¿Los productos de micoproteínas (Quorn) son saludables?

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Victoria Rodríguez.

Los ensayos clínicos sobre Quorn indican que puede aumentar la saciedad y ayudar a controlar el colesterol, la concentración de glucosa en la sangre y los niveles de insulina.

Quizás hayas oído sobre la carne hecha con proteína de trigo (como las salchichas Field Roast y el tocino de seitán Upton’s), con proteína de soja (como la hamburguesa Impossible Whopper y las alitas Gardein) y con proteína de guisante (como la salchicha Beyond Meat y el atún vegetal Good Catch), pero ¿has oído sobre la carne hecha con micoproteína? Es algo relativamente nuevo. La carne hecha a partir de hongos es popular en Europa y se introdujo en el mercado de los Estados Unidos comercializada como Quorn, que fabrica carne sin res, pollo sin pollo, pescado sin pescado y cerdo sin cerdo, como se ve en el minuto 0:35 de mi video Los efectos para la salud de las micoproteínas (Quorn) en comparación con los BCAA de la carne.

En cuanto al impacto ambiental, la carne Quorn tiene una huella de carbono al menos 10 veces menor que la carne de res convencional, y la huella de carbono del pollo Quorn es al menos 4 veces menor que la del pollo convencional. En cuanto a la salud, “la micoproteína tiene un alto contenido de proteína y fibra, y un bajo contenido de grasas, colesterol, sodio y azúcar”, como era de esperarse. Lo más importante es que se han llevado a cabo ensayos clínicos que indican que podría ayudar a controlar el colesterol, la concentración de glucosa en la sangre y los niveles de insulina, además de aumentar la saciedad. No es extraño, ya que la fibra y la micoproteína en sí pueden ser fermentadas por nuestras bacterias intestinales beneficiosas, por lo que también puede actuar como prebiótico para nuestra microbiota intestinal.

Se han informado muy pocos casos verificados de alergias a la micoproteína e incluso más casos de quejas infundadas, pero, teniendo en cuenta los miles de millones de ventas, el índice de reacciones alérgicas podría ser de 1 por cada 9 millones.

A continuación y en el minuto 1:40 de mi video, se pueden observar los datos sobre el colesterol convertidos a valores de los Estados Unidos. Hubo una disminución significativa en el colesterol total y el LDL, de más de 30 puntos en 8 semanas.

En términos de saciedad, como indiqué en mi Ponencia sobre pérdida de peso basada en evidencia, se ha determinado que tanto el tofu como el Quorn son más saciantes que el pollo. En el caso del Quorn, se observó una reducción de la ingesta en la siguiente comida horas después en personas delgadas y también una disminución en personas con sobrepeso u obesidad.

Es curioso que la industria de la carne de res financie estudios sobre la obesidad y el consumo de pollo. Para hacer una comparación lineal con otros alimentos, eligen “galletas y chocolate recubierto de azúcar”. Es un truco clásico de la industria farmacéutica para hacer que tu producto se vea mejor comparándolo con algo peor. (Parece que el chocolate normal no era lo suficientemente malo para hacer que el pollo saliera mejor parado, por lo que usaron chocolate recubierto de azúcar). ¿Qué sucede cuando el pollo se contrasta con un alimento de control real, como el pollo sin pollo? El pollo no dice ni pío, ya que “se ha demostrado con claridad que una comida con Quorn aporta una mayor saciedad que una comida con pollo”. Por ejemplo, al darles a los participantes de un estudio un almuerzo de pollo y arroz, cuatro horas y media después comieron un 18 % más en una cena buffet que los que comieron Quorn y arroz en el almuerzo, quienes redujeron su ingesta en unas 200 calorías en promedio.

Como se puede ver aquí y en el minuto 3:01 de mi video, en parte, el motivo por el que las carnes vegetales podrían engordar menos es que provocan un menor incremento de la insulina. Un pollo sin carne como Quorn causa una reacción de insulina inmediata hasta un 41 % menor.

Resulta que la proteína animal causa casi tanta liberación de insulina como el azúcar puro, como se puede ver abajo y en el minuto 3:03 de mi video.

Simplemente añadir claras de huevo a tu alimentación puede aumentar la producción de insulina en un 60 % en cuatro días, como se puede ver aquí y en el minuto 3:16.

Y el pescado podría ser incluso peor, como se indica abajo y en el minuto 3:21.

