Comida de hospital inhospitalaria

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Victoria Rodríguez.

¿Qué dicen los hospitales sobre servir a los pacientes comida que parece diseñada para seguir enfermando?

“La comida de los hospitales necesita una revolución”. Fue una sorpresa enterarme de que, para la mayoría de las comidas que se sirven a los pacientes internados en los hospitales, “no se exige que cumplan los estándares nutricionales de alimentación saludable”. Según un análisis del valor nutricional de la comida que se sirve a los pacientes en los hospitales universitarios, gran parte no cumplía las recomendaciones alimentarias. “Advertencia: La comida de los hospitales es perjudicial para la salud”, decía el titular.

Un nutricionista certificado respondió por escrito en defensa de los hospitales, destacó lo estrictas que eran las pautas y dijo que “más de la mitad de los hospitales cumplían con la mitad de las pautas o más. Con solo servir huevos en el desayuno y leche con 2 % de grasa con las comidas se podría superar la ingesta recomendada de colesterol y grasas. Las conclusiones provocativas de Singer y otros solo conducen a que los medios y el público decidan que somos un montón de zopencos que no entendemos la relación entre la nutrición y la prevención de enfermedades”.

A quien le siente bien esa descripción…

“Gastamos una fortuna para capacitar médicos, pero luego no cumplimos con las cosas más simples, como la alimentación”. “Una buena alimentación es tan necesaria para recuperar la salud como lo es un buen nivel de enfermería, cirugía y medicina, y es una locura pretender que cambiar este reproche no es posible con nuestra profesión”. Es una frase escrita hace 75 años y aún suscita oposición. Un médico respondió: “Tal vez debemos preguntarnos si dar una ‘alimentación saludable’ a un paciente desvalido durante una hospitalización de 2 a 10 días beneficia a alguien o algo, aparte de la idea del nutricionista de ‘hacer el bien’”. También añadió que “siempre le preocupa cuando a un paciente sano de 75 años se lo priva del deseado huevo de desayuno porque se ha indicado una alimentación ‘saludable’ con un bajo contenido de colesterol”. Es decir, ¿qué importa pasar unos días con una alimentación no saludable para el corazón en ese contexto?

Sin embargo, ese es el mensaje que se envía. “La presencia de alimentos en la bandeja del hospital envía un mensaje a los pacientes sobre qué es saludable y aceptable para su alimentación”, respondieron los investigadores que analizaron la comida de los hospitales. “No imaginamos un mejor lugar u oportunidad para dar el ejemplo de una buena nutrición que cuando los pacientes están en el hospital”.

Después de todo, por ejemplo, las escuelas públicas de California han prohibido la venta de refrescos desde hace más de una década. ¿Por qué no hacer lo mismo en los hospitales infantiles? En un estudio sobre centros médicos de California donde se atiende a niños, se determinó que el 75 % de las bebidas y el 81 % de las comidas que se vendían en las máquinas expendedoras no estarían permitidas en las escuelas. Hablamos de refrescos y dulces. “Tener productos poco saludables en los centros médicos y ver al personal consumir estos productos contradice los mensajes sobre nutrición y salud que los niños suelen recibir de los profesionales de la salud”.

En los menús para adultos, casi todas las comidas contenían sal en exceso, y el 100 % de los menús diarios excedían la recomendación de la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón) de consumir menos de 1500 mg de sodio por día. Esto quiere decir que las comidas para pacientes pueden, en realidad, “contribuir a exacerbar o a retrasar la resolución de las mismas afecciones que podrían haber conducido a la hospitalización”, como explico en mi video “¿Qué tan mala es la comida de los hospitales?”.

No obstante, un ejecutivo del Salt Institute respondió que, si los hospitales cumplieran los límites recomendados de sal, la comida no sabría tan bien, a lo cual los investigadores respondieron: ¿saber bien? “La comida de los hospitales suele recibir críticas por tener una mala palatabilidad, a pesar de que probablemente contiene un nivel alto de sodio”. No sabe bien sin importar cuánta sal tenga.

Por lo menos, deberíamos “preparar todas las comidas con un bajo contenido de sodio y dejar sal de mesa opcional a disposición de los pacientes que no tengan otras restricciones”. Si una persona quiere agregarle sal, es su decisión. Si quiere que alguien la saque al estacionamiento en silla de ruedas a fumar, es su problema, pero no deberíamos echar humo de cigarrillo en las habitaciones de los pacientes tres veces al día, sea que lo quieran o no. Es interesante destacar que los estudios indican que, si a las personas se les permite poner sal al gusto, rara vez agregan tanta sal como la que suele contener la comida envasada.

