La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.
“A pesar de la creencia generalizada de los beneficios para la salud de M. oleifera [moringa], el interés de la comunidad biomédica internacional en el potencial medicinal de esta planta ha sido bastante tibio”. De hecho, han sido “reacios a explorar su potencial nutricional y medicinal. Esta actitud tibia es curiosa, ya que otros ‘superalimentos’ como el ajo y el té verde han tenido una mejor recepción”, pero estos cuentan con un mayor respaldo científico. Existen miles de estudios en humanos sobre el ajo y más de 10 000 sobre el té verde, pero solo unos pocos cientos sobre la moringa.
Lo más prometedor parecería ser los efectos de la moringa en el control del azúcar en la sangre. A continuación, y en el minuto 0:55 de mi video La eficacia y los efectos secundarios de la hoja de moringa en polvo, puedes ver los picos de azúcar en sangre después de que los participantes del estudio comieran alrededor de 5 galletas de control (línea superior etiquetada como “a”), en comparación con galletas que contenían 2 cucharaditas de hoja de moringa en polvo en la masa (línea inferior etiquetada como “b”). Incluso con la misma cantidad de azúcar y carbohidratos que las galletas del control, las que tenían moringa resultaron en un aumento menos pronunciado del azúcar en la sangre.
Los investigadores descubrieron que beber 1 o 2 tazas de té de hoja de moringa antes de consumir azúcar “suprimió la elevación de la glucosa en sangre en todos los casos en comparación con los controles que bebieron agua en lugar del té”. Como puedes ver aquí y en el minuto 1:16 de mi video, beber té de moringa con azúcar redujo los picos de azúcar en sangre después de 30 minutos de consumir la misma cantidad de azúcar sin el té. No es de extrañar que la moringa se utilice en la medicina tradicional para la diabetes, pero no sabemos si puede ayudar hasta que lo ponemos a prueba.
A personas con diabetes se les dio alrededor de tres cuartos de cucharadita de hoja de moringa en polvo todos los días durante 12 semanas y tuvieron mejoras significativas en las mediciones de inflamación y control a largo plazo del azúcar en la sangre. Los investigadores lo llamaron un “estudio cuasi experimental” porque no hubo un grupo de control. Solo tomaron mediciones antes y después de que los participantes consumieran el polvo de moringa. Sabemos que el solo hecho de participar en un estudio dietético puede llevar a algunas personas a comer de manera más saludable, ya sea consciente o inconscientemente, por lo que no podríamos saber con certeza qué efecto tuvo la moringa en sí. Existe un estudio con grupo de control, pero no está claro si los participantes fueron asignados de forma aleatoria. Los investigadores ni siquiera especificaron cuánta moringa se les dio a los participantes, solo dijeron que tomaron “2 cápsulas diarias, una después del desayuno y otra después de la cena,” pero ¿qué significa “una cápsula”? No hubo una mejora significativa en este estudio, pero tal vez la cantidad no fue la suficiente. Otro estudio usó 1 cucharada al día y no solo se observó una reducción significativa en los niveles de azúcar en la sangre en ayunas, sino también en el colesterol LDL, como se muestra a continuación y en el minuto 2:27 de mi video.
Dos cucharaditas de moringa al día no parecieron ayudar, pero ¿qué pasa si agregamos una más (un total equivalente a 1 cucharada)? Al parecer, tampoco. Se realizó un estudio aleatorizado y controlado con placebo que usó 1 cucharada de moringa al día y no mostró ningún beneficio en el control del azúcar en la sangre en personas con diabetes tipo 2.
Así que tenemos un par de estudios que muestran cierto potencial, pero la mayoría no muestra beneficio. ¿Por qué no probar la moringa para comprobarlo por ti mismo? Es una opción válida al enfrentarte a datos contradictorios si la solución es segura, simple y sin efectos secundarios. Pero ¿es segura la moringa? No lo es durante el embarazo, ya que “alrededor del 80% de las mujeres” en algunas áreas del mundo la usan para abortar, y su efectividad para ese propósito ha sido confirmada (al menos en ratas), aunque las mujeres que amamantan podrían experimentar un aumento de alrededor de media taza en la producción de leche según 6 estudios clínicos aleatorizados y controlados con placebo.
El hecho de que la moringa haya sido “utilizada durante mucho tiempo en la medicina tradicional” de ninguna manera prueba que la planta sea segura para consumo. Muchas sustancias tóxicas, como el mercurio y el plomo, se han utilizado en sistemas médicos tradicionales en todo el mundo, pero al menos “no se han reportado efectos adversos importantes de M. oleifera [moringa]… por la comunidad científica”. Más precisamente, “no se han reportado efectos adversos en ninguno de los estudios humanos que se han realizado hasta la fecha”. En otras palabras, no se habían reportado efectos perjudiciales, hasta ahora.
El síndrome de Stevens-Johnson (SJS) es quizás el efecto secundario más temido en medicamentos, “una condición rara pero que podría ser mortal caracterizada por un despegue epidérmico y erosiones en las membranas mucosas”. En otras palabras, tu piel podría caerse. Catorce horas después de consumir moringa, un hombre desarrolló una erupción. Lo mismo le había sucedido 3 meses antes, la última vez que consumió moringa; le causó “lesiones mucocutáneas extensas con formación de ampollas en la cara, boca, pecho, abdomen y genitales”. “Este informe sugiere que el consumo de hoja de moringa debe evitarse en personas que estén en riesgo de desarrollar SJS”. Aunque puede ocurrirle a cualquiera, el VIH es un factor de riesgo.
Mi opinión sobre la moringa es que la evidencia sobre sus beneficios no es lo suficientemente convincente como para justificar su compra online cuando puedes conseguir vegetales saludables en tu mercado local, como el brócoli, que aún no ha sido implicado en la aparición de ampollas genitales.