La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María Clara Bori.
¿Qué puntaje obtienes en el test diagnóstico de ortorexia?
“Se define a la ortorexia nerviosa como una obsesión malsana por comer alimentos saludables”. ¿Quieres saber si padeces ortorexia? “El ORTO-15 es la herramienta de evaluación más aceptada para detectar tendencias ortoréxicas…”. Se considera que un puntaje igual o inferior a 40 es indicador de un diagnóstico de ortorexia. Se trata de quince preguntas, cada una con un puntaje de uno a cuatro. La persona obtiene un resultado entre 15 y 60; un resultado menor a 40 corresponde a un diagnóstico de ortorexia. Esto quiere decir que responder con un uno o un dos, o incluso un tres cada tanto, significaría que podrías tener ortorexia, porque los puntajes bajos son peores.
Puedes hacer el test tú mismo. Las preguntas están disponibles en mi video Las pruebas de ortorexia, a partir del minuto 0:44, y aquí debajo. Comienza diciendo así: “Cuando comes, ¿le das importancia a la cantidad de calorías del alimento?”. Las opciones de respuesta son “siempre”, “con frecuencia”, “a veces” o “nunca”. Según este test, la respuesta más saludable es “a veces”, mientras que las respuestas que se condicen con una ortorexia serían “siempre” o “nunca”. Entiendo por qué preocuparse obsesivamente por las calorías podría ser un indicador de un problema, pero si uno tiene una alimentación bastante saludable, centrada en el consumo de alimentos vegetales, no debería preocuparse por contar las calorías o controlar las porciones. Los alimentos más saludables, como las frutas y los vegetales, ni siquiera tienen etiquetas de información nutricional. Pero, aparentemente, si uno nunca googlea cuántas calorías tiene cada manzana que come, podría tener un problema.
La siguiente pregunta es: “Cuando vas a comprar comida, ¿sientes confusión?”. Al parecer, la respuesta más saludable es “siempre”. Uno debería sentir confusión siempre y, si no se confunde al menos con frecuencia, podría terminar necesitando estar medicado.
Pregunta 3: “En los últimos tres meses, ¿has sentido preocupación por el simple hecho de pensar en comida?”. Supuestamente, lo más saludable es responder “nunca”. No te ha preocupado ni una vez qué estás introduciendo en tu cuerpo. Según el test, sería más saludable si tus elecciones alimentarias estuvieran “influenciadas” por tus preocupaciones sobre tu salud. Además, el sabor debería ser “siempre” más importante que la calidad del alimento. El test dice que si crees que la calidad del alimento es incluso “a veces” más importante que el sabor, podrías presentar un trastorno mental. ¿Y si estás dispuesto “con frecuencia” a gastar más dinero en alimentos saludables? ¡Una locura! ¿Eres tan iluso como para pensar que “consumir alimentos saludables podría mejorar tu aspecto”?. Mi parte favorita, sin embargo, es la pregunta 14: “¿Crees que en el mercado también se ofrecen opciones no saludables?”. ¡Tiene que ser una broma! Por último, la pregunta 15 reprocha a las personas que viven solas: “Hoy en día, ¿estás solo cuando comes?”.
Si obtienes un puntaje inferior a 40, no estás solo. Con este test, alrededor del 50% de los nutricionistas matriculados de Estados Unidos supuestamente sufren de un trastorno mental. La prevalencia de la ortorexia nerviosa “pareciera ser imposiblemente alta”. Se estima que la anorexia y la bulimia tienen una incidencia menor al 2%, entonces es un poco “contradictoria creer que un fenómeno de restricción alimentaria del cual no entendemos mucho” tenga índices de casi el 90 por ciento.
No es sorprendente que el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5), el manual de diagnóstico oficial de la psiquiatría, no incluya la ortorexia como un diagnóstico psiquiátrico (y eso que los psiquiatras aman hacer de cualquier cosa un trastorno mental). La más reciente edición dio a conocer que las rabietas de los niños de jardín de infantes son un trastorno, y que beber demasiado café o incluso tener un síndrome premenstrual muy doloroso podrían ser un trastorno mental. Con eso y todo, no dicen lo mismo de la ortorexia. “Los investigadores”, por ejemplo, “tenían la tendencia de seleccionar y elegir qué preguntas del ORTO-15 usar, y determinaban sus propios puntajes límite para establecer un diagnóstico”. Esto daba como resultado un “uso errático alarmante de la herramienta ORTO-15”, que fue diseñada para medir la ortorexia. En resumen, el test ORTO-15 “probablemente sea ineficaz para distinguir entre una conducta alimentaria saludable de una patológicamente saludable”, sin importar cuál sea la definición de esta última.
Hace poco, se introdujeron nuevos criterios. Dados los “índices de prevalencia imposiblemente altos”, ahora se ha puesto el foco en los problemas de salud relacionados con la dieta, como “la malnutrición, la pérdida de peso grave u otras complicaciones médicas resultantes de una dieta restrictiva”, que harían de esta, por definición, una dieta malsana. Imaginemos, como ejemplo, el trágico caso de una persona que intenta sobrevivir consumiendo apenas unas pocas cucharadas de arroz y vegetales y termina postrada en cama. Si quieren llamar ortorexia a eso, muy bien, pero uno no puede evitar preguntarse si ese caso podría haber estado afectado por un diagnóstico psiquiátrico real, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
Si a eso le sumamos los criterios adversos de salud, la prevalencia de la ortodexia se desploma a menos del 0,5 por ciento, un número bastante más razonable. Lo curioso es que aquellas personas que llevaban una alimentación vegana presentaron los puntajes patológicos más bajos en dicha muestra. Sin embargo, esto podría deberse simplemente a que se toman la alimentación saludable con menos seriedad, y cuando van de compras prefieren llevar una dona vegana en lugar de una sopa de lentejas.