La mayor parte de las veces, el mal aliento se debe a la descomposición de proteínas con sulfuro.
Los alimentos que causan y ayudan al mal aliento
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Daniel González voluntaria activa en NutritionFacts.org.
Se ha estimado que 90 millones de estadounidenses o aproximadamente el 30 % de la población de EE. UU. sufre actualmente de mal aliento con regularidad. Y si alguno de ustedes piensa: “Bueno, me alegra que no sea uno de esos”, se cree que la gente con mal aliento no puede oler el hedor que sale de su boca. Tal vez sea porque están acostumbrados o porque cuando se inhala, se respira aire desde abajo, en vez de por delante, que es cuando se exhala. En cualquier caso, el aire de la boca de enfermos crónicos de mal olor está contaminado de compuestos como sulfuro de hidrógeno, que produce un flujo de aire fétido que puede ser muy repulsivo para la gente de su proximidad.
Los olores característicos de la halitosis incluyen compuestos que huelen a heces, como el escatol; un gas que huele a huevos podridos llamado sulfuro de hidrógeno; la cadaverina, que tiene aroma a cadáver; un compuesto de pies sudorosos; la putrescina, que huele a carne en descomposición; repollo podrido; pescado podrido; pis; manzanas, lo que no suena tan mal, y ni siquiera sé a qué huelen los chinches aplastados. Pero los compuestos principales que contribuyen al mal olor bucal son los CVA, los Compuestos Volátiles de Azufre, como el sulfuro de hidrógeno. Las bacterias en nuestra boca, sobre todo de la lengua, pueden producir estos compuestos de azufre que causan mal olor mediante la putrefacción de proteínas que contienen azufre.
Bien, ¿qué podemos hacer al respecto? Muchos han tratado de reducir la carga de bacterias bucales mediante colutorios antisépticos o mediante formas de atrapar los CVA. Mecánicamente, se puede alterar la biopelícula de las bacterias en la lengua, como con varias técnicas de raspado de lengua, aunque la limpieza de lengua parece funcionar mejor al reducir los sustratos para la putrefacción, en vez de las bacterias. Vale, pero si los sustratos para la producción de CVA son los aminoácidos que contienen azufre, y los aminoácidos que contienen azufre se derivan principalmente de las proteínas, carnes y productos lácteos animales, ¿qué tal si tomamos un enfoque alimenticio? Los CVA de la proteína animal pueden explicar por qué las heces de los carnívoros tiene un olor tan distinto de la de los herbívoros.
Efectivamente, al limitar la cantidad de proteínas consumidas se puede reducir significativamente la halitosis o fetidez del aliento. El motivo principal para añadir grasa y alcohol es que pueden causar la relajación del esfínter esofágico inferior. En condiciones normales, solo se exhalan hedores desde el estómago cuando se eructa, porque el esfínter en la parte superior del estómago previene la regurgitación, pero el alcohol o una alimentación rica en grasas aumenta la relajación de ese esfínter, lo que aumenta el riesgo y la severidad del mal aliento.
Pero la mayoría de casos de halitosis ocurren al descomponerse residuos alimentarios por las bacterias en la boca que descomponen proteínas y aminoácidos y se producen compuestos volátiles de azufre. Por eso, el tratamiento de halitosis oral no solo debería acarrear consejo profesional sobre higiene bucal, sino también de alimentación. Las proteínas de lácteos, por ejemplo, se descomponen en la boca lo que lleva a la liberación de aminoácidos ricos en azufre. Los productos lácteos son fuentes ricas de la proteína caseína de la leche y la caseína es rica en cisteína, un aminoácido que contiene azufre, que inicia la formación del gas que huele a huevos podridos, el sulfuro de hidrógeno, en la cavidad bucal. En verdad, así se puede examinar a la gente por mal aliento. Prueba de exposición con cisteína: solo hay que enjuagarse con eso.
