La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Malu Belén.
La mayoría de los infartos de miocardio son el resultado de la infiltración de placas no obstructivas en todo el árbol arterial coronario. No existe tal cosa como “enfermedad de 1 vaso”, “enfermedad de 2 vasos” o “enfermedad del tronco principal izquierdo”. La placa aterosclerótica es continua a lo largo de las arterias coronarias de las víctimas de un infarto.
En una angioplastia, se inserta un pequeño balón en una arteria coronaria estrecha que alimenta el corazón para forzarlo a abrirse más y mejorar el flujo sanguíneo. Esto no se puso a prueba en un ensayo controlado aleatorio hasta 1992. Y los resultados mostraron que no solo no logró prevenir infartos de miocardio, sino que tampoco hubo ningún beneficio en la supervivencia. Sin embargo, los investigadores solo estudiaron a los pacientes durante 6 meses, e incluyeron personas con enfermedades relativamente menores que podrían no haber estado tan enfermas como para beneficiarse con el procedimiento. Ingresa al ensayo MASS. Los investigadores reclutaron a personas con un bloqueo severo en la parte alta de la arteria coronaria descendente anterior izquierda (la arteria que “hace viudas o viudos”, ya que la cardiopatía isquémica también es la principal causa de muerte en mujeres) y las siguieron durante años. ¿Qué encontraron? No hubo diferencias en las tasas de mortalidad o de infartos de miocardio posteriores. De todos modos, en ese ensayo solo participaron unos 200 pacientes. Tal vez el beneficio fue tan sutil que se necesitaba un mayor número de pacientes para descubrir el efecto. Te presento al estudio RITA-2, que se enfocó en más de un millar de pacientes seleccionados al azar. Los investigadores efectivamente encontraron una clara diferencia en el riesgo de muerte y de infarto a futuro, pero el estudio no estaba bien orientado. El grupo de angioplastia sufrió el doble de riesgo en comparación con los pacientes a quienes, al azar, se los asignó para renunciar a la cirugía, como se muestra a continuación y en el minuto 1:18 de mi video ¿Por qué las endoprótesis vasculares para angioplastias no son más eficaces?.
Todo esto ocurrió antes de que las endoprótesis vasculares se pusieran en boga. En lugar de simplemente inflar un globo dentro de la arteria, ¿qué tal insertar permanentemente una endoprótesis vascular, un tubo de malla metálica, para mantenerla abierta, como se puede ver aquí y en el minuto 1:33 de mi video? Seguramente, eso ayudaría.
Y ahí tenemos al ensayo MASS-II, en el que, nuevamente, no se demostró ningún beneficio después de 1 año, pero tampoco se vio ningún beneficio después de 5 años o, incluso, 10 años. Posteriormente llegó el estudio COURAGE, en el que miles de pacientes fueron elegidos al azar y que también fue un fracaso.
No obstante, en su mayoría se utilizaron endoprótesis vasculares de metal desnudo, no las “medicadas” más nuevas que liberan los medicamentos lentamente. ¿Y qué pasa con los grupos de alto riesgo, como aquellos con un diagnóstico de diabetes y otras enfermedades más graves, o los que tienen las arterias bloqueadas al 100 por ciento días después de haber sufrido un infarto? Al realizar un metanálisis tras otro, al analizar cinco ensayos con 5000 pacientes, no se observó ninguna reducción en la mortalidad, los infartos o incluso el dolor anginoso. En diez estudios con más de 6000 pacientes, no se demostró que hubieran beneficios en cuanto a la supervivencia, los infartos o el alivio del dolor. Ya se han completado más de una docena de estudios importantes y nada: no hay ningún beneficio derivado de la angioplastia y de las endoprótesis vasculares. “Además, múltiples análisis no han logrado identificar un solo subconjunto de alto riesgo que se beneficie…”. ¿Cómo es posible? El flujo sanguíneo se está abriendo físicamente.
La razón por la que no da resultado es porque la mayoría de los infartos de miocardio en la vida real son resultado de estrechamientos de menos del 70 por ciento “(es decir, muy probablemente, lesiones que no limitan el flujo)”, de modo que las placas presentes en las arterias y que causan la muerte tienden a no ser las que restringen el flujo sanguíneo. A continuación y en el minuto 3:21 de mi video se muestran dos placas ateroscleróticas. En la lesión dentro de un círculo verde, etiquetada como “lesión limitante del flujo” el flujo sanguíneo está tan restringido que se puede ver en una artereografía y los médicos pueden tratarla con una endoprótesis vascular.
