Cómo tratar de manera natural el mal aliento por culpa de la lengua

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Se pone a prueba la alimentación rica en fibra para reducir el mal aliento.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Antonio Galán voluntario activo en NutritionFacts.org.

La palabra halitosis proviene de los términos latino y griego para el aliento anormal o enfermo, aunque puede que no sea un término tan médico como de marketing, pues parece que fue acuñado por la empresa Listerine. La halitosis se conoce comúnmente como mal aliento, aunque los profesionales médicos y dentales suelen usar un término más neutro: olor del aliento.

Según describe el Journal of Breath Research, la halitosis se ha clasificado en cuatro tipos. Existe la halitosis genuina, transitoria o crónica, que se diferencia de la pseudohalitosis (cuando alguien piensa que tiene mal aliento, pero está todo en su cabeza) y la halitofobia (cuando quien tuvo halitosis genuina, la trató y se deshizo de ella sigue pensando que la tiene). No obstante, estos casos son raros. La gran mayoría de los casos son de halitosis intraoral, mal aliento que surge del interior de la boca, no de los pulmones o el estómago. Y no de cualquier parte de la boca. En concreto, en la mayoría de los casos, parece surgir del recubrimiento de la lengua.

La mayoría de nosotros tiene un recubrimiento sobre la lengua: un depósito de color blanco grisáceo que es la principal causa del mal aliento. Aunque existen condiciones patológicas como la lengua negra vellosa (con síntomas como una apariencia poco atractiva de la lengua, que puede ser causada por ciertos medicamentos), el recubrimiento normal de la lengua es una sustancia fina, ligeramente húmeda y blanquecina que cubre la superficie superior de la lengua. Está compuesta de células desprendidas de la lengua, bacterias, filtraciones del suministro de sangre y secreciones de las encías y área nasal posterior, como el goteo de moco desde los senos nasales sobre la parte posterior de nuestra lengua.

Las personas con encías enfermas suelen tener cuatro veces más recubrimiento, en términos del peso húmedo raspado de la lengua, debido a la migración de los glóbulos blancos de las bolsas de pus periodontal a la superficie de la lengua. Pero incluso en personas con una higiene dental perfecta, las partículas de alimentos pueden quedar atrapadas entre los diminutos relieves y grietas en la lengua y formar un grueso recubrimiento de biopelícula bacteriana. Sin embargo, si comemos los alimentos correctos, nuestra boca puede limpiarse sola. El mero acto de masticar y tragar alimentos que de verdad necesiten ser masticados puede limpiar la lengua y dejarte una capa delgada normal de recubrimiento, pero la comida rápida está diseñada para ser consumida rápidamente. Es blanda, puedes tragarla directamente y, en consecuencia, el grosor del recubrimiento de la lengua podría aumentar y contribuir con ello al mal aliento. Pero no se puede saber hasta ponerlo a prueba.

“El efecto de una dieta intensiva en masticación y alta en fibra sobre la halitosis oral”, un estudio clínico aleatorizado cruzado, en el que se examinó a los sujetos durante un período de 2,5 horas tras consumir una comida rica en fibra o baja en fibra, usando una evaluación organoléptica de la halitosis. Aunque ya se venden algunos detectores electrónicos del mal aliento, la puntuación organoléptica sigue siendo el “patrón oro”, pese a que no es más que el nombre elegante que dan a cuando los dentistas o médicos olfatean un aliento. Estas son las clasificaciones que utilizan: ninguna halitosis detectada incluso frente a frente, mal aliento a unos 10 cm de distancia, o a 30 cm, o a más de un metro.

Sabemos que la halitosis se reduce al comer, debido a la “autolimpieza” de la boca mientras se mastican los alimentos. Parece obvio que los alimentos que necesitan una masticación más intensa tienen mayor efecto de autolimpieza que los que requieren menos masticación, pero nunca se había examinado si realmente era así… hasta ahora. Los participantes fueron asignados al azar a una comida de alto contenido en fibra y mucha masticación (un roll de granos enteros con mermelada y manzana cruda), frente a una de poca fibra y menor masticación (un roll de pan blanco con gelatina y manzana cocida). El resultado: una puntuación de mal aliento mucho más baja justo después de la comida alta en fibra y después de dos horas y media, en comparación con la comida baja en fibra. Los investigadores concluyen que una comida de masticación intensa y alta en fibra condujo a una mayor reducción de la halitosis.

