El consumo de lácteos y el cáncer de próstata y colon

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María Clara Bori.

¿Cómo se explica que el consumo de lácteos esté asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata, pero un menor riesgo de cáncer de colon?

Algunos estudios que comparan los índices de cáncer país por país han demostrado “una variación de hasta 70 veces en la incidencia del cáncer de próstata en el mundo, con índices bajos en Asia y África e índices altos en América del Norte, Australia, Nueva Zelanda y Europa del Norte”. Como puedes ver debajo y en el minuto 0:23 de mi video Friday Favorites: Los lácteos y el cáncer, existe un mapa de la mortalidad por cáncer de próstata. ¿El consumo de lácteos tiene algo que ver con esto? Los europeos del norte, los estadounidenses y los australianos consumen mucha leche, mientras que la mayoría de las personas de origen no caucásico son intolerantes a la lactosa. Sin embargo, que en un país se consuma mucha leche y que exista un alto índice de cáncer no significa que los residentes que consumen leche sean los que desarrollan cáncer. Por eso necesitamos estudios de cohorte, para saber cuánta leche consumen las personas, monitorear a esos individuos a lo largo del tiempo y ver si el grupo que consume más leche presenta más casos de cáncer. 

Se han realizado decenas de este tipo de estudios. Si los juntamos a todos, podemos ver que la ingesta total de lácteos, incluida la leche desnatada, está efectivamente asociada a un aumento del riesgo de cáncer de próstata. ¿Por qué? Puede deberse al calcio. Como pueden ver en el gráfico inferior y en el minuto 1:17 de mi video, los investigadores han descubierto que cuanto más calcio consumen las personas, mayor es su riesgo de cáncer de próstata. Esto es real; pero recordemos que la mayoría de las personas obtienen el calcio de los lácteos, entonces ¿qué pasa si esto es simplemente un efecto del consumo de lácteos? Antes de empezar a preocuparnos por la col rizada y otras fuentes de calcio no lácteas, sería interesante distinguir entre el calcio proveniente de lácteos y el calcio no proveniente de lácteos. Eso es exactamente lo que hicieron los investigadores. ¿Qué encontraron? Efectivamente, cuanto más calcio obtenemos de fuentes lácteas, más aumenta el riesgo de cáncer. Por el otro lado, descubrieron que las fuentes de calcio no lácteas nos protegen. Entonces no era un efecto del calcio, ¡sino un efecto de los lácteos! Esto sugiere que otros componentes lácteos podrían ser los culpables.

Los resultados sugieren que la proteína animal es la responsable, al elevar los niveles de una hormona de crecimiento que promueve el cáncer, el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1). Como puedes ver en el gráfico inferior y en el minuto 2:08 de mi video, en el gráfico albatross se señalan los resultados de 28 estudios que siguieron a más de 28 000 personas. Existe una clara relación entre los niveles altos de IGF-1 y el consumo de lácteos, específicamente leche, o proteínas lácteas.

Esto también podría explicar por qué las dietas vegetales pueden proteger tanto nuestra salud. Si hacemos que los pacientes de cáncer de próstata en observación sigan una dieta vegetal integral durante un año, sin quimioterapia ni radiación, solo haciendo un cambio de hábitos, podemos ver una disminución significativa en sus niveles de antígeno prostático específico (PSA). Esto es un indicador de que el tumor redujo su tamaño, al ser el torrente sanguíneo casi ocho veces más eficiente a la hora de suprimir el crecimiento de células cancerígenas. Como pueden ver debajo y en el minuto 2:59 de mi video, las biopsias muestran un cambio en la expresión genética. Esta regulación a la baja de genes cancerígenos críticos desactiva los genes de crecimiento de cáncer a nivel genético. Por el contrario, si consumimos muchos lácteos luego de ser diagnosticados con cáncer de próstata, podríamos presentar un riesgo 76 % más alto de mortalidad general y un aumento del 141 % del riesgo de mortalidad específicamente por cáncer.

Incluso sin la IGF-1, pareciera que la caseína, la proteína de la leche, es un factor que promueve la proliferación de células cancerígenas y que aumenta el crecimiento de células de cáncer de próstata (al menos en la placa de Petri, como pueden ver debajo y en el minuto 3:30 de mi video). Es la misma historia con el suero de leche, la otra gran proteína animal presente en los lácteos. Casi el 100 % de los casos de cáncer de próstata avanzados se desarrollan por la regulación al alza de una encima de crecimiento llamada TOR. La proteína láctea aumenta las señalizaciones de TOR aun más, lo cual es simplemente lógico. Los terneros tienen que crecer cuarenta veces más rápido que los bebés humanos, entonces la leche de la vaca rebosa de promotores del crecimiento, y ni hablar de las hormonas (en particular en las vacas, que por lo general se las vuelve a preñar inmediatamente en las granjas lecheras).

“La producción de leche comercializada de vacas preñadas introduce cantidades no controladas de esteroides bovinos (hormonas) en la cadena alimenticia humana”. Como tal, la combinación podría “justificar la asociación observada entre el alto consumo de lácteos y el riesgo incrementado” de desarrollar cáncer de próstata.