De modo que el problema estaba resuelto, y se podían salvar vidas, ¿correcto? No, porque era lo invisible (marcado con un círculo amarillo), que ni siquiera impedía el flujo sanguíneo, lo que nos iba a matar, como puedes ver aquí y en el minuto 3:27.
De hecho, son las placas no obstructivas que ni siquiera reducen el flujo sanguíneo en un 50 por ciento las que causan los infartos, como se ve a continuación y en el minuto 3:40 de mi video.
Aquí hay una idea errónea, una “analogía de la arteria obstruida de la cardiopatía isquémica estable [que] ha sido particularmente difícil de corregir”, en la que las placas de colesterol invaden lenta e inexorablemente el flujo sanguíneo, y finalmente lo interrumpen por completo y desencadenan un infarto. En realidad, “la cardiopatía isquémica… es una enfermedad inflamatoria en la que el colesterol de la sangre se deposita en las paredes de las arterias y provoca una reacción inflamatoria, como un grano. Cuando esos granos estallan, provocan que la sangre en las arterias se coagule en el lugar… Antes de romperse, estas placas a menudo no limitan el flujo y pueden ser invisibles a la angiografía y las pruebas de esfuerzo. Por lo tanto, no pueden tratarse con una intervención coronaria percutánea (ICP), es decir, de angioplastia y endoprótesis vasculares. Las placas antiguas son como “viejos granos con cicatrices”.
Los bloqueos más estrechos están formados, en su mayoría, por tejido cicatricial fibroso denso y calcificado. Pueden romperse y matarnos, pero hay muchas más lesiones más pequeñas que se están formando y que están ocultas a la vista. Para visualizar las arterias coronarias usamos una arteriografía. Las radiografías se toman después de inyectar un tinte de aspecto negro en las arterias, por lo que solo podemos ver las placas que invaden el flujo sanguíneo. Ese es el motivo por que el obtenemos este tipo de ilustraciones que son la punta del iceberg, cuyo objetivo “es enfatizar que la mayor parte de la placa aterosclerótica en las arterias coronarias no se ve bien mediante una angiografía”, como puedes ver a continuación y en el minuto 4:49 de mi video. Para entender realmente qué sucede en las arterias de las personas, debemos recurrir a las autopsias. William Clifford Roberts es, probablemente, el patólogo cardiovascular más destacado del mundo. ¿Qué aprendió después de estudiar las arterias coronarias durante 50 años? Después de examinar casi 2000 cuerpos, descubrió que la aterosclerosis es una enfermedad sistémica.
“En pacientes con cardiopatía isquémica mortal… la cantidad de placa es enorme. No hay solo una placa aquí, otra placa allá, con una luz normal [arterias limpias] entre las placas. ¡Las placas son continuas! Ni siquiera un segmento de5 mm está libre de placa” en todo el árbol arterial coronario. El Dr. Roberts afirma: “La enfermedad coronaria aislada es un mito. No existen las enfermedades de un solo vaso ni las enfermedades de dos vasos. La placa está en todas las arterias coronarias epicárdicas si está en 1 de ellas”.
Hay 4 arterias coronarias que alimentan el corazón: la derecha, la principal izquierda, la circunfleja y la descendente anterior izquierda, como se ve aquí y en el minuto 6:00 de mi video.
Si sumamos sus longitudes, son aproximadamente 28 cm (11 pulgadas) de arterias coronarias, que, para examinarlas, se pueden cortar en aproximadamente 50 cortes de 5 mm (un cuarto de pulgada). A continuación y en el minuto 6:17 y en mi video puedes encontrar lo que se ve: La placa no ocupa uno o dos espacios pequeños, sino todas las arterias coronarias. Si examinamos más de mil de estos cortes de docenas de pacientes que murieron de infartos de miocardio, “ningún segmento estaba libre de placa”. Entonces, no es de extrañar que la colocación de una endoprótesis vascular en una sola zona no tenga efecto en los infartos de miocardio o la mortalidad.