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La palabra halitosis proviene de los términos latino y griego para el aliento anormal o enfermo, aunque puede que no sea un término tan médico como de marketing, pues parece que fue acuñado por la empresa Listerine. La halitosis se conoce comúnmente como mal aliento, aunque los profesionales médicos y dentales suelen usar un término más neutro: olor del aliento.

Según describe el Journal of Breath Research, la halitosis se ha clasificado en cuatro tipos. Existe la halitosis genuina, transitoria o crónica, que se diferencia de la pseudohalitosis (cuando alguien piensa que tiene mal aliento, pero está todo en su cabeza) y la halitofobia (cuando quien tuvo halitosis genuina, la trató y se deshizo de ella sigue pensando que la tiene). No obstante, estos casos son raros. La gran mayoría de los casos son de halitosis intraoral, mal aliento que surge del interior de la boca, no de los pulmones o el estómago. Y no de cualquier parte de la boca. En concreto, en la mayoría de los casos, parece surgir del recubrimiento de la lengua.

La mayoría de nosotros tiene un recubrimiento sobre la lengua: un depósito de color blanco grisáceo que es la principal causa del mal aliento. Aunque existen condiciones patológicas como la lengua negra vellosa (con síntomas como una apariencia poco atractiva de la lengua, que puede ser causada por ciertos medicamentos), el recubrimiento normal de la lengua es una sustancia fina, ligeramente húmeda y blanquecina que cubre la superficie superior de la lengua. Está compuesta de células desprendidas de la lengua, bacterias, filtraciones del suministro de sangre y secreciones de las encías y área nasal posterior, como el goteo de moco desde los senos nasales sobre la parte posterior de nuestra lengua.

Las personas con encías enfermas suelen tener cuatro veces más recubrimiento, en términos del peso húmedo raspado de la lengua, debido a la migración de los glóbulos blancos de las bolsas de pus periodontal a la superficie de la lengua. Pero incluso en personas con una higiene dental perfecta, las partículas de alimentos pueden quedar atrapadas entre los diminutos relieves y grietas en la lengua y formar un grueso recubrimiento de biopelícula bacteriana. Sin embargo, si comemos los alimentos correctos, nuestra boca puede limpiarse sola. El mero acto de masticar y tragar alimentos que de verdad necesiten ser masticados puede limpiar la lengua y dejarte una capa delgada normal de recubrimiento, pero la comida rápida está diseñada para ser consumida rápidamente. Es blanda, puedes tragarla directamente y, en consecuencia, el grosor del recubrimiento de la lengua podría aumentar y contribuir con ello al mal aliento. Pero no se puede saber hasta ponerlo a prueba.

“El efecto de una dieta intensiva en masticación y alta en fibra sobre la halitosis oral”, un estudio clínico aleatorizado cruzado, en el que se examinó a los sujetos durante un período de 2,5 horas tras consumir una comida rica en fibra o baja en fibra, usando una evaluación organoléptica de la halitosis. Aunque ya se venden algunos detectores electrónicos del mal aliento, la puntuación organoléptica sigue siendo el “patrón oro”, pese a que no es más que el nombre elegante que dan a cuando los dentistas o médicos olfatean un aliento. Estas son las clasificaciones que utilizan: ninguna halitosis detectada incluso frente a frente, mal aliento a unos 10 cm de distancia, o a 30 cm, o a más de un metro.

Sabemos que la halitosis se reduce al comer, debido a la “autolimpieza” de la boca mientras se mastican los alimentos. Parece obvio que los alimentos que necesitan una masticación más intensa tienen mayor efecto de autolimpieza que los que requieren menos masticación, pero nunca se había examinado si realmente era así… hasta ahora. Los participantes fueron asignados al azar a una comida de alto contenido en fibra y mucha masticación (un roll de granos enteros con mermelada y manzana cruda), frente a una de poca fibra y menor masticación (un roll de pan blanco con gelatina y manzana cocida). El resultado: una puntuación de mal aliento mucho más baja justo después de la comida alta en fibra y después de dos horas y media, en comparación con la comida baja en fibra. Los investigadores concluyen que una comida de masticación intensa y alta en fibra condujo a una mayor reducción de la halitosis.

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

Este es el primero de dos videos sobre la halitosis, aunque publicaremos más en los próximos meses. El siguiente video es Los alimentos que causan y ayudan al mal aliento.

¿Y los enjuagues de aceite? Descubre más en Los enjuagues de aceite puestos a prueba para el blanqueamiento dental y el mal aliento. ¿O qué tal una limpieza de lengua? Ve Raspar o cepillar la lengua para tratar el mal aliento

¿Puede el estrés causar mal aliento? Ve mi video para descubrirlo.

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