La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María José.
Una pérdida de peso suficiente y prolongada puede disminuir el riesgo de ataques al corazón y apoplejías letales a la mitad.
En el ABC de las consecuencias que la obesidad tiene para la salud, la B es de biliar, por los cálculos biliares.
El principal motivo de hospitalización relacionado con el aparato digestivo es un ataque de vesícula biliar. Cada año, se les diagnostica cálculos biliares a más de un millón de estadounidenses, y unos 700 000 tienen que someterse a una extirpación quirúrgica de la vesícula biliar. Es un procedimiento relativamente seguro: el índice de aparición de complicaciones suele ser inferior al 5 % y la tasa de mortalidad es de solo 1 de cada 1000. Sin embargo, uno de cada diez pacientes puede desarrollar un síndrome postcolecistectomía (posterior a la extirpación de la vesícula biliar) de síntomas gastrointestinales persistentes mucho después de que se extirpe la vesícula biliar.
¿De qué están hechos los cálculos biliares? Entre el 80 % y el 90 % de los casos son de cálculos biliares compuestos principalmente de colesterol, que parece azúcar cristalizado en nuestra vesícula biliar cuando se concentra demasiado. Esto se usó para explicar por qué en algunos estudios pequeños y tempranos se descubrió que los no vegetarianos presentaban una mayor incidencia de cálculos biliares. No obstante, los resultados de estudios más recientes y de mayor envergadura son más equívocos; por ejemplo, un estudio sugiere que una “dieta vegetariana, por lo tanto, puede proteger” contra la enfermedad de la vesícula biliar, mientras que otro muestra tasas más altas entre los vegetarianos, independientemente de su peso.
Como comento en mi video Los efectos de la obesidad en los cálculos biliares, el reflujo y la enfermedad cardiovascular, el factor de riesgo de causa y efecto más importante puede ser la obesidad, que multiplica el riesgo por hasta siete, como se indica a continuación y en el punto temporal 01:32 de mi video; en el lado con mayor peso del “rango de IMC normal” se duplica el riesgo.
Resulta irónico que la pérdida de peso rápida también puede ser un desencadenante. Se ha considerado que 1,5 kg al día es el límite máximo de pérdida de peso segura desde el punto de vista médico, basado en la formación de cálculos biliares. Los estudios con ultrasonidos han descubierto que, por encima de ese límite, la probabilidad de que aparezcan nuevos cálculos biliares puede pasar de menos de 1 de cada 200 a la semana a más cerca de 1 de cada 40, como se muestra a continuación y en el punto 01:59 del video.
Para ayudar a prevenir un ataque de cálculos biliares, podemos aumentar nuestra ingesta de fibra. La ingesta de fibra dietética no solo está asociada con menos incidencia de enfermedad de la vesícula biliar en primer lugar, sino que las personas que consumieron alimentos ricos en fibra durante un régimen de pérdida de peso sufrieron significativamente menos lodos biliares que aquellas que perdieron la misma cantidad de peso sin consumir la fibra adicional.
En nuestro ABC saltamos hasta la E, de ERGE, o enfermedad por reflujo gastroesofágico. El consumo de alimentos ricos en fibra también disminuye el riesgo de reflujo ácido. Ya exploré con anterioridad cómo el esfuerzo crónico para defecar puede empujar parte del estómago hacia la cavidad torácica. Pues bien, el exceso de presión abdominal debido a la obesidad puede tener el mismo efecto, al empujar el ácido hacia la garganta y provocar acidez e inflamación. El aumento de la presión sobre los órganos abdominales asociado con la obesidad también puede explicar por qué las mujeres con sobrepeso sufren más de prolapso vaginal, donde órganos como el recto se empujan hacia fuera y hacia la cavidad vaginal.
Sin embargo, la letra más mortal en el alfabeto de consecuencias de la obesidad es la C, de cardiopatías. De los cuatro millones de muertes atribuidas al exceso de peso corporal cada año en todo el mundo, casi el 70 % se deben a enfermedades cardiovasculares. ¿Esto se debe solo a los malos hábitos alimentarios? Los estudios de aleatorización mendeliana sugieren que las personas aleatorizadas desde la concepción para pesar más (si nos basamos solo en la genética) tienen, de hecho, índices más elevados de cardiopatías y embolias, independientemente de lo que coman. La cuestión es: Si pierdes peso, ¿tu riesgo disminuye?
El estudio Swedish Obese Subjects (SOS) es el primer ensayo controlado a largo plazo que compara los resultados de miles de pacientes sometidos a cirugía bariátrica con sujetos de control que comenzaron con el mismo peso pero no se sometieron a la cirugía. Los individuos del grupo de control mantuvieron su peso, mientras que los del grupo de la cirugía perdieron alrededor del 20 % y no lo recuperaron en los siguientes 10 a 20 años. En ese período, los pacientes del grupo de pérdida de peso, no solo desarrollaron 80 % menos de diabetes, sino que sufrieron un número significativamente menor de infartos de miocardio y embolias. Así que, como era de esperar, redujeron de forma significativa su mortalidad total en general. Diez años después, el grupo que perdió peso redujo su riesgo de sufrir un infarto de miocardio y una embolia a la mitad, como se muestra a continuación y en el punto 04:23 de mi video.
Si te perdiste los videos anteriores de mi serie sobre el ABC de la obesidad, consulta:
- Friday Favorites: La mejor alternativa al reemplazo de rodilla para el tratamiento de la osteoartritis
- Los efectos de la obesidad en el dolor de espalda, la tensión, el cáncer y la diabetes
- Los efectos de la obesidad en la demencia, la actividad encefálica y la fertilidad
Continúo con el tema de la obesidad y el peso en los videos relacionados más abajo.
Para obtener más información sobre las afecciones de salud de las que se habla en este video, consulta las páginas temáticas sobre cálculos biliares ERGE y cardiopatías.