La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Victoria Rodríguez.
¿Puede el efecto supresor del apetito de la cetosis mejorar el cumplimiento de las dietas?
Los nuevos datos desacreditan “algunas, sino todas, las afirmaciones populares hechas sobre la restricción extrema de carbohidratos”. Pero ¿qué pasa con las cetonas que suprimen el apetito? En un estudio estrictamente controlado en una unidad de enfermedades metabólicas, donde la dieta cetogénica empeoró las cosas, todos los participantes comieron la misma cantidad de calorías, pero quienes seguían una dieta cetogénica perdieron menos grasa corporal. En el mundo real, todas esas cetonas quizás reduzcan el apetito lo suficiente como para que se termine comiendo significativamente menos en total. En una dieta baja en carbohidratos, las personas terminan almacenando 300 calorías más de grasas cada día. Sin embargo, fuera del laboratorio, si uno estuviera en un estado de cetosis, ¿se podría compensar eso si una persona pudiese comer significativamente menos de manera sostenida?
Como explico en mi video “¿Es sostenible la pérdida de peso en cetosis?”, lo paradójico es que las personas pueden sentir menos hambre haciendo ayuno total que siguiendo una dieta extremadamente baja en calorías. Esto puede ser debido a las cetonas. En este estado de cetosis, cuando se tiene niveles altos de cetonas en el torrente sanguíneo, el apetito se mitiga. ¿Cómo sabemos que es por las cetonas? Si a las personas se les inyectan cetonas directamente en las venas, incluso aquellas que no ayunan pierden el apetito, a veces incluso hasta el punto de tener náuseas y vómitos. Entonces, las cetonas pueden explicar por qué después de unos días se puede sentir más hambre con una dieta baja en calorías que en una dieta de cero calorías (un ayuno).
Entonces, ¿podemos aprovechar los efectos supresores del apetito de la cetosis siguiendo una dieta cetogénica? Si comes pocos carbohidratos como para mantener el funcionamiento del cerebro, ¿no podrías engañar al cuerpo para que piense que estás ayunando y que el hígado comience a producir cetonas? Sí, pero ¿es seguro? ¿Es eficaz?
Como puedes ver abajo y en el minuto 1:58 de mi video, en un metaanálisis de 48 ensayos aleatorizados de varias dietas patentadas se descubrió que quienes recibieron la recomendación de seguir dietas bajas en carbohidratos y quienes recibieron la recomendación de seguir dietas bajas en grasas bajaron casi la misma cantidad de peso después de un año.
Sin dudas, las altas tasas de exclusión y el bajo cumplimiento de la dieta complicaron las comparaciones en términos de eficacia. En realidad, los participantes del estudio no cumplieron estas dietas, sino que solo se les dijo que comieran de esa manera. Aun así, se puede ver cómo incluso solo moviéndose en cada una de estas direcciones se puede eliminar una gran cantidad de alimentos procesados con un alto contenido de calorías. Después de todo, como se puede ver en el gráfico de abajo y en el minuto 2:37 de mi video, los cuatro factores que más calorías aportan en la alimentación de las personas en los Estados Unidos son los cereales refinados, las grasas agregadas, la carne y los azúcares agregados.
Las dietas bajas en carbohidratos reducen los cereales refinados y los azúcares agregados, y las dietas bajas en grasas tienden a reducir las grasas agregadas y la carne, así que en ambas se recomienda comer menos rosquillas. Cualquier dieta que recomiende eso ya empieza bien. Imagino que una dieta en la que no se coma nada que empiece con la letra “P” también podría causar pérdida de peso con éxito si hiciera que se reduzcan la pastelería, los postres y las papas fritas, incluso si excluir algo como el perejil no tiene sentido desde el punto de vista nutricional.
El secreto del éxito para la pérdida de peso a largo plazo en cualquier dieta es el cumplimiento. El cumplimiento de la dieta es difícil porque, cada vez que tratas de reducir las calorías, el cuerpo aumenta el apetito para tratar de compensar. Por eso los enfoques tradicionales para bajar de peso, como el control de las porciones, tienden a fallar. Para el éxito a largo plazo, no medido en semanas ni meses sino en años y décadas, se debe superar este problema del hambre cotidiano. En una dieta saludable basada en vegetales, esto puede lograrse gracias, en parte, a la densidad calórica, ya que se consume mucha comida. En una dieta cetogénica, se podría lograr con la cetosis. En una revisión sistemática y metaanálisis titulado “¿Las dietas cetogénicas realmente suprimen el apetito?”, los investigadores determinaron que la respuesta era “sí”. Además, las dietas cetogénicas ofrecen la ventaja única de poder hacer un seguimiento del cumplimiento de la dieta en tiempo real con las tiras reactivas de cetonas, ya que la persona puede hacerse esta prueba de orina para ver si todavía está en cetosis. No hay tiras reactivas que te digan si estás comiendo suficientes frutas y verduras. Todo lo que tienes es la balanza de tu casa.
Sin embargo, el cumplimiento de las dietas cetogénicas puede ser más teórico que práctico. Incluso en estudios en los que se utilizan dietas cetogénicas para controlar las convulsiones, después de unos meses, el cumplimiento de la dieta puede disminuir a menos del 50 %. Esto puede ser trágico para las personas con epilepsia resistente al tratamiento, pero, para todas las demás personas, la dificultad de seguir las dietas cetogénicas a largo plazo en realidad puede salvarles la vida. A continuación, hablaré sobre la seguridad de la dieta cetogénica.
La dieta cetogénica es lo opuesto a una dieta que realmente sería saludable mantener. Para ver ejemplos, puedes ver mi serie de videos sobre el programa CHIP aquí.
Este es el cuarto video de una serie de siete videos sobre las dietas cetogénicas. Si aún no los viste, puedes ver los demás en los videos relacionados de abajo.