Friday Favorites: Cómo comprar, manejar y guardar pollo

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Verónica Núñez y Hermes Roca voluntarios en NutritionFacts.org.

En el año 2017, un estudio de más de mil brotes de intoxicación alimentaria determinó que las aves de corral, específicamente el pollo, era el culpable más común, destacando el papel de las aves de corral como una fuente importante de intoxicaciones alimentarias en los Estados Unidos. El pescado fue segundo; la ternera fue la tercera. Pero ¿no son las personas más propensas a pedir hamburguesas en vez de sándwich de pollo? Sí, pero el mayor problema no es cocinar, sino el manejo, tanto en casa como en la tienda.

Se realizó un estudio de compras para determinar el comportamiento real de los consumidores que compraron productos crudos de aves de corral. ¿Qué descubrieron? No se encontraron ni el desinfectante para manos ni las toallitas húmedas en las secciones de carne del 71% de las tiendas de comestibles que fueron visitadas. Incluso cuando estaban ahí, solo un participante (de los 96 que siguieron) lo usó. Por lo tanto, es importante educar a los compradores sobre la importancia de usar desinfectante de manos en la sección de carne después de tocar paquetes de aves de corral, porque las bacterias que provocan la intoxicación alimentaria pueden llegar al exterior del paquete. Las bolsas de plástico estaban disponibles en la mayoría de las secciones de carne, pero solo una cuarta parte de los compradores utilizó las bolsas para su compra de aves de corral en crudo. Los compradores suelen colocar las aves de corral directamente en la cesta principal del carrito de compras, donde podría entrar en contacto con productos frescos que pueden ser comidos en crudo como una ensalada o algo así.

Y luego, ¿a dónde van sus manos? No usaron ningún tipo de desinfectante, y además terminan agarrando el mango del carrito. Y debido a que no están practicando una buena higiene en las manos al manejar la carne de aves de corral en la sección de carnicería de la tienda de comestibles, podrían terminar contaminando una gran variedad de productos, resultado del contacto directo con sus manos. Tomar el carrito después haber tocado directamente el envase de aves de corral podría significar que el carrito de la compra se convierta en un factor de riesgo para Salmonella o Campylobacter para la próxima persona. La bacteria que potencialmente fue dejada en el carrito podría afectar a otros compradores, y no solo a la persona que ha comprado carne de aves de corral. Y así, algún comprador de col rizada después de seguir todas las precauciones de seguridad puede finalmente estar expuesto a la contaminación por aves de corral a través del carrito.

Además de tocar el carrito, los compradores carne de aves de corral también pueden tocar un artículo personal después de tocar un paquete de aves de corral crudas. Algo tan personal como sus propios hijos. Después de tocar el envase de aves de corral, el 31% de los compradores tocaron algún artículo personal, como su bolso, o sus propios hijos.

La mayoría salió de la tienda con aves de corral separado en su propia bolsa; sin embargo, la mayoría de los consumidores lo tomaron fuera de esta capa protectora cuando llegaron a casa. Y 1 de cada 3, colocó el paquete directamente en el mostrador antes de ponerlo en el congelador. Y la mayoría simplemente lo metió directamente, donde potencialmente podría estar en contacto con otros artículos. Menos de 1 en 5 consumidores almacenó correctamente las aves de corral crudas en el estante inferior dentro de un contenedor o recipiente sellado o bolsa de plástico. Siempre en la parte inferior, ya que si los jugos crudos tienen fugas podrían contaminar otros alimentos.

El siguiente error que la mayoría de las personas comete es que luego lava o enjuaga las aves de corral crudas antes de cocinarlo. Hasta el 90% de las personas dicen que lavan el pollo antes de cocinarlo, porque eso es a lo que están acostumbrados, y quieren “enjuagar la baba”. El problema es que la baba puede salpicar todo con un halo de contaminación de hasta 60 cm alrededor del fregadero. Mucha gente escuchó que no deberían de hacerlo, pero continuaban haciéndolo de todos modos.

Menos de 1 de cada 10 descongelaron las aves de corral como deberían, en un recipiente sellado o bolsa de plástico, sumergido en agua fría cambiando el agua cada 30 minutos.

¿Es mejor cortar las aves de corral crudas en una tabla para cortar de madera o una tabla de cortar de plástico? Ninguno de los dos es seguro, ya que ambas pueden contaminarse rápidamente.

Si no se usa un termómetro para alimentos esta es otra práctica potencialmente insegura, dado que el 70% de las piezas de pollo que fueron valoradas por los consumidores como “hechas” no habían llegado a la temperatura interna de cocción segura. En grupos focales, muchos participantes pensaban que los termómetros de comida eran innecesarios para determinar si la carne y las aves de corral estaban “cocinados debidamente” ya que habían estado “cocinando durante años sin haber adquirido una intoxicación alimentaria”.

Pero ¿alguna vez tuvieron gripe de 24 horas? No hay tal cosa como una gripe de 24 horas. Eso es probable que fuese un envenenamiento por comida. Gripe estomacal o infección estomacal eso es probablemente un envenenamiento por comida. ¿Alguna vez ha tenido una infección del tracto urinario? Hay múltiples líneas de evidencia indicando que las aves de corral son los animales responsables de almacenar bacterias que provocan las infecciones de tracto urinario, las cuales se depositan y esperan en el recto para después arrastrarse hacia arriba (tracto urinario). Hay más de un millón de infecciones por Salmonella y Campylobacter transmitidas por los alimentos cada año en los Estados Unidos. Aunque la mitad de los estadounidenses piensan que “no es muy común” adquirir una enfermedad transmitida por los alimentos debido a la forma en la que la comida se prepara en su hogar, estiman los expertos en seguridad alimentaria que el hogar es la ubicación principal donde ocurren brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos.

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Créditos de la imagen: USDA vía Flickr. La imagen ha sido modificada.

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