La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Victoria Rodríguez.
La industria responde a la acusación de que los cereales de desayuno tienen demasiada azúcar.
En 1941, el Consejo de Alimentos y Nutrición de la Asociación Médica Estadounidense (American Medical Association) recibió un nuevo producto, Vi-Chocolin, una barra de chocolate fortificada con vitaminas, “ofrecida aparentemente como un producto de alto valor nutritivo y con cierto uso en la medicina, pero, en realidad, destinado a la promoción al público como un dulce común, una golosina con vitaminas agregadas”. Seguramente algo así no podría suceder hoy, ¿no? Lamentablemente, ese es el modelo de negocio de toda la industria de los cereales azucarados.
Como analizo en mi video ¿Los cereales de desayuno fortificados para niños son un alimento sano o golosinas?, los nutrientes se agregan a los cereales de desayuno como “estrategia de marketing para crear la sensación de que son saludables. Si esos nutrientes se agregaran a los refrescos o las golosinas, ¿recomendaríamos que los niños los consuman con mayor frecuencia?”. ¿Les daríamos a los niños Coca Cola y Snickers para el desayuno? También podríamos rociar vitaminas sobre el algodón de azúcar. Como se dijo en un editorial de una revista médica, “Agregar vitaminas y minerales a los cereales azucarados… no solo no sirve para nada, sino que el mensaje sutil que acompaña a estos productos es que es seguro comer más”.
La campaña publicitaria “Crece fuerte con los cereales para niños Big G” (Grow up strong with Big G kids’ cereals) de General Mills presentaba productos como Lucky Charms, Trix y Cocoa Puffs. Es como la industria láctea, que promueve el helado como alimento que aporta calcio. Los niños que comen cereales de desayuno endulzados pueden obtener más del 20 % de sus calorías diarias del azúcar agregada, como se puede ver en el minuto 1:28 de mi video.
En la alimentación de las personas en los EE. UU., la mayor parte del azúcar proviene de bebidas como los refrescos, pero los cereales para el desayuno representan la tercera fuente más grande de azúcar agregada en la alimentación de niños y adolescentes, precedidos por las golosinas y seguidos por los helados. Por porción, hay más azúcar agregada en un cereal como Frosted Flakes que en el pastel de chocolate con cobertura, en los brownies o en una dona con cobertura, como explico en el minuto 1:48 de mi video.
Kellogg’s y General Mills sostienen que los cereales para el desayuno solo aportan una “cantidad relativamente pequeña de azúcar” a la alimentación de los niños, por ejemplo, menos que los refrescos. “Este es un ejemplo perfecto del fenómeno de la psicología social conocido como ‘dispersión de la responsabilidad’. Este comportamiento equivale a que todos los restaurantes del país argumentaran que su contribución individual al problema del humo de segunda mano en los EE. UU. fuera una fracción diminuta y que, por lo tanto, deberían estar exentos de la prohibición de fumar”. De hecho, “se deben reducir todas las fuentes de azúcar agregada”.
La industria argumenta que la mayoría de sus cereales tienen menos de 10 gramos de azúcar por porción, pero, cuando Consumer Reports midió la cantidad que los jóvenes realmente se sirvieron, descubrió que se servían un 50 % más que el tamaño de la porción sugerida para la mayoría de los cereales analizados. La porción promedio de Frosted Flakes que se sirvieron contenía 18 gramos de azúcar, lo que equivale a 4,5 cucharaditas o 6 sobres de azúcar. Se estima que “un niño que come una porción por día del cereal para niños que contiene la cantidad promedio de azúcar consumiría casi 1000 cucharaditas de azúcar por año”.
General Mills ofrece la “defensa de Mary Poppins”: afirma que esas cucharadas de azúcar “ayudan a tragar la medicina” y explican que, “si se eliminara el azúcar del cereal de salvado, este tendría la consistencia del aserrín”. Como puedes ver en el minuto 3:17 de mi video, un representante de General Mills escribió que la compañía enfrentaba un “dilema insostenible entre hacer que los alimentos saludables sean incomibles y no promocionarlos”. Si no pudieran agregarles azúcar, ¿los cereales serían incomibles? Si hay que agregar azúcar a un producto para que sea comible, eso debería ser una señal. Esa es una característica de los llamados alimentos ultraprocesados: hay que llenarlos de cosas como azúcar, sal y saborizantes “para darles sabor, ya que en el proceso se han eliminado sus sabores intrínsecos [naturales] y es necesario ocultar cualquier sabor desagradable en el producto final”.
El presidente del Instituto del Cereal (Cereal Institute) dijo que, sin los cereales azucarados, los niños quizás no comerían el desayuno. (Esto es similar al argumento de la industria de los lácteos de que eliminar la leche chocolatada de los comedores de las escuelas haría que “los estudiantes dejaran de comprar el almuerzo en la escuela”.) También hizo hincapié en que hay que considerar las alternativas. Una vez el director de Nutrición de Kellogg’s dijo: “Me parece que los Fruit [sic] Loops son un snack mucho mejor que las papas fritas o un bollo dulce”. Sin dudas hay un problema cuando la única manera de hacer parecer que un producto es bueno es compararlo con Pringles y Cinnabon.
¿Quieres una opción más saludable? Echa un vistazo a mi video ¿Cuál es mejor desayuno: los cereales o la avena?.
Para saber más sobre los efectos del azúcar en el organismo, y si te gustan estos videos un poco más políticos, no te pierdas las publicaciones relacionadas más abajo.
Por último, si quieres más videos sobre los cereales, echa un vistazo a Los cereales de desayuno para niños son un engaño nutricional y La ocratoxina en los cereales de desayuno.