Cuando la cisteína se degrada, no solo se obtiene sulfuro de hidrógeno, que supone una gran parte del ramo del mal aliento, sino también aniones sulfhidrilo, que favorecen el crecimiento de las bacterias bucales responsables de la putrefacción de la proteína que es fundamental en la producción del mal olor bucal y en el desarrollo de enfermedades gingivales. Así que no es solo una amenaza doble, sino triple. El mal aliento no solo es un problema estético; estos compuestos de azufre volátiles pueden ser tóxicos para las encías, hasta en concentraciones sumamente bajas.
El sulfuro de hidrógeno reacciona con el colágeno y puede alterar la estructura proteínica, provocando que las encías y la mandíbula sean más susceptibles a la destrucción. Entonces se pueden desarrollar
esas bolsas de pus putrefacto que puede llevar a más halitosis. Las bolsas periodontales son la segunda fuente principal de los compuestos volátiles de azufre. Hasta las personas con periodontitis leve pueden tener el doble de riesgo de mal aliento.
Para acabar, dejen que hable sobre la alimentación y su papel en la llamada halitosis extraoral, el mal aliento que no surge en la boca. Hay muchos medicamentos que pueden hacerlo, como suplementos alimenticios como aceite de pescado, pero la gente puede oler a pescado de otra forma: con trimetilamina.
La trimetilamina es una de las causas más importantes para el hedor corporal sin diagnosticar. Es cuando no se puede metabolizar suficientemente un compuesto maloliente llamado trimetilamina,
que se forma en el intestino cuando se ingiere mucha colina. La presentación de manual es orina, aliento, sudor y líquidos reproductivos que huelen a pescado podrido o en descomposición, pero muchos médicos no ven que la presentación del hedor del pescado puede ocurrir solo en el 10 % de los individuos que tienen esta predisposición. Sí, en concentraciones altas, la trimetilamina tiene un olor pestilente a pescado podrido, pero en concentraciones bajas, puede dar un aliento de olor a basura. Y como hay muchos alimentos que son ricos en colina, como que hay huevo en mucha comida, puede que no encuentren la relación entre su alimentación y su olor corporal, pero siempre pueden intentar quitar comida como yema de huevo durante unas semanas y ver si hueles mejor.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- Van der Sleen MI, Slot DE, Van Trijffel E, Winkel EG, Van der Weijden GA. Effectiveness of mechanical tongue cleaning on breath odour and tongue coating: a systematic review. Int J Dent Hyg. 2010;8(4):258-68.
- Zalewska A, Zatoński M, Jabłonka-Strom A, Paradowska A, Kawala B, Litwin A. Halitosis--a common medical and social problem. A review on pathology, diagnosis and treatment. Acta Gastroenterol Belg. 2012;75(3):300-9.
- Cortelli JR, Barbosa MDS, Westphal MA. Halitosis: a review of associated factors and therapeutic approach. Braz Oral Res. 2008;22 Suppl 1:44-54.
- Suzuki N, Yoneda M, Takeshita T, Hirofuji T, Hanioka T. Induction and inhibition of oral malodor. Mol Oral Microbiol. 2019;34(3):85-96.
- Chérel F, Mobilia A, Lundgren T, et al. Rate of reformation of tongue coatings in young adults. Int J Dent Hyg. 2008;6(4):371-5.
- Ogawa M, Takahara A, Ishijima M, Tazaki S. Decrease of plasma sulfur amino acids in essential hypertension. Jpn Circ J. 1985;49(12):1217-24.
- Geypens B, Claus D, Evenepoel P, et al. Influence of dietary protein supplements on the formation of bacterial metabolites in the colon. Gut. 1997;41(1):70-6.
- Pedrazzi V, Sato S, de Mattos M da GC, Lara EHG, Panzeri H. Tongue-cleaning methods: a comparative clinical trial employing a toothbrush and a tongue scraper. J Periodontol. 2004;75(7):1009-12.
- Shon HS, Kim KO, Jung JK, Cha EJ, Lee SO, Kim KA. Intra-oral factors influencing halitosis in young women. Osong Public Health Res Perspect. 2018;9(6):340-7.
