Conservar la inmunidad de los atletas con chlorella

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Las algas verdes, chlorella, pueden ayudar a atenuar la caída de la función inmune de anticuerpos asociada con el ejercicio excesivo.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

Las mujeres sedentarias que comienzan a caminar enérgicamente en una caminadora 45 minutos al día durante unos meses pueden reducir a la mitad su riesgo de contraer infecciones del tracto respiratorio superior. Pero, ¿cómo mejora el ejercicio nuestro sistema inmunológico?

Aproximadamente el 95% de todas las infecciones inician en las superficies mucosas: como nuestros ojos, nariz y boca, que están protegidos por anticuerpos como IgA y proporcionan una barrera inmunológica neutralizando y previniendo que los patógenos virales penetren el cuerpo. El IgA en nuestra saliva, por ejemplo, es la primera línea de defensa contra las infecciones de las vías respiratorias como la neumonía y la influenza.

El ejercicio aeróbico moderado, incluso sólo 30 minutos en el gimnasio tres veces a la semana, puede suficiente para aumentar significativamente los niveles de IgA y disminuir significativamente el riesgo de contraer síntomas similares a la gripe.

Pero hemos sabido por mucho tiempo que el ejercicio prolongado pesado puede reducir la resistencia a las enfermedades infecciosas, lo cual se manifiesta por un aparente incremento de dos a seis veces en los síntomas de infecciones del tracto respiratorio superior durante varias semanas después de correr un maratón.

Incluso una sola sesión de ejercicio extenuante puede disminuir los niveles de IgA. Un día después de iniciar una competición internacional, por ejemplo, jugadores de fútbol de élite sufrieron una baja significativa en la secreción de IgA. Atletas de carreras de yates que entrenaban para la Copa America y que contrajeron infecciones del tracto respiratorio superior durante el entrenamiento, tenían concentraciones significativamente bajas de IgA. Aquellos con niveles más altos tuvieron menos infecciones. Al hacer esta medición en función del tiempo, se apreciar la reducción en los niveles de IgA antes de la infección. Además, un índice de fatiga simple parece reflejar cambios en la inmunidad salival. Al preguntar a los participantes del estudio: “¿Qué tan descansado te sientes?” Los que informaron sentirse peor de lo normal tenían niveles significativamente más bajos de IgA.

Se recomienda a los entrenadores deportivos que monitoreen la función inmune, ya que la enfermedad podría conducir en última instancia a una disminución en el rendimiento. Por lo tanto, puede ser necesario tomar medidas protectoras para, por ejemplo, minimizar el contacto con virus gripales. Pero la razón por la que sólo lavarse las manos o usar una máscara no es suficiente para los atletas, es porque las infecciones del tracto respiratorio superior a menudo son provocadas por reactivaciones de virus ya latentes dentro de nuestros cuerpos como el virus Epstein-Barr (EBV), y tan pronto como nuestra función inmune baja, el virus se reactiva. Los niveles de IgA bajan el día antes de que el EBV salga de su escondite y cause un aumento en los síntomas. Estos resultados sugieren que la aparición de síntomas correspondientes a infecciones en el tracto respiratorio superior está asociada con la reactivación del EBV y la reducción de la IgA salivar durante el entrenamiento.

Entonces, ¿cómo se puede preservar la inmunidad en los atletas? Bueno, ya he hablado de la eficacia de usar un hongo unicelular (la levadura nutricional) para fortalecer el sistema inmunológico de los atletas. ¿Qué hay de una planta unicelular?

Un estudio japonés encontró que las concentraciones de IgA en la leche materna podían aumentarse si las madres consumían chlorella, una alga verde unicelular de agua dulce vendida como polvo o comprimida en tabletas. ¿Qué pasa con otras partes del cuerpo? Treinta tabletas de chlorella al día durante un mes aumentaron la secreción de IgA en la boca también. ¿Pero eso realmente ayuda de una manera clínicamente significativa? Un grupo de investigadores candienses trató de ver si podían aumentar la eficacia de las inyecciones contra la gripe, pero un suplemento dietético derivado de la chlorella al parecer no tuvo ningún efecto. Sin embargo, el grupo estaba usando un extracto purificado de chlorella, no chlorella real.

Pero, ¿qué pasa si a los atletas se les da chlorella durante los campamento de entrenamiento, donde son sometidos a actividad física de alta intensidad y convivencia cercana —perfecta para la infección? En este estudio, el entrenamiento era tan intenso que los niveles de IgA disminuyeron significativamente, pero no en aquellos que recibieron chlorella cada día. Por lo tanto, la ingesta de chlorella puede atenuar la disminución de IgA durante el entrenamiento atlético.

La transcripción del audio original fue realizada por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Roselyn Torres y Leslie Salas.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Créditos de las imágenes: abolotnov y Christa via Flickr.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

Las mujeres sedentarias que comienzan a caminar enérgicamente en una caminadora 45 minutos al día durante unos meses pueden reducir a la mitad su riesgo de contraer infecciones del tracto respiratorio superior. Pero, ¿cómo mejora el ejercicio nuestro sistema inmunológico?

