La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Malu Belén.
Más de la mitad de las personas que padecen síndrome del intestino irritable (SII) parecen tener alguna forma de alergia alimentaria atípica.
El síndrome del intestino irritable es un trastorno gastrointestinal crónico que afecta aproximadamente a una de cada diez personas. Es posible que hayas oído hablar de las dietas bajas en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (FODMAP), pero no parecen ser más eficaces que el consejo estándar de evitar cosas como el café o las comidas picantes y grasosas. De hecho, es difícil distinguir cuál es cuál, como se muestra a continuación y en el minuto 0:27 de mi video El ayuno para el síndrome del intestino irritable.
No obstante, la mayoría de los pacientes con SII parecen reaccionar a alimentos específicos, como huevos, trigo, lácteos o salsa de soja, pero cuando se les realizan pruebas de punción cutánea para alergias alimentarias típicas, puede que los resultados sean negativos. Queremos saber qué sucede dentro del intestino de esos pacientes cuando comen esas cosas, no qué les sucede en la piel. Veamos algo sobre endomicroscopía láser confocal.
Se puede introducir un microscopio por la garganta hasta el intestino y observar en tiempo real cómo la pared intestinal se inflama y se vuelve permeable después de introducir alimentos. ¿No es fascinante? Puedes realmente ver de qué manera se forman grietas en cuestión de minutos, como se muestra a continuación y en el minuto 1:03 de mi video. Sin embargo, hasta ahora esto nunca se había probado en un grupo grande de pacientes con SII.
Utilizando esta nueva tecnología, los investigadores descubrieron que más de la mitad de quienes padecen SII tienen este tipo de reacción a diversos alimentos: “una alergia alimentaria atípica” que pasa desapercibida en las pruebas de alergia tradicionales. Como puedes ver aquí y en el minuto 1:28 de mi video, cuando no incluyes esos alimentos en la dieta, hay un alivio significativo de los síntomas.
Sin embargo, fuera del ámbito de la investigación, no hay forma de saber qué alimentos son los culpables sin probar una dieta de exclusión, y no hay mayor dieta de exclusión que excluirlo todo. Una mujer de 25 años se había quejado de dolor abdominal, inflamación y diarrea durante un año, y los medicamentos no parecían ayudar. Pero, después de ayunar durante diez días, sus síntomas mejoraron considerablemente. Y, 18 meses después, la mejoría no había desaparecido. Y no era solo una mejoría subjetiva. Se tomaron biopsias que mostraron que la inflamación había disminuido, se midió directamente la irritabilidad intestinal y se insertaron globos expansivos y electrodos en el recto para medir los cambios en la sensibilidad a la presión y la estimulación eléctrica. El ayuno pareció reiniciar el intestino de alguna manera. No obstante, que haya tenido resultados positivos para ella no significa que sirva para otras personas. Los informes de casos son más útiles cuando inspiran a los investigadores a ponerlos a prueba.
“A pesar de los esfuerzos de investigación para desarrollar una cura para el SII, el tratamiento médico para esta enfermedad aún no es satisfactorio”. Podemos intentar suprimir los síntomas con medicamentos, pero ¿qué hacemos cuando ni siquiera eso sirve? Por ejemplo, 58 pacientes con SII, dentro de un estudio que incluía 84 personas, no respondieron al tratamiento básico (que consistía en farmacoterapia y psicoterapia breve). De esos 58 pacientes, 36 que todavía sufrían la enfermedad se sometieron a diez días de ayuno, mientras que los otros 22 continuaron con el tratamiento básico. ¿Cuáles fueron los resultados? Los del grupo de ayuno experimentaron grandes mejorías en el dolor abdominal, la inflamación, la diarrea, la pérdida de apetito, las náuseas, la ansiedad y la interferencia con la vida en general. Estos resultados fueron significativamente mejores que en el grupo de control. Los investigadores concluyeron que la terapia de ayuno “podría ser útil para tratar a pacientes con SII de moderado a severo”.
Lamentablemente, la asignación de pacientes no fue ni ciega ni aleatoria en el estudio, por lo que la comparación con el grupo de control no significa mucho. También les administraron vitaminas B1 y C por vía intravenosa, lo que parece típico de los ensayos de ayuno japoneses, aunque sería de esperar que los síndromes de deficiencia de vitaminas (beriberi o escorbuto) se presentaran dentro de solo diez días de ayuno. Los participantes del estudio también fueron aislados; ¿podría eso hacer que la psicoterapia tuviera un efecto mejor? Es difícil determinar los efectos del ayuno en sí mismo.
La psicoterapia por sí sola puede proporcionar beneficios duraderos. Los investigadores asignaron aleatoriamente a 101 pacientes ambulatorios con síndrome del intestino irritable a tratamiento médico o tratamiento médico con tres meses de psicoterapia. Después de tres meses, el grupo de psicoterapia obtuvo mejores resultados, y la diferencia fue aún más pronunciada un año después, cuando había transcurrido un año de haber terminado la psicoterapia. Mejor a los 3 meses, e incluso mejor a los 15 meses, como puedes ver aquí y en el minuto 3:58 de mi video.
Los enfoques psicológicos parecen dar tan buenos resultados como los medicamentos antidepresivos para el SII. Pero la respuesta placebo para el SII es de un 40 %, ya sea mediante intervenciones psicológicas, medicamentos o enfoques de medicina alternativa. Entonces, no hacer nada (tomar una pastilla de azúcar) mejora los síntomas el 40 % de las veces. En ese caso, creo que uno podría elegir una terapia económica, segura, simple y libre de efectos secundarios. Por cierto, el ayuno prolongado no es esa terapia. Pero, si todo lo demás falla, puede que valga la pena explorar la posibilidad de ayunar bajo estrecha supervisión médica.