- Lee PPC, Mak WY, Newsome P. The aetiology and treatment of oral halitosis: an update. Hong Kong Med J. 2004;10(6):414-8.
- Seerangaiyan K, Jüch F, Winkel EG. Tongue coating: its characteristics and role in intra-oral halitosis and general health-a review. J Breath Res. 2018;12(3):034001.
- Kleinberg I, Codipilly DM. Cysteine challenge testing: a powerful tool for examining oral malodour processes and treatments in vivo. Int Dent J. 2002;52 Suppl 3:221-8.
- Kleinberg I, Codipilly D. H(2)S generation and E(H) reduction in cysteine challenge testing as a means of determining the potential of test products and treatments for inhibiting oral malodor. J Breath Res. 2008;2(1):017018.
- Singh VP, Malhotra N, Apratim A, Verma M. Assessment and management of halitosis. Dent Update. 2015;42(4):346-8, 351-3.
- De Geest S, Laleman I, Teughels W, Dekeyser C, Quirynen M. Periodontal diseases as a source of halitosis: a review of the evidence and treatment approaches for dentists and dental hygienists. Periodontol 2000. 2016;71(1):213-27.
- Silva MF, Nascimento GG, Leite FRM, Horta BL, Demarco FF. Periodontitis and self-reported halitosis among young adults from the 1982 Pelotas Birth Cohort. Oral Dis. 2020;26(4):843-6.
- Mortazavi H, Rahbani Nobar B, Shafiei S. Drug-related halitosis: a systematic review. Oral Health Prev Dent. 2020;18(1):399-407.
- Whittle CL, Fakharzadeh S, Eades J, Preti G. Human breath odors and their use in diagnosis. Ann N Y Acad Sci. 2007;1098:252-66.
- Phillips IR, Shephard EA. Primary trimethylaminuria. In: Adam MP, Ardinger HH, Pagon RA, et al., eds. GeneReviews®. University of Washington, Seattle; 1993.
Gráficos de Avo Media
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Daniel González voluntaria activa en NutritionFacts.org.
Se ha estimado que 90 millones de estadounidenses o aproximadamente el 30 % de la población de EE. UU. sufre actualmente de mal aliento con regularidad. Y si alguno de ustedes piensa: “Bueno, me alegra que no sea uno de esos”, se cree que la gente con mal aliento no puede oler el hedor que sale de su boca. Tal vez sea porque están acostumbrados o porque cuando se inhala, se respira aire desde abajo, en vez de por delante, que es cuando se exhala. En cualquier caso, el aire de la boca de enfermos crónicos de mal olor está contaminado de compuestos como sulfuro de hidrógeno, que produce un flujo de aire fétido que puede ser muy repulsivo para la gente de su proximidad.
Los olores característicos de la halitosis incluyen compuestos que huelen a heces, como el escatol; un gas que huele a huevos podridos llamado sulfuro de hidrógeno; la cadaverina, que tiene aroma a cadáver; un compuesto de pies sudorosos; la putrescina, que huele a carne en descomposición; repollo podrido; pescado podrido; pis; manzanas, lo que no suena tan mal, y ni siquiera sé a qué huelen los chinches aplastados. Pero los compuestos principales que contribuyen al mal olor bucal son los CVA, los Compuestos Volátiles de Azufre, como el sulfuro de hidrógeno. Las bacterias en nuestra boca, sobre todo de la lengua, pueden producir estos compuestos de azufre que causan mal olor mediante la putrefacción de proteínas que contienen azufre.
Bien, ¿qué podemos hacer al respecto? Muchos han tratado de reducir la carga de bacterias bucales mediante colutorios antisépticos o mediante formas de atrapar los CVA. Mecánicamente, se puede alterar la biopelícula de las bacterias en la lengua, como con varias técnicas de raspado de lengua, aunque la limpieza de lengua parece funcionar mejor al reducir los sustratos para la putrefacción, en vez de las bacterias. Vale, pero si los sustratos para la producción de CVA son los aminoácidos que contienen azufre, y los aminoácidos que contienen azufre se derivan principalmente de las proteínas, carnes y productos lácteos animales, ¿qué tal si tomamos un enfoque alimenticio? Los CVA de la proteína animal pueden explicar por qué las heces de los carnívoros tiene un olor tan distinto de la de los herbívoros.
