La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María Clara Bori.
El primer estudio en la historia sobre la incidencia de apoplejía en vegetarianos y veganos sugiere que pueden tener un mayor riesgo.
“Cuando se trata de las intervenciones disponibles para prevenir una apoplejía, clasificadas en orden de importancia, las tres más importantes son probablemente la alimentación, dejar de fumar y controlar la presión arterial”. Hoy en día, a la mayoría de nosotros le va bastante bien si de no fumar se trata, pero menos de la mitad se ejercita lo suficiente. Y, según la Asociación Americana del Corazón, solo 1 de cada 1000 estadounidenses lleva una dieta saludable y menos de 1 de cada 10 lleva una dieta moderadamente saludable, como se puede ver a continuación y en el minuto 0:41 en mi video ¿Es verdad que los vegetarianos tienen un mayor riesgo de apoplejía? ¿Por qué nos importa esto? Importa porque “[la] dieta es una parte importante en la prevención de la apoplejía. Reducir la ingesta de sodio, evitar consumir yemas de huevo, limitar el consumo de carne (en particular la carne roja) y aumentar la ingesta de granos integrales, frutas, verduras y lentejas… Al igual que la industria del azúcar, las industrias de la carne y los huevos gastan cientos de millones de dólares en publicidad, lamentablemente con mucho éxito”.
El estudio agrega: “El recuadro 1 proporciona enlaces a información sobre el tema”. Me entusiasmó hacer clic en el hipervínculo del “Recuadro 1” y me sentí honrado de ver cuatro enlaces a mis videos sobre la publicidad de la industria del huevo, como puedes ver a continuación y en el minuto 1:08 en mi video.
La evidencia más fuerte para la protección contra apoplejía radica en aumentar la ingesta de frutas y verduras, pero hay más incertidumbre sobre “el papel de los granos integrales, los productos de origen animal y los patrones alimenticios”, como las dietas vegetarianas. Uno esperaría que las dietas sin carne tuvieran resultados excelentes. Los metanálisis han encontrado que las dietas vegetarianas reducen el colesterol y la presión arterial, así como mejoran la pérdida de peso y el control del azúcar en sangre, y las dietas veganas pueden ofrecer resultados aún mejores. Todos los biomarcadores clave apuntan en la dirección correcta. Dado esto, puede que te sorprenda saber que no había ningún estudio sobre la incidencia de apoplejía en vegetarianos y veganos hasta ahora. Y, si eso te sorprende, espera hasta escuchar los resultados.
“Riesgos de enfermedad cardíaca isquémica y apoplejía en carnívoros, pescetarianos y vegetarianos durante 18 años de seguimiento: resultados del estudio prospectivo EPIC-Oxford”. Los vegetarianos presentaron menores casos de enfermedades cardíacas (con esto, los investigadores se referían a vegetarianos y veganos combinados). No me sorprende. Ya lo sabía. Pero hubo más casos de apoplejía, como se puede ver a continuación y en el minuto 2:14 de mi video.
Una reacción comprensible podría ser: Espera un segundo, ¿quién hizo este estudio? ¿Hubo conflictos de interés? De hecho, esto es EPIC-Oxford, son investigadores de clase mundial cuyos conflictos de interés son más propensos a decir: “Soy miembro de la Vegan Society”.
¿Qué hay del sobreajuste? Cuando se analizaron los números en un periodo de diez años, los investigadores encontraron quince casos de apoplejía por cada 1000 carnívoros, en comparación con solo nueve casos por cada 1000 vegetarianos y veganos, como puedes ver a continuación y en el minuto 2:41 de mi video. En ese caso, ¿cómo pueden decir que hubo más casos en los vegetarianos? Obtuvieron este número luego de ajustar por una variedad de factores. Los vegetarianos eran menos propensos a fumar, por ejemplo, por lo que sería necesario quitar ese factor ajustando por el tabaquismo para comparar efectivamente el riesgo de apoplejía de vegetarianos no fumadores con carnívoros no fumadores. Si quieres saber cómo una dieta vegetariana afecta las tasas de apoplejía, es necesario cancelar estos factores no relacionados con la dieta. A veces, sin embargo, se puede sobreajustar.
