La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Carmen Otero.
Se pone a prueba la chlorella en enfermedades hepáticas, colesterol y desintoxicación de carcinógenos.
“La depresión es un trastorno mental debilitante que produce un deterioro grave en la calidad de vida”, pero como he comentado en otras ocasiones, los medicamentos no funcionan especialmente bien y tienen muchos efectos secundarios. “Por eso es necesario buscar agentes antidepresivos alternativos con la eficacia y seguridad adecuadas”. Bueno, hay un alga verde llamada chlorella que “se ha utilizado como suplemento dietético y medicina alternativa en países del Lejano Oriente durante cientos de años”. ¿Por qué no ponerlo a prueba?
Uno de los estudios que repaso en mi video llamado Friday Favorites: La desintoxicación con chlorella es un ensayo controlado aleatorizado de la chlorella en pacientes con depresión severa. A los sujetos se les asignó al azar o la terapia estándar o la terapia estándar con 1800 mg de chlorella, que es aproximadamente 3/4 de una cucharadita al día. Los investigadores descubrieron que los sujetos que tomaron chlorella obtuvieron mejoras significativas en “los síntomas físicos y cognitivos de la depresión, así como la ansiedad…” ¡Guau!
Vale, pero ¿qué palabra falta en el título del estudio “Un ensayo controlado aleatorio con chlorella?”. Lo que buscamos es un ensayo controlado aleatorio con placebo. En el estudio, los investigadores compararon los pacientes de la chlorella con los que no recibían nada. La mitad de los sujetos recibió un tratamiento especial (con chlorella) mientras que la otra mitad no recibió absolutamente nada. Ese es el método adecuado para que el efecto placebo funcione, sobre todo cuando los resultados a medir son básicamente sentimientos subjetivos. Ahora podría argumentar: “esa cantidad de chlorella sólo costaría unos 10 céntimos/centavos al día, es saludable para ti de todos modos y la depresión es una enfermedad muy grave. ¿Por qué no darle una oportunidad? Buenos argumentos, pero aún así me gustaría saber si realmente funciona o no.
Podemos recordar otro estudio sobre la chlorella, que he mencionado anteriormente, donde había un problema similar, pero al menos tuvo un resultado objetivo cuantificable: una disminución significativa en la inflamación del hígado. Sin embargo, ese estudio tampoco tuvo un grupo de control, por lo que es posible que los sujetos mejorasen solos por alguna razón.
Lo que necesitamos es un ensayo controlado, aleatorizado, doble ciego con placebo de chlorella para la enfermedad hepática… y finalmente lo conseguimos. Y no cualquier enfermedad hepática, sino la enfermedad del hígado graso no alcohólico que, gracias a la pandemia de la obesidad, ahora afecta a 1 de cada 4 personas en todo el mundo. Veamos si 1200 mg de chlorella ayudará (aproximadamente media cucharadita diaria, que cuesta alrededor de 5 céntimos/centavos al día). Como puedes ver en el minuto 2:21 de mi video, los investigadores observaron reducciones significativas en la inflamación del hígado, tal vez porque los sujetos perdieron mucho más peso, aproximadamente medio kilo por semana durante 8 semanas, lo cual explicaría la mejora significativa en los niveles de azúcar en sangre en ayunas que también descubrieron. Los investigadores concluyen que la chlorella tiene “efectos significativos de reducción de peso” con “mejoras significativas” en la función hepática.
¿Qué tal un estudio doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo de chlorella para el colesterol? “En comparación con el grupo de control, el grupo de chlorella mostró notables cambios en el colesterol total…” ¿Cómo de notables fueron los cambios? Sólo un 1,6%, lo cual parece bastante normal. Y eso teniendo en cuenta que el estudio evaluó el colesterol total. Si observamos lo realmente importante, el colesterol LDL (el malo), no hubo ningún cambio, tal y como puedes ver a continuación en el minuto 3:01 de mi video. Afortunadamente eso no es lo que descubrieron otros estudios. En un metanálisis para ver el colesterol de 19 ensayos controlados aleatorios de chlorella con cientos de sujetos, descubrieron que aquellos que tomaron chlorella redujeron su colesterol LDL 8 puntos de media e incluso su presión arterial se redujo algunos puntos. La fórmula mágica parece ser 4 gramos o más al día durante al menos 8 semanas, que serían unas 2 cucharaditas diarias. Eso es mucha chlorella, pero si puedes encontrar una forma de hacerla más apetecible, podría ayudar.
En un estudio más reciente de colesterol dietético, doble ciego, aleatorio y controlado con placebo (todo un desafío), los investigadores hicieron que 34 sujetos del estudio comieran 3 huevos al día (un total de 510 mg de colesterol dietético) con unas pocas cucharadas de chlorella o placebo durante 4 semanas. Como puedes ver en el minuto 3:57 de mi video, a los participantes les aumentó un 14% el colesterol LDL comiendo sólo huevos, pero si añadían chlorella, era significativamente menor. Por lo tanto, chlorella puede desempeñar “un papel útil en el mantenimiento de niveles saludables de colesterol en sangre”, aunque también funcionaría no comer 3 huevos diarios.
Eso me recuerda a otro estudio que se realizó “para evaluar la capacidad de la chlorella vulgaris para desintoxicar de los HCA cancerígenos” que son aminas heterocíclicas, las sustancias químicas que causan cáncer que se crean cuando se fríe, hornea o asa carne. La chlorella pareció reducir los niveles de uno de los carcinógenos de la carne cocida que fluye a través de los sujetos, pero no alcanzó una significancia estadística, tal y como se ve en el minuto 4:27 de mi video.
¿Qué pasa con los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), otra clase de compuestos cancerígenos que se encuentran especialmente en las carnes ahumadas y los cigarrillos que “incluyen numerosos carcinógenos genotóxicos (que dañan el ADN)”? Una vez más, la chlorella parecen que ayuda a reducir dichos niveles, aunque no de forma significativa. Aun así, si vas a desayunar huevos con jamón, intenta agregar también mucha chlorella para convertirlo en huevos verdes con jamón.