pero, ¿qué pasa con el caso ortoréxico?
Un hombre de 53 años que se había sometido a un triple bypass hacía 2 años acudió a una revisión. Su médico le recomendó que lo consultara con un dietista ya que su IMC había bajado a 18,5 más o menos, lo cual está justo en el límite de padecer infrapeso. Evidentemente, había estado comiendo de una manera tan saludable que perdió una cantidad significativa de peso. Afirmó que “desde que le diagnosticaron enfermedad coronaria y colesterol alto, solo come ‘alimentos naturales y orgánicos’”. Por lo tanto, concluyó el autor, “probablemente tiene ortorexia nerviosa”, una enfermedad psiquiátrica. “Claramente está preocupado por la comida y juzga a los demás en función de sus elecciones de alimentos”, cuando, de hecho, es muy posible que lo que haya hecho es salvar su propia vida. Para mí lo más escandaloso que hizo este tipo fue obtener un triple bypass. Quiero decir, imagínatelo acostado en el sofá de un psiquiatra y diciendo: Sé que podría pasarme a los burritos, pero prefiero pagar a alguien para que me abra el pecho con un bisturí, que mi esternón se parta por la mitad y correr riesgo de padecer un ataque cardíaco en lugar de tratar la causa subyacente. ¿Qué opina, doctor?
Luego descubrimos que algunos ortoréxicos se convierten en evangélicos al compartir sus sentimientos de disgusto o decepción hacia su familia, amigos e incluso niños por sus elecciones de alimentos normales”. Quiero decir, ya es bastante malo que se preocupen por su propia salud, pero ¿preocuparse por la de su familia y amigos o incluso por la de sus hijos? ¡A la institución que vas!
La causa número 1 de muerte en Estados Unidos es debido a lo que comemos, matando a cientos de miles de estadounidenses cada año, incluso más que los cigarrillos, También es la causa número 1 de discapacidad. Si no estás de acuerdo con que sus hijos coman malvaviscos multicolores en el desayuno, ¿es posible padecer una enfermedad mental?
Si reconoces las llamadas señales de advertencia, ¿qué se debe hacer? En mi video Síntomas de la ortorexia nerviosa, hablo sobre un artículo que sugiere que debes confrontar a la persona. Sé que no es fácil, pero si ves a alguien intentando de forma obsesiva evitar los alimentos poco saludables y, lo que es peor, intentando que otros hagan lo mismo, “lo más importante que debes hacer es hacerle saber que te has dado cuenta”. Enfréntate a ellos. La “posibilidad de ayudarlos a salvar su propia vida u obtener la ayuda que puedan necesitar supera con creces cualquier incomodidad”. La ironía, por supuesto, es que están tratando de salvar su propia vida y quizás la tuya. Imagina que pudieras convencer al Sr. Triple Bypass de que tiene una obsesión por comer sano. Probablemente lo matarías.
Dicho sea a su favor, incluso Steven Bratman, la persona que acuñó el término ortorexia se ha retractado diciendo que “no tenía la intención de proponer un nuevo trastorno alimentario”. Como practicante de medicina alternativa, solo quería que sus pacientes “relajaran el corsé dietético y vivieran un poco”. ¿Pero, de dónde sacó la gente esta idea de que estaba tratando de “acuñarlo” como un nuevo trastorno alimentario? Si vas a su artículo original, él simplemente dijo que “acuñó el término de ‘ortorexia nerviosa’” para un nuevo tipo de trastorno alimentario, un trastorno alimentario del que según él se salvó. “Al final me salvé de la condena de la eterna adicción a los alimentos saludables” con la ayuda de “tacos, pizza y un batido”.
Uno de los directores del centro de trastornos de la alimentación de Yale, Kelly Brownell, expresó su escepticismo: “nunca hemos tenido a nadie que haya venido a nuestra clínica con ortorexia y he estado trabajando en este campo durante al menos 20 años”.
“Sin investigación que respalde su teoría, Bratman es simplemente otro tipo que intenta ganar dinero con un público que está concienciado con su salud, dice Brownell. Inventan un nuevo término, una nueva dieta, una solución a un problema que ni siquiera existe. El peso debe recaer en los autores para demostrar que lo que dicen es correcto antes de que comiencen a dar consejos al público”.