La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.
Las dietas cetogénicas se ponen a prueba para revertir la diabetes.
Como puedes observar al inicio de mi video ¿La dieta cetogénica mejora o empeora la diabetes?, las dietas cetogénicas pueden reducir los niveles de azúcar en la sangre mejor que las dietas convencionales. De hecho, hay una empresa de productos cetogénicos que afirma que estas dietas podrían “revertir” la diabetes. Sin embargo, confunden el síntoma (altos niveles de azúcar en la sangre) con la enfermedad (intolerancia a los carbohidratos). Las personas con diabetes no pueden manejar de manera adecuada los carbohidratos, lo que se manifiesta en altos niveles de azúcar en la sangre. Es claro entonces que si te limitas a comer mayores proporciones de grasas, tus niveles de azúcar en la sangre se mantendrán bajos, pero al mismo tiempo, es posible la enfermedad subyacente empeore.
Sabemos desde hace casi un siglo que al poner a las personas en una dieta cetogénica, su intolerancia a los carbohidratos puede aumentar en solo 2 días. A continuación y en el minuto 0:46 en mi video, incluyo un gráfico del estudio que muestra la respuesta de azúcar en la sangre 2 días después de ingerir azúcar. En una dieta alta en carbohidratos, la respuesta de azúcar en la sangre es de alrededor de 90 mg/dl. Sin embargo, la respuesta a la misma cantidad de azúcar después de una dieta alta en grasas es de alrededor de 190 mg/dl, casi el doble. La intolerancia a los carbohidratos se disparó con una dieta alta en grasas.
Después de una semana con una dieta con 80% de grasa, puedes quintuplicar tu aumento de azúcar en la sangre en reacción a la misma carga de carbohidratos en comparación con una semana con una dieta baja en grasas, como puedes ver en el gráfico a continuación y en el minuto 1:12 en mi video.
Incluso un solo día de consumo excesivo de grasa en la dieta puede generar esta reacción, como muestro en el minuto 1:26 en mi video. Si te sometes a una prueba de diabetes, cenar una comida rica en grasas el día anterior podría afectar tus resultados de forma adversa. Una sola comida rica en grasas saturadas podría empeorar la intolerancia a los carbohidratos, la causa de la diabetes, en solo 4 horas.
Con suficiente pérdida de peso por cualquier medio, ya sea por cólera o cirugía bariátrica, la diabetes tipo 2 podría revertirse, pero una dieta cetogénica para la diabetes podría no solo esconder los problemas, sino empeorarlos.
He estado tratando de pensar en una buena metáfora. Es fácil encontrar cosas que traten los síntomas sin ayudar a la enfermedad subyacente, como darle aspirina a alguien con neumonía para la fiebre en lugar de antibióticos. Sin embargo, una dieta cetogénica para la diabetes es peor que eso, porque trata los síntomas mientras empeora la enfermedad. Podría ser parecido a meter en un banco de nieve al paciente con neumonía para curarle la fiebre o amputar la mano para “curar” un dedo amputado. Uno de los cofundadores de masteringdiabetes.org sugirió que sería como si un CEO mejorara su resultados malos con deudas enormes. Los números parecerían buenos desde afuera, pero en el interior, la empresa solo se metería en un agujero más grande.
¿Recuerdas “The Club”, ese dispositivo antirrobo popular para autos que se colocaba en el volante y lo bloqueaba para que la dirección solo pueda girar unos centímetros? Imagina que estás en un automóvil en la cima de una colina con el volante bloqueado. Luego, el automóvil comienza a rodar cuesta abajo. ¿Qué harías? Imagina también que hay algo atrapado debajo del pedal del freno. La respuesta equivalente a la dieta cetogénica en esta situación es que no importa si te precipitas hacia el tráfico con el volante bloqueado y sin frenos, solo debes andar por caminos rectos, desiertos, sin señales de alto ni semáforos. Si haces eso, ¡el problema está resuelto! Cuanto más tiempo pase, más velocidad ganarás. Si encuentras un obstáculo dietético en el camino o comienzas a desviarte, las consecuencias podrían volverse desastrosas. Sin embargo, si te adhieres al camino cetogénico recto y estrecho, ¡estarás bien! En contraste, la respuesta no cetogénica sería desbloquear el volante y quitar lo que está debajo de tu pedal de freno. En otras palabras, solucionar el problema subyacente en lugar de pasar de largo, y luego adentrarte en el cementerio.
