¿Qué pasaría si dejaras de cepillarte los dientes, pero comieras más saludable?
Experimentalmente, cuando los participantes de un estudio dejan de cepillarse los dientes, se les empieza a acumular placa a los pocos días y sus encías comienzan a inflamarse. No sería visible a simple vista, pero si realizas una biopsia de sus encías verás que la inflamación ha comenzado a expandirse y que, en unas cuantas semanas, la gingivitis se vuelve aparente y sus encías pueden verse rojas, inflamadas y tender a sangrar con facilidad. Si no se hace nada al respecto, se puede desarrollar un caso de periodontitis, en el que la inflamación se expande hasta las estructuras que dan soporte a los dientes (los huesos y los ligamentos), lo cual nos predispone a la pérdida dental.
Pero ¿cómo es que hemos sobrevivido tantos millones de años sin cepillarnos los dientes? Sí, “las enfermedades dentales son casi universales” hoy en día, pero también existen cráneos con dientes perfectos que datan de miles de años antes de la invención de los cepillos de dientes. Ahora bien, también datan de miles de años antes de la invención de los dulces. ¿Tiene la comida algo que ver? No podemos saberlo… hasta que se ponga a prueba. De esto hablo en mi video El mejor alimento para la enfermedad periodontal y la gingivitis.
¿Qué tipo de personas estarían dispuestas no solo a dejar de cepillarse los dientes, sino también a dejar la comida chatarra procesada? Los investigadores diseñaron un estudio en el que los participantes se vieron forzados a vivir en condiciones parecidas a las de la edad de piedra por todo un mes. No tenían cepillos de dientes, ni pasta dental, ni hilo dental, ni palillos, ni ningún producto de higiene oral. Había guardias de seguridad que se aseguraban de que los participantes mantuvieran un estilo de vida adecuado para la edad de piedra. Tal vez hubieran podido utilizar una rama o algo parecido, pero nada más. Tampoco tenían dulces. La idea era replicar la dieta del 4000 A.C., por lo que los participantes se alimentaban de cereales integrales, un poco de sal añadida, hierbas, miel, leche y carne de animales domésticos (cabras y gallinas), y también podían salir a recolectar frutos rojos o lo que pudieran encontrar. ¿Y qué pasó?
Sin productos de higiene dental, se les acumuló placa en los dientes, como se ve en el minuto 1:53 del video, pero sus encías se volvieron más saludables, al medir el sangrado gingival ante estímulo. (Es decir, si las encías sangran o no al ser palpadas con un aparato dental.) Casi en todos los casos, la salud de sus encías mejoró. ¿Cómo es posible que tuvieran las encías más sanas si tenían tanta placa acumulada? Muchas de las bacterias que causan enfermedades dentales desaparecieron de sus bocas. Los investigaores sugirieron que esto se debía a la falta de azúcares refinados, pero estaban comiendo miel, así que no era una dieta sin azúcar. Ah, pero lo que sí estaban comiendo era muchos cereales y frutos rojos ricos en fitonutrientes antioxidantes con propiedades antiinflamatorias. Así que tal vez fue una combinación de factores: la restricción en la ingesta de azúcares y el consumo de alimentos realmente saludables. Así que todos esos estudios experimentales en los que los participantes dejan de cepillarse los dientes y sus encías inevitablemente comienzan a inflamarse, tal vez solo tengan sentido para la gente que consume muchos alimentos procesados altos en azúcares y pocos alimentos integrales de origen vegetal que previenen la inflamación.
¿Qué papel desempeña la nutrición en la salud periodontal? La gingivitis puede conducir a la periodontitis, una enfermedad inflamatoria de los tejidos que dan soporte a los dientes que, de no ser tratada, puede conducir a la pérdida progresiva del hueso que sostiene a los dientes. Parte del desarrollo de la enfermedad periodontal puede deberse al estrés oxidativo. Así que, no solamente deberíamos reducir nuestro consumo de alimentos proinflamatorios, como los carbohidratos refinados y las grasas saturadas, sino también ayudaría que comiéramos más alimentos ricos en antioxidantes.
Entonces, ¿existe una relación entre el consumo diario de vitamina C y la periodontitis, por ejemplo? Aparentemente sí. Un mayor riesgo de periodontitis está asociado con un bajo consumo de vitamina C, pero no podemos saber cuál es el efecto de la disminución y suplementación de vitamina C en la salud periodontal… hasta ponerlo a prueba. Los investigadores de este estudio básicamente encerraron a los participantes por tres meses para que pudieran administrarles cantidades controladas de vitamina C y medir si la inflación de sus encías estaba asociada directamente con los niveles de vitamina C. Con la vitamina C que tiene una naranja al día, las encías mejoraron, pero empeoraron cuando el consumo disminuyó a 5 mg por día. Al consumir el equivalente de 10 naranjas al día mejoraron otra vez y empeoraron al bajar a 5 naranjas al día. Muy convincente, ¿verdad? Aunque con 5 mg al día es probable que te dé escorbuto. Sabemos que cuando tienes escorbuto te sangran las encías y tus dientes se empiezan a caer, pero eso no significa que consumir vitamina C extra pueda ser de ayuda.
Y, en efecto, 1500 mg de vitamina C al día no tuvieron un efecto apreciable en la prevención de la gingivitis. Ni siquiera 2000 mg al día pudieron ayudar a pacientes con periodontitis. Tal vez la vitamina C no es el mejor antioxidante. Entonces, ¿qué hay del licopeno, el poderoso pigmento antioxidante que hace que los tomates sean rojos? ¡Sí funciona! Pero en el estudio el licopeno fue inyectado directamente en las encías con una jeringa. ¿Funcionará con tan solo comerlo?
Un estudio clínico aleatorizado y controlado por placebo investigó la eficacia del licopeno en el tratamiento de la gingivitis. Tras un tratamiento de dos semanas con la cantidad de licopeno que hay en un tomate al día, en el grupo del placebo se observó una reducción de la gingivitis del 10 al 20%, mientras que en el grupo del licopeno fue casi del 30% solo después de la primera semana. Y esto fue solo con la cantidad de licopeno equivalente a una cucharadita y media de concentrado de tomate al día. Entonces, los tomates pueden ayudar con la gingivitis, pero ¿qué hay de la periodontitis?
Otro estudio aleatorizado, doble ciego y controlado por placebo volvió a intentarlo con la limpieza dental usual más el licopeno equivalente a un tomate al día o un placebo por dos meses. En el grupo del licopeno, se observaron mejoras significativas en la placa, la gingivitis y el sangrado, aunque no se observaron efectos en otros indicadores como el nivel de anclaje clínico o la profundidad de las cavidades dentales. Se puede ver la diferencia en las siguientes imágenes. Fíjate en cuánto mejoraron las encías. El estudio concluye que “la suplementación con licopeno podría aumentar la secuencia de curación de tejidos gingivales inflamados”. Muy bien, pero eso fue con un tomate al día. ¿Qué pasó cuando usaron medio tomate o tres cuartas partes de una cucharadita de pasta de tomate? No funcionó. No hubo diferencias significativas, así que al parecer tendrá que ser un tomate completo.
No debería sorprenderte que los alimentos sanos puedan ser beneficiosos para todo el cuerpo, pero no deja de ser muy interesante ver este tipo de estudios.
Hablo más sobre este pigmento del tomate en Suplementos de licopeno contra el cáncer de próstata y Salsa de tomate contra el cáncer de próstata.