¿Cuáles son los mejores alimentos para la gingivitis y el mal aliento?

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.

Hablo sobre los mejores y peores alimentos para la inflamación de las encías y el mal aliento. 

Sí, las grasas saturadas producen una respuesta inflamatoria y, sí, la inflamación se reconoce como uno de los principales factores etiológicos subyacentes en la enfermedad periodontal. Eso podría explicar por qué moderar nuestra ingesta de carne y lácteos podría “promover la salud periodontal”, pero las dietas basadas en plantas no solo ofrecen niveles más bajos de grasas saturadas, colesterol y proteína animal. También tienen niveles más altos de carbohidratos complejos, fibra dietética, vitaminas, minerales, antioxidantes y fitoquímicos. Entonces, no sabemos con claridad cuál es el mecanismo. La ingesta de grasas saturadas se asocia con la progresión de la enfermedad periodontal, pero al mismo tiempo, la ingesta de fibra dietética podría ser protectora. De cualquier manera, no se sabe hasta que se lo pruebe.

Como discuto en mi video Los mejores alimentos para el mal aliento y la gingivitis, un estudio controlado aleatorizado investigó el efecto de una intervención dietética en la salud dental. A los 7 meses de edad, se aleatorizó a más de 1000 bebés, y a alrededor de la mitad se asignó a una ingesta baja en grasas saturadas y colesterol para ver si tendrían menos enfermedades cardíacas cuando crecieran. Aún son veinteañeros, pero, como niños y adolescentes, aquellos que se aleatorizaron a dietas más saludables terminaron con una mejor producción de saliva. Los investigadores les hicieron masticar cosas como cubos de cera, y aquellos que en la infancia tuvieron una dieta más saludable produjeron más saliva. “La saliva es esencial para el mantenimiento de la salud oral”, por ejemplo, al eliminar el azúcar y el ácido más rápido de nuestros dientes. Los investigadores “creen que el mayor aumento del flujo salival se debió a una mayor ingesta de alimentos ricos en fibra como granos, vegetales y frutas que requieren más masticación, lo que a su vez se sabe que aumenta la tasa de flujo salival”, la producción de saliva. ¿Es posible que los participantes de la dieta saludable estuvieran acostumbrados a producir más saliva? “En otras palabras… además de los beneficios generales para la salud, la fibra dietética también podría tener beneficios para la salud oral”, pero no se debe a la fibra por si sola, sino al acto de masticar.

Eso me recuerda otro estudio que reviso en mi video, en el que una sola comida alta en fibra fue capaz de reducir el mal aliento durante horas. La halitosis es causada por compuestos de azufre gaseosos que son producidos por un cierto tipo de bacterias concentradas en la parte posterior de nuestra lengua. Cuando comemos, la razón por la que el mal aliento mejora podría ser “debido a la ‘autolimpieza’ de la boca mientras se mastica la comida”. Por lo tanto, tiene sentido que los alimentos que necesitan ser masticados de manera más intensa tengan un efecto de autolimpieza más fuerte en la parte posterior de nuestra lengua que los alimentos que requieren menos masticación, pero no lo sabemos hasta que lo ponemos a prueba.

Los participantes del estudio ingirieron 2 comidas muy similares, una tenía pan integral, una manzana cruda y mermelada, lo que significaba más fibra y mayor masticación, mientras que la otra comida tenía pan blanco, jalea y manzanas cocidas, por lo que tenía menos fibra y por lo tanto requería menor masticación. Luego, los investigadores midieron los compuestos de halitosis en el aliento de los participantes a las 2 horas posteriores de la comida y luego a las 8 horas. Los niveles de mal aliento disminuyeron incluso después de la comida baja en fibra, pero la disminución fue más significativa después de la comida con más fibra y se mantuvieron bajos incluso 8 horas después, como se puede ver en el gráfico a continuación y en el minuto 2:38 de mi video.

La razón por la cual una dieta rica en fibra podría mejorar la enfermedad periodontal puede ser la fibra, la menor ingesta de grasas saturadas o la masticación en sí. También podría tratarse de los nitratos presentes en algunas verduras. Sabemos que “la ingesta de nitrato dietético”, en forma de vegetales verdes y remolachas, “ha demostrado ejercer muchos efectos beneficiosos y clínicamente relevantes sobre la salud en general”, lo que incluye el mantenimiento de un buen flujo sanguíneo y la reducción de la inflamación en general. ¿Podrían los pacientes con enfermedad periodontal beneficiarse de una mejor circulación a las encías y de los efectos antiinflamatorios?

Averigüemoslo. Un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo investigó el consumo repetido de jugo de lechuga. ¿Por qué jugo de lechuga? Eso suena poco apetitoso. ¡No hay de que preocuparse! “Para mejorar la aceptación del paciente”, el jugo de lechuga y el jugo placebo se sazonaron con sabor a manzanilla y miel y se les agregó edulcorante artificial. (¡Eso suena incluso peor!)

