¿Se puede tratar el reflujo de los bebés con la alimentación?

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.

Trata la causa del reflujo infantil al eliminar la leche materna.

Ha existido un problema persistente entre los cuidadores de gorilas en los zoológicos, los gorilas vomitaban todo el tiempo. “La práctica de la regurgitación nunca ha sido reportada en gorilas salvajes, pero por desgracia muchos cuidadores de animales en cautiverio la aceptaron como normal”. ¿Con qué los alimentaban? Los gorilas son animales grandes y fuertes, así que se aseguraban de alimentarlos con mucha proteína, entre ellas queso cottage, carne, huevos y leche. Esto fue así hasta que un zoológico en Alemania tuvo la idea radical de alimentarlos con su dieta natural de “hojas y vegetales”. El “cambio después de las modificaciones en la dieta fue asombroso”. Antes, un gorila macho adulto regurgitaba y vomitaba la mayor parte del día. Pero al tercer día de comer lo que se suponía que debían, dejaron de hacerlo. Incluso solo eliminar la leche de la dieta de los gorilas en cautiverio llevó a mejoras significativas. La leche de vaca era “considerada un elemento esencial en la dieta de los gorilas en cautiverio”, pero los investigadores demostraron que eliminarla puede reducir tales “comportamientos indeseables… y podría ser un paso hacia una aproximación mejor de la dieta natural para los gorilas en cautiverio”. Los cuidadores de los zoológicos les daban a los gorilas leche animal después del destete. Pero la leche es solo para los bebés. Además, les daban leche de vaca a un primate. ¿Cómo pudieron pensar que les haría bien?

Me recuerda a un estudio histórico que discuto en mi video Cómo tratar el reflujo en bebés con la alimentación. A 81 niños con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se les administraron medicamentos, dos tercios mejoraron y 27 no. Entonces, los investigadores eliminaron la leche de vaca de sus dietas. En un plazo de un mes, los 27 se curaron.

“Los síntomas de la regurgitación ácida, el ardor de estómago o ambos ocurren al menos 1 vez a la semana en el 10-20% de los adultos pertenecientes al mundo occidental” y hasta alrededor del 25% de los bebés. Es normal que los bebés tengan reflujo de forma ocasional, pero no de forma constante. De hecho, puede volverse bastante grave. Hasta un cuarto de los bebés regurgitan de forma tan grave que los padres necesitan buscar ayuda médica, y esto podría darse por sensibilidad a la leche de vaca. Los síntomas de la alergia a las proteínas de la leche de vaca “se superponen con muchos síntomas de la ERGE o pueden coexistir o complicar la ERGE” o el reflujo. Incluso si no hay una alergia formal a los lácteos en sí, parece haber algún tipo de “hipersensibilidad” a la leche de vaca en muchos bebés y niños con reflujo grave.

Existen todo tipo de pruebas invasivas, como colocar sondas de pH en la garganta del bebé, pero la prueba más habitual en la práctica pediátrica para los bebés con reflujo es la eliminación de proteína de leche de vaca durante 2 o 4 semanas.

El estándar de oro es lo que se llama un protocolo de eliminación y reexposición, donde hay una “resolución completa de los síntomas mediante una eliminación estricta seguida de la recurrencia [de los síntomas] al reintroducir las proteínas de leche de vaca”. Alrededor de 200 bebés diagnosticados con reflujo se sometieron a una dieta libre de leche de vaca y luego se les realizaron pruebas de reintroducción. Ochenta y cinco de los 204 bebés con reflujo padecían alergia o hipersensibilidad a la leche de vaca.

Entonces, ¿qué es lo que sucede? Creemos que nuestro sistema inmunológico considera a las proteínas bovinas como extrañas y las ataca, lo que desencadena una respuesta inflamatoria que irrita los nervios que recubren el tracto digestivo. Esto resulta en anormalidades en las contracciones rítmicas del estómago, que desencadena la regurgitación. No solo hablamos de bebés alimentados con fórmula. La alergia a las proteínas de la leche de vaca “puede ocurrir en bebés alimentados solo con leche materna”, ya que las proteínas de la leche de vaca pueden ser secretadas en la leche materna. Si la madre consume leche o huevos, las proteínas pueden pasar al bebé a través de su leche. Por lo tanto, “los bebés alimentados con leche materna que presenten regurgitación y vómitos podrían beneficiarse de una prueba de eliminación de la leche de vaca y los huevos de la dieta materna”.

De hecho, esa es la recomendación consensuada tanto de la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica como de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. Cada vez que se observe reflujo, lo primero que se debe intentar es la restricción de proteínas de leche de vaca o, en el caso de los bebés que son amamantados, una estricta dieta de eliminación de proteínas de leche de vaca por parte de la madre. De esta manera, podríamos tratar la causa sin utilizar medicamentos innecesarios y antes de considerar la cirugía antireflujo.

Las dietas maternas podrían tener un efecto directo en los bebés amamantados. Para obtener más información, consulta mi video Tratamiento de cólico del lactante cambiando la dieta de mamá.

Para las madres que pueden hacerlo, la lactancia materna sigue siendo siempre la mejor opción. Consulta Leche de fórmula para la obesidad infantil.

Para niños mayores con reflujo, consulta mi video Cómo tratar el reflujo en niños con la alimentación.

Key Takeaways

    • Era normal que los gorilas en cautiverio vomitaran, a pesar de que la regurgitación nunca se había informado en sus contrapartes salvajes. En cautiverio, se les solía alimentar con grandes cantidades de proteínas, como con leche, queso cottage, huevos y carne, hasta que un zoológico alemán cambió a una dieta natural de “hojas y vegetales”. En tan solo unos días, los animales se curaron.
    • Con solo eliminar la leche de la dieta de los gorilas en cautiverio se observaron mejoras significativas, lo cual tiene sentido ya que a los gorilas adultos estaban consumiendo leche bovina destinada a terneros.
    • En un estudio importante, a 81 niños con reflujo se les administraron medicamentos. Dos tercios mejoraron y los 27 niños que aún sufrían de ERGE, se curaron en el plazo de un mes luego de eliminar la leche de vaca de sus dietas.
    • Los síntomas de alergia o incluso de la hipersensibilidad a las proteínas de la leche de vaca pueden superponerse, coexistir o complicar los síntomas de reflujo.
    • La prueba más práctica es eliminar la proteína de leche de vaca de la dieta en bebés con reflujo durante 2 a 4 semanas, y el estándar de oro es un protocolo de eliminación y reexposición (reintroducción de la proteína de leche de vaca).
    • Cuando se eliminó la leche de vaca de la dieta de 204 bebés diagnosticados con reflujo, se descubrió que 85 de ellos sufrían de alergia o hipersensibilidad a la proteína de la leche luego de su reintroducción.
    • Se cree que nuestro sistema inmunológico considera a las proteínas de la leche de vaca como extrañas y las ataca, lo que desencadena una respuesta inflamatoria que irrita los nervios que recubren el tracto digestivo y, en última instancia, provoca la regurgitación.
    • Las proteínas de la leche de vaca pueden ser secretadas intactas en la leche materna, por lo que si la madre consume leche o huevos, su bebé podría recibir las proteínas al ser amamantado.
    • La recomendación consensuada de la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica y de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica para los bebés con reflujo es intentar primero un ensayo terapéutico de restricción de proteína de leche de vaca o, en el caso de los bebés amamantados, una dieta de eliminación de proteína de leche de vaca por parte de la madre.

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