Como se puede ver abajo y en el minuto 3:55 de mi video, cuando los investigadores pasaron a los participantes de un estudio a una alimentación baja en sodio, los participantes usaron más su salero, pero su ingesta de sal disminuyó en gran medida. Además, los participantes dijeron que su comida sabía igual de salada, porque agregar sal a la superficie de la comida la hace más salada. Sin embargo, cuando la comida de un hospital se sirve salada de antemano, “la mayoría de los pacientes internados tal vez no tengan la opción de consumir un nivel de sodio más saludable durante su hospitalización”.

En defensa de su comida poco saludable, un proveedor de comidas para hospitales explicó que solo le dan a la gente lo que quiere. “Las personas que están en el hospital están estresadas y necesitan una comida que consideren reconfortante, por lo que no voy a negarles eso si es lo que las hace sentir mejor”. Ese es uno de los motivos por los que un director clínico envía barras de dulce y helado a pacientes con cáncer: “Nos concentramos en ofrecer comidas conocidas y reconfortantes, como estrategia demostrada para mejorar la satisfacción de los pacientes y aumentar su ingesta”. ¿Sabes qué más podría ayudar? Una larga calada de cigarrillo. Los hospitales solían vender cigarrillos “principalmente por conveniencia para los pacientes”. “No quiero negar a un paciente que paga el derecho de fumar un cigarrillo”, dijo el administrador de un centro médico. “Tendré que insistir en contar con dispensadores de cigarrillos en el hospital, como servicio al paciente”. No obstante, otras personas propusieron que los productos derivados del tabaco no se deberían vender en los hospitales. Esto no fue en la década de 1950, sino en la década de 1980. Aun así, en ese momento, “la ironía de los hospitales que permitían la venta de la principal causa de enfermedades evitable y de muerte en los Estados Unidos casi nunca se ha discutido en la bibliografía. En particular, es irónico que se permitiera fumar en el 89 % de las salas de descanso para los médicos”.

Sin embargo, hay que reconocer que los hospitales estadounidenses “fueron los primeros en adoptar la prohibición de fumar en el trabajo en toda la industria” a mediados de la década de 1990. Ahora los “hospitales tienen una nueva oportunidad de liderar el camino y crear ambientes alimentarios que sean compatibles con su misión de curar a los enfermos y fomentar la salud. Con el simple acto de servir comidas que cumplan con los estándares nutricionales nacionales, nuestros hospitales actuarán en pos del mayor beneficio para la salud de sus pacientes y empleados, y sin duda volverán a ser líderes en nuestro continuo diálogo sobre cómo mejorar el suministro de alimentos, lo cual, a su vez, mejorará la salud de todos”.

“Las regulaciones estrictas de no fumar a menudo recibieron críticas por ser demasiado rigurosas o difíciles de implementar, como si las enfermedades y la muerte prematura causadas por fumar fueran más fáciles de aceptar y controlar”. ¿Crees que mi comparación del tabaquismo y la alimentación es una exageración? ¿Adivina qué? En la actualidad, la principal causa de enfermedades evitables y de muerte en los Estados Unidos ya no es el tabaco. La principal causa de muerte en los Estados Unidos ahora es la alimentación de los estadounidenses, como se muestra abajo y en el minuto 6:29 de mi video. Los hospitales de los Estados Unidos sirven “millones de comidas a los pacientes cada día y tienen una posición óptima para dar el ejemplo de una alimentación saludable a través de las comidas que sirven a los pacientes”.

¿Has visto mi otro video sobre comida basura en los hospitales? Si no, no te pierdas Los hospitales se benefician de la comida basura.

Para aprender más sobre cómo el ansia de ganar dinero daña nuestra salud, no te pierdas las publicaciones relacionadas más abajo.

Key Takeaways

    • En los Estados Unidos, los hospitales no tienen la obligación de seguir las pautas nutricionales nacionales, y muchas comidas para pacientes internados no cumplen con los estándares nutricionales recomendados.
    • Las comidas de muchos hospitales exceden los límites de sodio e incluyen opciones poco saludables, lo cual podría empeorar las mismas enfermedades que condujeron a la hospitalización.
    • Al igual que prohibir la venta de refrescos en las escuelas fomenta hábitos saludables, servir comida nutritiva en los hospitales refuerza las decisiones alimentarias positivas y marca el ejemplo para los pacientes.
    • Algunos miembros del personal de un hospital justifican el hecho de servir comida poco saludable como estrategia para reconfortar a los pacientes estresados, lo cual se asemeja a cuando los hospitales justificaban la venta de cigarrillos para la conveniencia de los pacientes.
    • De la misma manera que los hospitales fueron pioneros en la prohibición de fumar en los lugares de trabajo, tienen la oportunidad de fomentar la salud garantizando que las comidas para los pacientes cumplan los estándares nutricionales nacionales.

Pin It en Pinterest

Share This