Aproximadamente el 95% de todas las infecciones inician en las superficies mucosas: como nuestros ojos, nariz y boca, que están protegidos por anticuerpos como IgA y proporcionan una barrera inmunológica neutralizando y previniendo que los patógenos virales penetren el cuerpo. El IgA en nuestra saliva, por ejemplo, es la primera línea de defensa contra las infecciones de las vías respiratorias como la neumonía y la influenza.

El ejercicio aeróbico moderado, incluso sólo 30 minutos en el gimnasio tres veces a la semana, puede suficiente para aumentar significativamente los niveles de IgA y disminuir significativamente el riesgo de contraer síntomas similares a la gripe.

Pero hemos sabido por mucho tiempo que el ejercicio prolongado pesado puede reducir la resistencia a las enfermedades infecciosas, lo cual se manifiesta por un aparente incremento de dos a seis veces en los síntomas de infecciones del tracto respiratorio superior durante varias semanas después de correr un maratón.

Incluso una sola sesión de ejercicio extenuante puede disminuir los niveles de IgA. Un día después de iniciar una competición internacional, por ejemplo, jugadores de fútbol de élite sufrieron una baja significativa en la secreción de IgA. Atletas de carreras de yates que entrenaban para la Copa America y que contrajeron infecciones del tracto respiratorio superior durante el entrenamiento, tenían concentraciones significativamente bajas de IgA. Aquellos con niveles más altos tuvieron menos infecciones. Al hacer esta medición en función del tiempo, se apreciar la reducción en los niveles de IgA antes de la infección. Además, un índice de fatiga simple parece reflejar cambios en la inmunidad salival. Al preguntar a los participantes del estudio: “¿Qué tan descansado te sientes?” Los que informaron sentirse peor de lo normal tenían niveles significativamente más bajos de IgA.

Se recomienda a los entrenadores deportivos que monitoreen la función inmune, ya que la enfermedad podría conducir en última instancia a una disminución en el rendimiento. Por lo tanto, puede ser necesario tomar medidas protectoras para, por ejemplo, minimizar el contacto con virus gripales. Pero la razón por la que sólo lavarse las manos o usar una máscara no es suficiente para los atletas, es porque las infecciones del tracto respiratorio superior a menudo son provocadas por reactivaciones de virus ya latentes dentro de nuestros cuerpos como el virus Epstein-Barr (EBV), y tan pronto como nuestra función inmune baja, el virus se reactiva. Los niveles de IgA bajan el día antes de que el EBV salga de su escondite y cause un aumento en los síntomas. Estos resultados sugieren que la aparición de síntomas correspondientes a infecciones en el tracto respiratorio superior está asociada con la reactivación del EBV y la reducción de la IgA salivar durante el entrenamiento.

Entonces, ¿cómo se puede preservar la inmunidad en los atletas? Bueno, ya he hablado de la eficacia de usar un hongo unicelular (la levadura nutricional) para fortalecer el sistema inmunológico de los atletas. ¿Qué hay de una planta unicelular?

Un estudio japonés encontró que las concentraciones de IgA en la leche materna podían aumentarse si las madres consumían chlorella, una alga verde unicelular de agua dulce vendida como polvo o comprimida en tabletas. ¿Qué pasa con otras partes del cuerpo? Treinta tabletas de chlorella al día durante un mes aumentaron la secreción de IgA en la boca también. ¿Pero eso realmente ayuda de una manera clínicamente significativa? Un grupo de investigadores candienses trató de ver si podían aumentar la eficacia de las inyecciones contra la gripe, pero un suplemento dietético derivado de la chlorella al parecer no tuvo ningún efecto. Sin embargo, el grupo estaba usando un extracto purificado de chlorella, no chlorella real.

Pero, ¿qué pasa si a los atletas se les da chlorella durante los campamento de entrenamiento, donde son sometidos a actividad física de alta intensidad y convivencia cercana —perfecta para la infección? En este estudio, el entrenamiento era tan intenso que los niveles de IgA disminuyeron significativamente, pero no en aquellos que recibieron chlorella cada día. Por lo tanto, la ingesta de chlorella puede atenuar la disminución de IgA durante el entrenamiento atlético.

La transcripción del audio original fue realizada por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Roselyn Torres y Leslie Salas.

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Créditos de las imágenes: abolotnov y Christa via Flickr.

Nota del Doctor

Hay, sin embargo, una advertencia para el uso de la chlorella. Ve mi último video sobre chlorella  Tratar la Hepatitis C con Chlorella para decidir si los beneficios superan los riesgos.

Aquí está el estudio de levadura nutricional que mencioné: Conservar la función inmunitaria de los atletas con levadura nutricional.

He aquí algunas otras maneras de disminuir el riesgo de infecciones del tracto respiratorio superior: 

La manera más cínica de proteger tu función inmune, sin embargo, se puede encontrar en este video: ¿Son los gatos o los perros más protectores de la salud de tus hijos?

¿Qué más puede hacer el ejercicio? Mira Una vida más larga a unos pasos and Ejercicio versus antidepresivos.

Más sobre cómo cosechar los maravillosos beneficios del ejercicio en:

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