La industria del azúcar hace esto todo el tiempo. Funciona así: imagina que acabas de recibir una subvención de la industria de refrescos para estudiar el efecto de los refrescos en la epidemia de obesidad infantil. ¿Qué podrías hacer después de analizar todos los estudios para llegar a la conclusión de que el efecto del consumo de bebidas azucaradas es “casi nulo” sobre el peso corporal? Bueno, dado que sabes que beber azúcar líquida puede llevar a un exceso de calorías y esto, a su vez, a la obesidad, si controlas las calorías, si controlas un factor que está en la cadena causal, efectivamente comparando solo a los bebedores de refrescos que consumen el mismo número de calorías que los no bebedores de refrescos, entonces podrías socavar el efecto refresco-obesidad, y eso es exactamente lo que hicieron. Ese es el “sesgo de sobreajuste“. En lugar de solo controlar un factor no relacionado, se controla una variable intermedia en la vía causa-efecto entre la exposición y el resultado.
Se acusa a los investigadores financiados por la industria de la carne y los lácteos de usar el sobreajuste para “ocultar las verdaderas asociaciones” entre la grasa saturada y las enfermedades cardiovasculares. Sabemos que la grasa saturada aumenta el colesterol, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Por lo tanto, si se controla el colesterol, y solo se compara a los que comen grasa saturada con los que tienen los mismos niveles de colesterol que los que no comen grasa saturada, se podría socavar el efecto de la grasa saturada sobre la enfermedad cardíaca.
Volvamos al estudio EPIC-Oxford. Dado que llevar una dieta vegetariana reduce la presión arterial, y una menor presión arterial reduce los casos de apoplejía, controlar la presión arterial sería un sobreajuste, y se estaría comparando efectivamente solo a los vegetarianos con los carnívoros con la misma presión arterial baja. Esto no es justo, ya que la presión arterial baja es uno de los beneficios de las dietas vegetarianas, no un factor no relacionado como lo es el tabaquismo. Entonces, eso socavaría el efecto protector. ¿Es eso lo que hicieron los investigadores? No. Solo ajustaron por factores no relacionados, como la educación, la clase socioeconómica, el tabaquismo, el ejercicio y el consumo de alcohol. Eso es lo que se busca. Se busca distinguir los efectos de una dieta vegetariana sobre el riesgo de apoplejía. Se busca tratar de igualar todos los demás factores para identificar los efectos relacionados a la dieta. Y, dado que los carnívoros en el estudio eran en promedio diez años mayores que los vegetarianos, puedes ver cómo los vegetarianos podrían tener peores resultados después de ajustar por ese factor. Dado que el riesgo de apoplejía puede aumentar exponencialmente con la edad, puedes ver cómo nueve apoplejías cada 1000 vegetarianos de 40 años podrían ser peores que quince apoplejías cada 1000 carnívoros de 50 años.
El hecho de que los vegetarianos tuvieran un mayor riesgo de apoplejía a pesar de presentar una presión arterial más baja sugiere que hay algo en las dietas sin carne que aumenta tanto el riesgo de apoplejía que se cancelan los beneficios de la presión arterial más baja, pero incluso si eso fuera cierto, aún así es buena idea alimentarte de esa manera. Como puedes ver a continuación y en el minuto 6:16 en mi video, la apoplejía es la quinta causa principal de muerte en Estados Unidos, mientras que las enfermedades cardíacas son la número uno.
Entonces, sí, en el estudio, hubo más casos de apoplejía en vegetarianos, pero hubo menos casos de enfermedades cardíacas, como puedes ver a continuación y en el minuto 6:29 de mi video. Si algo está aumentando el riesgo de apoplejía en vegetarianos, sería bueno saber qué, con la esperanza de descubrir cómo obtener lo mejor de ambos mundos. Esta es la pregunta que abordaremos a continuación.
Este es el tercer video de una serie de 12 videos sobre el riesgo de apoplejías. Podrás encontrar enlaces al resto de videos en las publicaciones relacionadas más abajo.