Flashback Friday: Cómo prevenir y tratar los cálculos renales con la alimentación

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Consumir menos proteína animal y menos sodio parece ser un tratamiento más efectivo para los cálculos renales (nefrolitiasis) que restringir la ingesta de calcio y oxalatos

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Laura Millán, Adriana Telias y Macarena Troscé voluntarios activos en NutritionFacts.org.

Así es como se ve la superficie de un cálculo renal bajo un microscopio. Imagina a este cálculo raspando tu tracto urinario. Los cálculos renales afectan aproximadamente a una de cada once personas en los Estados Unidos, aunque hace veinte años solo afectaba a una cada veinte, lo que ha sido un incremento dramático en la prevalencia de esta enfermedad, que empezó a incrementar después de la Segunda Guerra Mundial. Se encontró una relación sorprendente entre la incidencia de cálculos y el consumo de proteína animal, nuestra primera pista, se publicó en los años sesenta. Pero eso fue un estudio poblacional, y no se pudo probar la causa y el efecto. Después, los investigadores en Gran Bretaña hicieron un estudio intervencionista, añadieron proteína animal a su dieta, como una lata extra de atún a su dieta diaria, y midieron los factores formadores de cálculos en su orina: cuánto calcio estaban orinando, la concentración de oxalato y ácido úrico en la orina antes y después de haber consumido la lata extra de atún. Su probabilidad de formar cálculos en general incrementó un 250% durante los días en que añadieron la lata extra de pescado. Esa dieta alta en proteína animal fue suficiente para incrementar el consumo del estadounidense promedio. El consumo promedio de carne parece incrementar el riesgo de cálculos renales.

¿Entonces qué pasa si no hay consumo de carne? Incluso a finales de los 70, sabíamos que el único factor dietético consistente asociado con los cálculos renales era la proteína animal. Cuanto mayor es la ingesta de proteína animal, más probable es que un individuo tenga varios cálculos, en lugar de uno solo. Por el contrario, una dieta baja en proteína animal puede reducir bastante la probabilidad general de formar cálculos, lo que puede explicar la aparente baja incidencia en sociedades vegetarianas. Entonces, ser partidario de una dieta más vegetariana podría valer la pena como un medio para reducir el riesgo.

Pero no fue hasta el 2014 que verdaderos vegetarianos fueron estudiados en detalle. Usando datos de admisiones hospitalarias, encontraron que los vegetarianos tenían un menor riesgo de ser hospitalizados por cálculos renales comparados con las personas que comían carne. Entre los que comían carne, un aumento en la ingesta del consumo de carne estuvo asociado con un riesgo más alto de desarrollar cálculos renales, mientras que un consumo alto de fruta fresca, fibra, y magnesio podía ayudar a reducir el riesgo. Podemos usar esta información para aconsejar al público sobre la prevención de la formación de los cálculos renales.

¿Qué consejo podríamos dar en términos de qué proteína animal es la peor? A pesar de las pruebas convincentes de que el consumo de proteína animal excesivo aumenta el riesgo de la formación de los cálculos renales, el efecto que tienen las diferentes fuentes de proteína animal todavía no habían sido exploradas hasta este estudio publicado en 2014. Se le suele aconsejar a la gente que forma cálculos renales que eviten la ingesta de carne roja para disminuir el riesgo de formar cálculos, ¿pero qué pasa con el pollo y el pescado? No lo sabíamos hasta ahora. El salmón y el bacalao fueron comparados al pollo, a la carne de hamburguesa y al bistec. Encontraron que, gramo por gramo, el pescado puede ser peor en términos de la producción del ácido úrico. Sin embargo, los efectos generales eran complejos. Las personas que forman cálculos deberían ser aconsejados a limitar la ingesta de todas las proteínas animales, y no solo un poquito. Solo aquellos que disminuyen notablemente su ingesta de proteína animal pueden esperar beneficiarse de estas recomendaciones dietéticas.