¿Por qué añadir atún al puré de papas sube los niveles de insulina, pero añadir brócoli en cambio reduce la respuesta de insulina aproximadamente en un 40 %? No es la fibra, puesto que, al ingerir la misma cantidad de fibra de brócoli sola, no se produjo ningún beneficio significativo. Entonces, ¿por qué la proteína animal da peores resultados que la proteína vegetal?

Las proteínas de origen vegetal suelen tener niveles más bajos de aminoácidos ramificados, que se asocian a la resistencia a la insulina, la causa de la diabetes de tipo 2. Esto se puede demostrar con un experimento. Si se le dan aminoácidos ramificados a personas veganas, adquieren la misma resistencia a la insulina que los omnívoros. Del mismo modo, si las personas omnívoras llevan una alimentación vegana durante 48 horas, en dos días se puede ver el efecto opuesto: mejoras significativas en su huella metabólica. ¿Por qué? Porque “una ingesta reducida de aminoácidos ramificados mejora la salud metabólica”, como dice el título del estudio. Las personas a quienes se asignó de forma aleatoria para que restringieran su ingesta de proteínas consumían, en promedio, cientos de calorías más por día, por lo que deberían haber engordado, ¿no? Pues no; de hecho, redujeron la grasa corporal. Restringir la ingesta de proteínas les permitió consumir más calorías y, al mismo tiempo, bajaron de peso. Consumían más calorías, pero redujeron la grasa corporal. ¿De qué se trata esta “restricción de proteínas” mágica? Los participantes del estudio solo consumían la cantidad recomendada de proteínas. Tal vez los investigadores deberían haber llamado a este grupo “grupo de consumo normal de proteínas” o “grupo de consumo recomendado de proteínas” en lugar de “grupo de consumo restringido de proteínas”, y deberían haber llamado al grupo de control que consumía un nivel de proteínas más habitual entre los estadounidenses (y que se veía perjudicado por ello) “grupo de consumo de proteína en exceso”.

Dada la “recuperación de la salud metabólica por un consumo reducido de aminoácidos ramificados”, los líderes en este ámbito han sugerido la creación de medicamentos para inhibir su absorción, a fin de “promover la salud metabólica y tratar la diabetes y la obesidad sin reducir la ingesta calórica”. Otra opción es intentar no consumir tantos aminoácidos ramificados para empezar.

Se encuentran principalmente en la carne, incluido el pollo y el pescado, los lácteos y los huevos, lo cual quizás explique por qué la proteína animal se ha asociado a un mayor riesgo de diabetes mientras que la proteína vegetal parece protegernos de ella. En conclusión, “definir los límites apropiados” de ingesta de proteína animal “podría ofrecer una gran oportunidad para la prevención de la diabetes de tipo 2 y la obesidad”.

Este artículo forma parte de una serie de 9 entregas sobre las carnes vegetales. Si no has visto las anteriores, échales un vistazo:

Key Takeaways

    • La micoproteína (como los productos Quorn) tienen una huella de carbono mucho más pequeña que las carnes convencionales y ofrecen ventajas nutricionales: tienen un alto contenido de proteína y fibra y un bajo contenido de grasas, colesterol, sodio y azúcar. También actúan como prebiótico, lo cual fomenta la salud intestinal.
    • Según algunos ensayos clínicos, la micoproteína puede ayudar a disminuir el colesterol, mejorar la concentración de glucosa en la sangre y los niveles de insulina, y aumentar la saciedad. Es más saciante que el pollo, lo cual reduce el consumo de calorías en general.
    • Aunque existen las alergias a la micoproteína, son sumamente infrecuentes, ya que ocurren en 1 de cada 9 millones de personas entre miles de millones de paquetes que se venden.
    • Las proteínas vegetales como Quorn causan un incremento de la insulina significativamente menor que las proteínas animales, las cuales pueden desencadenar respuestas de insulina similares al consumo de azúcar puro o incluso peores. Reducir el consumo de aminoácidos ramificados, que se suelen encontrar en las proteínas animales, puede mejorar la sensibilidad a la insulina y la salud metabólica.
    • Disminuir el consumo de proteínas animales y aminoácidos ramificados puede ayudar a bajar de peso y mejorar la salud metabólica, incluso al consumir más calorías. Esto resalta los beneficios de una alimentación basada en vegetales para prevenir la diabetes de tipo 2 y la obesidad.

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