La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.
¿Cuáles son los efectos de la radiación de los teléfonos celulares en la cantidad y calidad del sueño?
“El sueño es fundamental para el desarrollo físico y psicológico de los niños sanos”, pero se han identificado varios factores que interfieren con un sueño suficiente, incluido el uso de dispositivos electrónicos. Hoy en día, la mayoría de los niños y casi todos los adolescentes tienen al menos un dispositivo de este tipo “en su entorno de sueño, y la mayoría los usa cerca de la hora de dormir”. Este uso se asocia con “una cantidad insuficiente de sueño, una mala calidad de sueño y somnolencia excesiva durante el día”. Se aconseja minimizar el acceso a estos dispositivos a la hora de dormir, pero “¿qué viene primero, el uso de los dispositivos o el problema del sueño?” ¿Los niños y adolescentes no duermen porque usan el celular o lo usan porque no pueden dormir? Discuto esto en mi video Friday Favorites: ¿Afecta al sueño los teléfonos móviles?.
“Un mayor uso de los dispositivos electrónicos se ha asociado en forma consistente con patrones de sueño más irregulares, una duración de sueño más corta y más problemas para dormir”. ¿Retrasamos nuestra hora de dormir porque estamos muy absortos en lo que vemos, leemos, escribimos o jugamos, o es el uso de nuestros dispositivos lo que nos mantiene despiertos y nos dificulta conciliar el sueño? En estudiantes universitarios, podría ser más bien lo contrario, el no poder no dormir induciría a usar los dispositivos en lugar de solo mirar el techo. Sin embargo, en la primera infancia, pueden pasar ambas situaciones. ¿De qué manera el tiempo frente a la pantalla interfiere con el sueño?
El uso de teléfonos inteligentes y tabletas no solo retrasa la hora de dormir y sobreestimula, sino que la “luz emitida por los dispositivos también afecta la sincronización circadiana”. La luz interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño que comienza a aumentar cuando se pone el sol. Cuando colocamos una pantalla durante la noche frente a nuestro rostro, la luz excesiva podría confundir a nuestro cerebro. Claro que si revisas correos electrónicos con las luces encendidas, entonces ya estarías sobreexpuesto y la pequeña cantidad de luz adicional de la pantalla podría no marcar mucha diferencia. Pero, si estás en la oscuridad y necesitas enviar ese último mensaje, ajustar la configuración de luz en tu pantalla para que sea más amarilla podría ayudar.
¿Y qué hay de la radiación de los teléfonos celulares? ¿Podría el hecho de dejar el teléfono en la mesita de noche de alguna manera afectar el sueño? Existe una enzima llamada proteína ß-traza que produce una neurohormona promotora del sueño en el cerebro. Los investigadores descubrieron que aquellas personas con una exposición mayor a largo plazo a teléfonos celulares o teléfonos inalámbricos tienden a tener niveles más bajos de esta enzima en su torrente sanguíneo. Por lo tanto, se piensa que las “emisiones de los teléfonos inalámbricos afectan la liberación de la proteína ß-traza en el cerebro”, en especial en los tejidos debajo del cráneo, donde por lo general sostenemos el teléfono. Existe entonces un posible mecanismo por el cual los teléfonos celulares afectarían el sueño, pero no se sabe con certeza hasta que no se los pone a prueba.
A los participantes del estudio se les expuso a 30 minutos de un teléfono celular en modos de conversación, escucha, espera o apagado. Todas las luces y los altavoces estaban desactivados, y se utilizó aislamiento para evitar que sintieran si el dispositivo se calentaba, por lo que los participantes no sabían en qué grupo se encontraban. Después de la exposición, los investigadores retiraron los teléfonos, apagaron las luces y les pidieron a los participantes que cerraran los ojos e intentaran conciliar el sueño. Como puedes ver en el gráfico a continuación y en el minuto 2:59 en mi video, aquellos expuestos al teléfono cuando estaba apagado o en modo de escucha o espera se quedaron dormidos en al rededor de 20 a 30 minutos, pero después de estar expuestos al mismo teléfono en modo de conversación, les llevó en promedio casi 50 minutos conciliar el sueño.
La razón de la diferencia significativa entre hablar y escuchar podría deberse a que el valor SAR típico, es decir, la tasa de absorción específica de cuánta energía del teléfono celular absorbe tu cuerpo, es alrededor de 9 veces mayor cuando hablamos que cuando solo escuchamos a otra persona hablar.
Ahora bien, cuando logras quedarte dormido, ¿cuáles son los efectos de la exposición a los teléfonos celulares en la calidad del sueño? Se han realizado alrededor de 20 estudios sobre el tema, y los resultados están divididos en partes iguales en cuanto a si la exposición a los teléfonos celulares afecta o no los parámetros del sueño, y no todos de manera negativa. Me recuerda a los datos sobre la función cerebral. (Mira el video ¿Afectan los teléfonos móviles a la función cerebral? para obtener más información al respecto.) Sí, un aumento en la excitabilidad en la corteza cerebral, la capa externa de nuestro cerebro, en respuesta a la exposición a las emisiones de los teléfonos celulares podría interrumpir el sueño, pero esa mayor excitabilidad también podría significar tiempos de reacción más rápidos.
De manera similar, en los participantes afectados, aquellos expuestos a un teléfono celular activo mostraron más sueño R de forma significativa. Pero la R representa la fase REM, por lo que los participantes obtuvieron alrededor de un 4% más de tiempo potencial de sueños, lo cual no necesariamente es algo malo.