Diferentes estudios científicos sugieren que el consumo excesivo de proteína animal se encuentra asociado con un mayor riesgo de incidencia de cálculos renales, probablemente debido a la contribución de ácido que realizan los aminoácidos azufrados, los cuales son más abundantes en este tipo de proteínas. Pero ¿qué sabemos acerca del tratamiento de cálculos renales? La mayor parte de los cálculos están formados por oxalato de calcio y se forman como el caramelo de roca cuando la orina se sobresatura. Por esta razón, los médicos asumieron que, si los cálculos estaban hechos de calcio, solo debían aconsejarle a sus pacientes que redujeran su consumo de calcio. Esta fue la recomendación que por mucho tiempo se les hizo a las personas con cálculos renales, hasta que este estudio publicado en el New England Journal of Medicine comparó una dieta con bajo contenido de calcio contra una dieta baja en proteína animal y en sodio. En este estudio, la restricción en el consumo de proteína animal fue la que proporcionó una mayor protección, reduciendo a la mitad el riesgo de volver a desarrollar cálculos renales en los siguientes cinco años.

¿Y qué sucede cuando se reduce el consumo de oxalatos, presentes en altos niveles en ciertos vegetales? Un estudio reciente encontró que el riesgo no aumenta con una mayor ingesta de vegetales. De hecho, el mayor consumo de alimentos de origen vegetal, frutas o verduras se encuentra asociado con una reducción del riesgo, independiente de otros factores de riesgo conocidos. Esto significa que uno puede obtener mayor protección aumentando el consumo de alimentos de origen vegetal, además de restringir los de origen animal.

El motivo por el cual la reducción en el consumo de proteína animal es beneficioso no solo es el descenso que se obtiene en la producción de ácidos en el cuerpo, sino también la reducción en la excreción de urato, cristales de ácido úrico que pueden actuar como núcleos para la formación de cristales de calcio, o ellos mismos creando cálculos completos. Los cálculos de ácido úrico son los más comunes después de los de calcio. Existen dos maneras de reducir los niveles de ácido úrico en la orina: disminuir el consumo de proteína animal o a través de medicamentos. La eliminación del consumo de carne puede reducir en un 93% el riesgo de cristalización. Este es el riesgo de que se formen cristales cuando se consume la dieta estadounidense tradicional durante cinco días. Luego de cambiar a una dieta vegetariana, se logra una reducción del 93% en solo unos pocos días.

Para minimizar el riesgo de cristalización de ácido úrico el objetivo es llevar el pH de la orina a un valor de 6.8. Por este motivo, se han desarrollado varias sustancias alcalinizantes. Pero la alcalinización de la orina hasta un pH de 6.8 se puede lograr a través de modificaciones en la dieta exclusivamente, por ejemplo, eliminando todo consumo de carne, lo que lleva a que una persona que consume la dieta estadounidense tradicional pase de un pH de 5.95 hasta el objetivo de 6.8 cuando se consume una dieta vegetariana. Es posible probar el pH de la orina con una simple prueba en el baño, ya que se debe tener en cuenta que no todos los alimentos de origen vegetal son igualmente alcalinizantes, y no todos los alimentos de origen animal son igualmente acidificantes.

El puntaje LAKE (carga de ácido al riñón) toma en cuenta la carga de ácido de los alimentos y el tamaño típico de sus porciones, y puede ser utilizado para ayudar a la gente a modificar su dieta para prevenir los cálculos renales de calcio y ácido úrico, así como otras enfermedades. Esto es lo que se encontró: el alimento con mayor producción de ácido es el pescado, como el atún. Luego el puerco, el pollo y el queso, aunque la leche y otros productos lácteos solo producen un efecto mínimo, y finalmente la carne de res. Los huevos producen una mayor acidificación que la carne de res, pero dado que la gente tiende a consumir menores cantidades de huevo en el curso de una comida, esa es su posición en esta gráfica. Algunos granos pueden ser levemente acidificantes, como el pan y el arroz. Sorprendentemente, la pasta no. Los frijoles son significativamente alcalinizantes, pero no tanto como las frutas y los alimentos con la mayor capacidad alcalinizante: los vegetales.

Solo con cambios en la dieta podemos disolver los cálculos de ácido úrico por completo. Ahora se ven, ahora ya no. Sin drogas ni cirugías. Solo con beber más agua y modificar la dieta, al consumir menos proteína animal, por ejemplo, y el cálculo renal ha desaparecido.

Para resumir, existen cinco tipos de cálculos renales. Lo más importante que se puede hacer desde el punto de vista de la dieta es beber 10 a 12 vasos de agua, reducir el consumo de proteína animal, consumir menos sal y comer más vegetales.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Laura Millán, Adriana Telias y Macarena Troscé voluntarios activos en NutritionFacts.org.