La razón por la que los defensores de la dieta cetogénica afirman que pueden “revertir” la diabetes es porque los diabéticos tipo 2 pueden dejar de aplicarse insulina. Eso sería como curar a alguien de la necesidad de una silla de ruedas mediante la fe, y dejarlo en la cama el resto de su vida. No hay necesidad de una silla de ruedas si nunca se mueve. Su intolerancia a los carbohidratos no ha desaparecido. Su diabetes no ha desaparecido. De hecho, podría ser igual de grave o incluso peor. La diabetes tipo 2 se revierte cuando te retiran la insulina mientras comes una dieta normal como todos los demás. Solo entonces ya no tienes diabetes. Una verdadera dieta de reversión de la diabetes, como puedes ver a continuación y en el minuto 4:58 en mi video, es casi lo opuesto a una dieta cetogénica: retirar la insulina en cuestión de semanas y poder comer 300 gramos de carbohidratos al día.
La ironía no se detiene ahí. Una de las razones por las cuales los diabéticos sufren daño en los nervios y en las arterias es debido a una toxina metabólica inflamatoria conocida como metilglioxal, que se forma a niveles elevados de azúcar en la sangre. El metilglioxal es el creador más potente de productos finales de glicación avanzada (AGE, por sus siglas en inglés), que están implicados en enfermedades degenerativas, desde Alzheimer y cataratas hasta enfermedades renales y accidentes cerebrovasculares, como puedes ver a continuación y en el minuto 5:31 en mi video.
Obtienes AGEs en tu cuerpo de dos fuentes, puedes consumirlos preformados en tu dieta o producirlos a partir de metilglioxal si tienes niveles altos de azúcar en la sangre. En una dieta cetogénica, uno esperaría una exposición alta a AGEs preformados, ya que se encuentran concentrados en alimentos de origen animal ricos en grasa y proteínas, pero se esperaría menos formación interna nueva debido a la ausencia de carbohidratos en la dieta. Los investigadores de Dartmouth se sorprendieron al encontrar cantidades altas de metilglioxal en participantes con dietas cetogénicas. Como muestro en el gráfico a continuación y en el minuto 6:11 en mi video, unas pocas semanas en la dieta Atkins llevaron a un aumento significativo en los niveles de metilglioxal. Aquellos en cetosis activa les fue aún peor, duplicaron el nivel de esta glicotoxina en su torrente sanguíneo.
Resulta que los niveles de azúcar altos no son la única manera de crear esta toxina, como puedes ver a continuación y a las 6:24 en mi video. Una de los cetonas que se producen en una dieta cetogénica es la acetona (conocida por su papel principal en el quitaesmalte). La acetona hace más que lograr que los seguidores de la dieta cetogénica fallen en las pruebas de alcoholemia, “se sientan mareados y aturdidos, y desarrollen lo que se ha descrito como ‘aliento a manzana podrida'”. La acetona puede oxidarse en la sangre para formar acetol, que es un precursor del metilglioxal.
Eso podría explicar por qué las personas en una dieta cetogénica podrían terminar con niveles de esta glicotoxina tan altos como los de personas con diabetes descontrolada, lo que causa daños en los nervios y en los vasos sanguíneos en diabéticos. Esa es otra manera en que los que siguen una dieta cetogénica pueden terminar con un ataque al corazón. La ironía de tratar la diabetes con una dieta cetogénica puede extenderse más allá de empeorar la diabetes subyacente, sino imitar algunas de las consecuencias graves de la enfermedad.
Esto es parte de una serie de 7 videos sobre la dieta cetogénica, que puedes encontrar en videos relacionados a continuación. También abordé la diabetes.