Pero la mezcla de jugo de lechuga funcionó. “Este ensayo clínico de intervención demostró un efecto atenuante del nitrato dietético sobre la inflamación gingival”. Puedes ver los resultados en gráficos a continuación y en el minuto 4:00 en mi video. En el grupo placebo, la mayoría de sus dientes (alrededor del 60%) no tenían gingivitis, el 40% tenía gingivitis leve y casi no había gingivitis moderada. Después de beber jugo de lechuga placebo durante 2 semanas, no hubo cambios reales, como se podría esperar. En el grupo de la lechuga, comenzaron un poco peor; alrededor de la mitad de sus dientes tenía gingivitis leve o moderada. Pero luego, después de 2 semanas de jugo de lechuga, hubo mejoras significativas. Ya no había enfermedad moderada, las tasas de enfermedad leve se redujeron a la mitad y tres cuartas partes de sus dientes no tenían gingivitis en absoluto.

Los investigadores concluyeron que los “hallazgos sugieren que la ingestión de nitrato dietético”, como el de los vegetales verdes y las remolachas, “podría ser un complemento útil en el control de la gingivitis crónica en pacientes de periodoncia”. También podrían ser útiles para controlar otras enfermedades crónicas. Lo que es bueno para la boca, como no fumar y comer una dieta más saludable, por ejemplo, es bueno para el resto de nuestro cuerpo. Tantos profesionales dentales, que suelen ver a sus pacientes con más frecuencia que los médicos, deberían aconsejarles sobre cómo vivir de manera más saludable. Y, de hecho, en un estudio que encuestó a higienistas dentales, “casi todos (el 95%) sintieron que tienen un papel importante en ayudar a los pacientes a mejorar su nutrición”, pero eso no es lo que sucede en la práctica. Cuando se les preguntó a un grupo de pacientes, menos de 1 de cada 10 dijo que recibió consejos dietéticos de sus profesionales dentales. ¿Por qué? Porque “aunque los dentistas estaban motivados para incluir la nutrición en su atención clínica, la mayoría no se sentía cualificados para proporcionar orientación dietética y, por lo tanto, se abstuvieron de hacerlo”. ¡Eso nunca detuvo a los médicos!

Pero es cierto. La nutrición se descuida en la carrera de odontología, al igual que en la de medicina, y “en la mayoría de los casos, los cursos de educación nutricional son impartidos por bioquímicos, y solo unas pocas personas (contratadas a tiempo parcial o de manera ad hoc) tienen capacitación en nutrición aplicada”. Pero no es tán difícil, ¿o ?

Key Takeaways

  • Las grasas saturadas producen una respuesta inflamatoria y están asociadas con la progresión de la enfermedad periodontal. La inflamación es un factor causal subyacente clave en la enfermedad periodontal y la salud oral puede promoverse al moderar la ingesta de carne y lácteos.

  • Las dietas basadas en plantas no solo ofrecen niveles más bajos de colesterol, proteína animal y grasas saturadas, sino que también tienen niveles más altos de carbohidratos complejos, fibra dietética, vitaminas, minerales, antioxidantes y fitoquímicos.

  • Un ensayo controlado aleatorizado encontró que los bebés (ahora en sus 20 años) que fueron asignados a dietas bajas en grasas saturadas y colesterol tuvieron, cuando eran niños y adolescentes, una mejor producción de saliva, que es “esencial para el mantenimiento de la salud oral”, debido a un “mayor consumo de alimentos ricos en fibra como granos, verduras y frutas que requieren más masticación, lo que a su vez se sabe que aumenta la tasa de flujo salival”.

  • La halitosis o mal aliento es causada por compuestos de azufre gaseosos producidos por bacterias concentradas en la parte posterior de la lengua.

  • El mal aliento puede mejorar mientras se come “debido a la ‘autolimpieza’ de la boca al masticar alimentos”.

  • Los investigadores descubrieron que los niveles de mal aliento disminuyeron después de que los participantes consumieron una comida baja en fibra y otra alta en fibra, pero disminuyeron de forma significativa después de la comida con más fibra (que requirió más masticación) y permanecieron bajos incluso 8 horas después.

  • La ingesta de nitrato dietético, como la de verduras y remolachas, “podría ser un complemento clínicamente útil en el control de la gingivitis crónica en pacientes con recordatorios periodontales”.

  • Lo que es bueno para la boca, por ejemplo, no fumar y comer de manera más saludable, también es bueno para el resto del cuerpo.

  • Los profesionales dentales suelen ver a sus pacientes con más frecuencia que los médicos y una encuesta de higienistas dentales encontró que el 95% sentía que “tenían un papel que desempeñar en ayudar a los pacientes a mejorar su nutrición”, pero “la mayoría [se siente] no calificado para brindar orientación dietética y, por lo tanto, se alejan de hacerlo”.


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