Así es como se ve la superficie de un cálculo renal bajo un microscopio. Imagina a este cálculo raspando tu tracto urinario. Los cálculos renales afectan aproximadamente a una de cada once personas en los Estados Unidos, aunque hace veinte años solo afectaba a una cada veinte, lo que ha sido un incremento dramático en la prevalencia de esta enfermedad, que empezó a incrementar después de la Segunda Guerra Mundial. Se encontró una relación sorprendente entre la incidencia de cálculos y el consumo de proteína animal, nuestra primera pista, se publicó en los años sesenta. Pero eso fue un estudio poblacional, y no se pudo probar la causa y el efecto. Después, los investigadores en Gran Bretaña hicieron un estudio intervencionista, añadieron proteína animal a su dieta, como una lata extra de atún a su dieta diaria, y midieron los factores formadores de cálculos en su orina: cuánto calcio estaban orinando, la concentración de oxalato y ácido úrico en la orina antes y después de haber consumido la lata extra de atún. Su probabilidad de formar cálculos en general incrementó un 250% durante los días en que añadieron la lata extra de pescado. Esa dieta alta en proteína animal fue suficiente para incrementar el consumo del estadounidense promedio. El consumo promedio de carne parece incrementar el riesgo de cálculos renales.

¿Entonces qué pasa si no hay consumo de carne? Incluso a finales de los 70, sabíamos que el único factor dietético consistente asociado con los cálculos renales era la proteína animal. Cuanto mayor es la ingesta de proteína animal, más probable es que un individuo tenga varios cálculos, en lugar de uno solo. Por el contrario, una dieta baja en proteína animal puede reducir bastante la probabilidad general de formar cálculos, lo que puede explicar la aparente baja incidencia en sociedades vegetarianas. Entonces, ser partidario de una dieta más vegetariana podría valer la pena como un medio para reducir el riesgo.

Pero no fue hasta el 2014 que verdaderos vegetarianos fueron estudiados en detalle. Usando datos de admisiones hospitalarias, encontraron que los vegetarianos tenían un menor riesgo de ser hospitalizados por cálculos renales comparados con las personas que comían carne. Entre los que comían carne, un aumento en la ingesta del consumo de carne estuvo asociado con un riesgo más alto de desarrollar cálculos renales, mientras que un consumo alto de fruta fresca, fibra, y magnesio podía ayudar a reducir el riesgo. Podemos usar esta información para aconsejar al público sobre la prevención de la formación de los cálculos renales.

¿Qué consejo podríamos dar en términos de qué proteína animal es la peor? A pesar de las pruebas convincentes de que el consumo de proteína animal excesivo aumenta el riesgo de la formación de los cálculos renales, el efecto que tienen las diferentes fuentes de proteína animal todavía no habían sido exploradas hasta este estudio publicado en 2014. Se le suele aconsejar a la gente que forma cálculos renales que eviten la ingesta de carne roja para disminuir el riesgo de formar cálculos, ¿pero qué pasa con el pollo y el pescado? No lo sabíamos hasta ahora. El salmón y el bacalao fueron comparados al pollo, a la carne de hamburguesa y al bistec. Encontraron que, gramo por gramo, el pescado puede ser peor en términos de la producción del ácido úrico. Sin embargo, los efectos generales eran complejos. Las personas que forman cálculos deberían ser aconsejados a limitar la ingesta de todas las proteínas animales, y no solo un poquito. Solo aquellos que disminuyen notablemente su ingesta de proteína animal pueden esperar beneficiarse de estas recomendaciones dietéticas.

Diferentes estudios científicos sugieren que el consumo excesivo de proteína animal se encuentra asociado con un mayor riesgo de incidencia de cálculos renales, probablemente debido a la contribución de ácido que realizan los aminoácidos azufrados, los cuales son más abundantes en este tipo de proteínas. Pero ¿qué sabemos acerca del tratamiento de cálculos renales? La mayor parte de los cálculos están formados por oxalato de calcio y se forman como el caramelo de roca cuando la orina se sobresatura. Por esta razón, los médicos asumieron que, si los cálculos estaban hechos de calcio, solo debían aconsejarle a sus pacientes que redujeran su consumo de calcio. Esta fue la recomendación que por mucho tiempo se les hizo a las personas con cálculos renales, hasta que este estudio publicado en el New England Journal of Medicine comparó una dieta con bajo contenido de calcio contra una dieta baja en proteína animal y en sodio. En este estudio, la restricción en el consumo de proteína animal fue la que proporcionó una mayor protección, reduciendo a la mitad el riesgo de volver a desarrollar cálculos renales en los siguientes cinco años.