“Desde una perspectiva evolutiva, … este sistema de señalización que promueve el crecimiento, presente en la leche bovina, ha sido constantemente ‘abusado’ por los humanos a lo largo de toda su vida (en lugar de consumir leche solo durante la infancia). Dicho abuso es el sello distintivo de la biología del cáncer, es decir, la señalización de proliferación sostenida” para no parar de crecer. Es por eso que existe interés por intentar “definir los límites máximos saludables de consumo de leche y lácteos en el largo plazo para prevenir el cáncer promovido por lácteos más común en los hombres”. Pero si consultas las recomendaciones sobre dieta y cáncer, la leche podría aumentar el riesgo de cáncer de próstata. “Sin embargo, no se ha hecho ninguna recomendación para [disminuir] el consumo de calcio y lácteos, porque la evidencia sobre el cáncer de próstata estaba en conflicto con una disminución en el riesgo de cáncer colorrectal asociada al consumo de leche”. El alto consumo de lácteos se asocia con un mayor riesgo de cáncer de próstata, pero con un menor riesgo de cáncer de colon. Algo similar a lo que ocurre con el alcohol, que “podría ser un carcinógeno tóxico”, pero “los encargados de hacer políticas no están seguros de diseñar políticas efectivas relativas al alcohol, o siquiera impulsar la inclusión de etiquetas que adviertan sobre el riesgo de cáncer, por miedo a perjudicar o contrarrestar los posibles efectos beneficiosos del consumo de alcohol en la salud”. ¿Realmente los lácteos nos protegen contra el cáncer de colon?

Si reunimos todos los estudios de cohorte, en los que los investigadores midieron el consumo de lácteos y luego monitorearon a las personas durante años para ver quiénes desarrollaron cáncer, podemos ver que el consumo total de leche y lácteos estaba en efecto asociado con una reducción en el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, uno de los tipos de cáncer más mortales. Ahora bien, las personas que consumen más leche tienden a hacer más ejercicio, fumar menos, beber menos alcohol y consumir menos carne, lo que podría explicar, en parte, esta asociación. Sin embargo, muchos de estos estudios fueron ajustados para este tipo de factores de confusión. Es más probable que se debiera a los efectos protectores del calcio, que podría ligar los ácidos biliares pro inflamatorios, a pesar de que los productos lácteos altos en grasas, como el queso, podrían incluso aumentar los ácidos biliares. Esto explicaría por qué el queso pareciera anular los beneficios del calcio. Entonces, ¿podríamos obtener todas las ventajas al consumir alimentos ricos en calcio no lácteo?

Como puedes ver debajo y en el minuto 6:44 de mi video, si hacemos un estudio donde aleatoriamente les damos a las personas un suplemento de calcio, podemos obtener una reducción significativa en los pólipos de colon recurrentes, que pueden transformarse en cáncer; pero las píldoras de calcio se han asociado a distintos efectos cardiovasculares. Entonces, si quieres todas las ventajas, si quieres adoptar un enfoque preventivo en términos de nutrición y cáncer, te recomiendo obtener calcio de vegetales de hoja verde bajos en oxalatos, frijoles, arvejas partidas, garbanzos y lentejas o, de ser necesario, de alimentos fortificados en calcio como la leche de soja o almendra.

Key Takeaways

  • Los índices de cáncer de próstata a nivel mundial presentan una variación de hasta 70 veces en la incidencia, con índices altos en América del Norte, Australia, Nueva Zelanda y Europa del Norte”, donde el consumo de leche es alto, e índices bajos en partes de Asia y África. La mayoría de las personas no caucásicas son intolerantes a la lactosa.

  • La ingesta de lácteos, incluida la leche desnatada, está asociada a un aumento del riesgo de cáncer de próstata. Cuanto más calcio obtenemos de fuentes lácteas, más aumenta el riesgo de cáncer, mientras que las fuentes de calcio no lácteas nos protegen.

  • La proteína animal presente en los lácteos podría ser la culpable, debido a que aumenta los niveles de IGF-1, una hormona de crecimiento que promueve el cáncer. Existe una clara relación entre los niveles altos de IGF-1 y el consumo de lácteos.

  • Con una dieta vegetal y sin quimioterapia ni radiación, los pacientes de cáncer de próstata vieron una reducción significativa en sus niveles de PSA, lo cual indica una reducción en el tamaño del tumor. Asimismo, su torrente sanguíneo se volvió casi ocho veces más eficiente a la hora de suprimir el crecimiento de células cancerígenas. Por el contrario, un alto consumo de lácteos luego de un diagnóstico de cáncer de próstata podría contribuir a presentar un riesgo 76 % más alto de mortalidad general y un aumento del 141 % del riesgo de mortalidad específicamente por cáncer.

  • En una placa de Petri, la caseína y el suero, dos proteínas presentes en la leche, también parecen ser factores de promoción de la proliferación de células cancerígenas que aumentan el crecimiento de células de cáncer de próstata.

  • Casi todos los casos de cáncer de próstata avanzado se desarrollaron por la regulación al alza de TOR, una encima de crecimiento, y la proteína láctea aumenta la señalización de TOR aún más.

  • Al beber leche pasada la infancia, los seres humanos “estamos constantemente ‘abusando’ … del sistema de señalización que promueve el crecimiento presente en la leche bovina durante toda nuestra vida”, lo que “representa el sello distintivo de la biología del cáncer, es decir, la señalización proliferativa sostenida” de crecer sin parar.

  • El consumo alto de lácteos está asociado con un aumento en el riesgo de cáncer de próstata, pero una disminución en el riesgo de cáncer de colon, probablemente debido a los efectos protectores del calcio, que podría absorber los ácidos biliares pro inflamatorios presentes en el intestino. (Los lácteos altos en grasas, como el queso, podrían aumentar los ácidos biliares, lo cual explicaría por qué el queso pareciera anular los beneficios del calcio).

  • Se ha demostrado que los suplementos de calcio reducen de manera significativa los pólipos de colon recurrentes, que podrían evolucionar a un cáncer. Pero las mismas píldoras se han asociado a eventos cardiovasculares adversos.

  • Deberíamos obtener calcio de vegetales de hoja verde bajos en oxalatos y legumbres (frijoles, guisantes partidos, garbanzos y lentejas) o, de ser necesario, alimentos fortificados con calcio, como la leche de soja o almendra.


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