¿Puede el aroma de los aceites esenciales de madera replicar los efectos estimulantes del sistema inmunológico que se obtienen al caminar por un bosque?
Los estudios sobre los efectos del “baño de bosque”, o shinrin-yoku en japonés, “una práctica tradicional que consiste en visitar un bosque y respirar su aire,” han encontrado que “puede inducir un aumento significativo en el número y la actividad de los linfocitos citolíticos naturales (NK)” que puede durar hasta un mes. Y porque los linfocitos citolíticos naturales son una de las formas en que nuestro cuerpo combate el cáncer eliminando las células tumorales, los “hallazgos sugieren que visitar parques forestales puede tener un efecto preventivo en la generación y progresión del cáncer.” ¿Cómo? “¿Por qué el entorno del bosque aumenta la actividad de los linfocitos citolíticos naturales en los seres humanos? ¿Qué tipo de factores en el ambiente del bosque activan los linfocitos citolíticos naturales?” ¿Qué es lo que hace especial al entorno del bosque?
Una posibilidad es que el aumento en la actividad de estas células esté relacionado con una reducción del estrés. Si medimos la cantidad de adrenalina circulando en el cuerpo de las personas, ¿pasar tiempo en un bosque—pero no en una ciudad—reduce los niveles de adrenalina? Sí, como puedes ver en el minuto 0:58 de mi video Aumentar la función anticáncer de las células NK con los baños de bosque.
Sin embargo, si se añade un poco de adrenalina a células sanguíneas humanas en una placa de Petri, no parece haber ningún efecto en los linfocitos citolíticos naturales. El cortisol, la hormona del estrés, en cambio, suprime drásticamente la actividad de los linfocitos citolíticos naturales, como se muestra a continuación y en el minuto 1:09 de mi video. Entonces, ¿podría estar relacionado con el hecho de que estar en el bosque reduce el estrés y los niveles de cortisol, lo que libera a los linfocitos citolíticos naturales de su control y nos da un impulso?
Sabemos que estar rodeados de naturaleza puede reducir los niveles de cortisol en la saliva, pero ¿qué pasa con el torrente sanguíneo? Los investigadores encontraron una reducción significativa de la hormona del estrés después de una excursión de un día al bosque. Una semana después, el cortisol estaba volviendo a la normalidad, como puedes ver aquí y en el minuto 1:30 de mi video, pero en algunos casos, los efectos del bosque parecían durar hasta un mes entero. ¿Hay algo más que pueda provocar un cambio a largo plazo en el sistema inmunológico?
Tal vez hemos estado perdiendo el contacto con algunos de nuestros “viejos amigos”. Si se toma una muestra del aire exterior, se puede encontrar una gran cantidad de microorganismos provenientes del suelo y el agua que flotan en el ambiente, pero que están ausentes en el aire de interiores. (El aire en interiores está dominado por organismos que viven en nosotros o intentan atacarnos.) Así que, en el día a día, para mantener nuestro sistema inmunológico en estado de alerta, “podría no ser suficiente encontrarse solo con la microbiota sesgada del entorno interior sintético moderno que carece de algunos de los viejos amigos y probablemente se asemeja muy poco a la microbiota con la que nos encontramos a lo largo de nuestra historia evolutiva,” los microbios con los que hemos convivido durante millones de años.
O tal vez sean las propias plantas. Quizás sea el aroma del bosque. Los árboles producen compuestos volátiles aromáticos llamados fitoncidas, como el pineno, que podemos inhalar cuando estamos en el bosque. ¿Estos compuestos realmente llegan a nuestro torrente sanguíneo? En efecto, después de pasar una hora en el bosque, los niveles de pineno que circulan en nuestro organismo se multiplican aproximadamente por seis. Para conectar todos los puntos, las fitoncidas como el pineno—esos aceites esenciales de la madera—tendrían que inducir la actividad de los linfocitos citolíticos naturales en los seres humanos. ¿Y adivina qué? El título del estudio lo dice todo: “Las fitoncidas (aceites esenciales de la madera) inducen la actividad de los linfocitos citolíticos naturales en los seres humanos.” Si se colocan linfocitos citolíticos naturales en una placa de Petri junto con células de leucemia, nuestras células NK pueden eliminar algunas de las células cancerosas. Pero si se añade un poco de ciprés, cedro blanco, eucalipto o pino, las células cancerosas no tienen ninguna oportunidad, como se muestra a continuación y en el minuto 3:14 de mi video.
Una combinación de aromas de madera mejoró la recuperación de ratones sometidos a estrés extremo, pero este es el estudio que estaba buscando: “Efecto de las fitoncidas de los árboles en la función de los linfocitos citolíticos naturales en los seres humanos.” Si queremos saber si el ingrediente mágico es la fragancia del bosque, veamos si podemos obtener el mismo aumento en la actividad de los linfocitos citolíticos naturales simplemente vaporizando un poco de aceite esencial de uno de los árboles en una habitación de hotel durante la noche. ¡Funcionó! Hubo un aumento significativo en la actividad de los linfocitos citolíticos naturales, como se muestra aquí y en el minuto 3:40 de mi video.
Solo la actividad de los linfocitos citolíticos naturales aumentó, no la cantidad de estas células, mientras que estar en un bosque real puede elevar ambas. Así que, quizás, sea una combinación de la fragancia de los árboles y la reducción de los niveles de cortisol trabajando en conjunto.
Irónicamente, estos compuestos fitoncidas forman parte del propio sistema inmunológico de los árboles, que podríamos aprovechar a nuestro favor. Como se muestra en el minuto 4:05 de mi video, los investigadores especulan que estos compuestos podrían estar relacionados con el hecho de que las regiones de Japón con mayor cobertura forestal parecen tener tasas de mortalidad más bajas por cáncer de mama y cáncer de próstata. De hecho, se ha descubierto que estar en la naturaleza es una “estrategia importante de afrontamiento entre los pacientes con cáncer”, pero quizás nos ayude a sobrellevarlo mejor gracias a la fragancia de los árboles.
Quizás recuerdes que ya traté este tema en ¿Es bueno para la salud el pasar tiempo en la naturaleza?.
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