¿Y qué sucede cuando se reduce el consumo de oxalatos, presentes en altos niveles en ciertos vegetales? Un estudio reciente encontró que el riesgo no aumenta con una mayor ingesta de vegetales. De hecho, el mayor consumo de alimentos de origen vegetal, frutas o verduras se encuentra asociado con una reducción del riesgo, independiente de otros factores de riesgo conocidos. Esto significa que uno puede obtener mayor protección aumentando el consumo de alimentos de origen vegetal, además de restringir los de origen animal.

El motivo por el cual la reducción en el consumo de proteína animal es beneficioso no solo es el descenso que se obtiene en la producción de ácidos en el cuerpo, sino también la reducción en la excreción de urato, cristales de ácido úrico que pueden actuar como núcleos para la formación de cristales de calcio, o ellos mismos creando cálculos completos. Los cálculos de ácido úrico son los más comunes después de los de calcio. Existen dos maneras de reducir los niveles de ácido úrico en la orina: disminuir el consumo de proteína animal o a través de medicamentos. La eliminación del consumo de carne puede reducir en un 93% el riesgo de cristalización. Este es el riesgo de que se formen cristales cuando se consume la dieta estadounidense tradicional durante cinco días. Luego de cambiar a una dieta vegetariana, se logra una reducción del 93% en solo unos pocos días.

Para minimizar el riesgo de cristalización de ácido úrico el objetivo es llevar el pH de la orina a un valor de 6.8. Por este motivo, se han desarrollado varias sustancias alcalinizantes. Pero la alcalinización de la orina hasta un pH de 6.8 se puede lograr a través de modificaciones en la dieta exclusivamente, por ejemplo, eliminando todo consumo de carne, lo que lleva a que una persona que consume la dieta estadounidense tradicional pase de un pH de 5.95 hasta el objetivo de 6.8 cuando se consume una dieta vegetariana. Es posible probar el pH de la orina con una simple prueba en el baño, ya que se debe tener en cuenta que no todos los alimentos de origen vegetal son igualmente alcalinizantes, y no todos los alimentos de origen animal son igualmente acidificantes.

El puntaje LAKE (carga de ácido al riñón) toma en cuenta la carga de ácido de los alimentos y el tamaño típico de sus porciones, y puede ser utilizado para ayudar a la gente a modificar su dieta para prevenir los cálculos renales de calcio y ácido úrico, así como otras enfermedades. Esto es lo que se encontró: el alimento con mayor producción de ácido es el pescado, como el atún. Luego el puerco, el pollo y el queso, aunque la leche y otros productos lácteos solo producen un efecto mínimo, y finalmente la carne de res. Los huevos producen una mayor acidificación que la carne de res, pero dado que la gente tiende a consumir menores cantidades de huevo en el curso de una comida, esa es su posición en esta gráfica. Algunos granos pueden ser levemente acidificantes, como el pan y el arroz. Sorprendentemente, la pasta no. Los frijoles son significativamente alcalinizantes, pero no tanto como las frutas y los alimentos con la mayor capacidad alcalinizante: los vegetales.

Solo con cambios en la dieta podemos disolver los cálculos de ácido úrico por completo. Ahora se ven, ahora ya no. Sin drogas ni cirugías. Solo con beber más agua y modificar la dieta, al consumir menos proteína animal, por ejemplo, y el cálculo renal ha desaparecido.

Para resumir, existen cinco tipos de cálculos renales. Lo más importante que se puede hacer desde el punto de vista de la dieta es beber 10 a 12 vasos de agua, reducir el consumo de proteína animal, consumir menos sal y comer más vegetales.

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Nota del Doctor

Hacer nuestra orina más alcalina puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales (e incluso disolver las piedras de ácido úrico).¿Cómo puedes modificar el pH de tu orina? puedes ver mi video Estudia tu dieta con orina y col lombarda.

¿Alguien quiere calcular su LAKE del día? Solo multiplica el número de porciones de cada grupo de alimentos en el gráfico. Yo obtuve -79 el día de ayer :)

Para más información sobre la salud de los riñones puedes ver:

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

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