Efectivamente, al limitar la cantidad de proteínas consumidas se puede reducir significativamente la halitosis o fetidez del aliento. El motivo principal para añadir grasa y alcohol es que pueden causar la relajación del esfínter esofágico inferior. En condiciones normales, solo se exhalan hedores desde el estómago cuando se eructa, porque el esfínter en la parte superior del estómago previene la regurgitación, pero el alcohol o una alimentación rica en grasas aumenta la relajación de ese esfínter, lo que aumenta el riesgo y la severidad del mal aliento.
Pero la mayoría de casos de halitosis ocurren al descomponerse residuos alimentarios por las bacterias en la boca que descomponen proteínas y aminoácidos y se producen compuestos volátiles de azufre. Por eso, el tratamiento de halitosis oral no solo debería acarrear consejo profesional sobre higiene bucal, sino también de alimentación. Las proteínas de lácteos, por ejemplo, se descomponen en la boca lo que lleva a la liberación de aminoácidos ricos en azufre. Los productos lácteos son fuentes ricas de la proteína caseína de la leche y la caseína es rica en cisteína, un aminoácido que contiene azufre, que inicia la formación del gas que huele a huevos podridos, el sulfuro de hidrógeno, en la cavidad bucal. En verdad, así se puede examinar a la gente por mal aliento. Prueba de exposición con cisteína: solo hay que enjuagarse con eso.
Cuando la cisteína se degrada, no solo se obtiene sulfuro de hidrógeno, que supone una gran parte del ramo del mal aliento, sino también aniones sulfhidrilo, que favorecen el crecimiento de las bacterias bucales responsables de la putrefacción de la proteína que es fundamental en la producción del mal olor bucal y en el desarrollo de enfermedades gingivales. Así que no es solo una amenaza doble, sino triple. El mal aliento no solo es un problema estético; estos compuestos de azufre volátiles pueden ser tóxicos para las encías, hasta en concentraciones sumamente bajas.
El sulfuro de hidrógeno reacciona con el colágeno y puede alterar la estructura proteínica, provocando que las encías y la mandíbula sean más susceptibles a la destrucción. Entonces se pueden desarrollar
esas bolsas de pus putrefacto que puede llevar a más halitosis. Las bolsas periodontales son la segunda fuente principal de los compuestos volátiles de azufre. Hasta las personas con periodontitis leve pueden tener el doble de riesgo de mal aliento.
Para acabar, dejen que hable sobre la alimentación y su papel en la llamada halitosis extraoral, el mal aliento que no surge en la boca. Hay muchos medicamentos que pueden hacerlo, como suplementos alimenticios como aceite de pescado, pero la gente puede oler a pescado de otra forma: con trimetilamina.
La trimetilamina es una de las causas más importantes para el hedor corporal sin diagnosticar. Es cuando no se puede metabolizar suficientemente un compuesto maloliente llamado trimetilamina,
que se forma en el intestino cuando se ingiere mucha colina. La presentación de manual es orina, aliento, sudor y líquidos reproductivos que huelen a pescado podrido o en descomposición, pero muchos médicos no ven que la presentación del hedor del pescado puede ocurrir solo en el 10 % de los individuos que tienen esta predisposición. Sí, en concentraciones altas, la trimetilamina tiene un olor pestilente a pescado podrido, pero en concentraciones bajas, puede dar un aliento de olor a basura. Y como hay muchos alimentos que son ricos en colina, como que hay huevo en mucha comida, puede que no encuentren la relación entre su alimentación y su olor corporal, pero siempre pueden intentar quitar comida como yema de huevo durante unas semanas y ver si hueles mejor.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- Van der Sleen MI, Slot DE, Van Trijffel E, Winkel EG, Van der Weijden GA. Effectiveness of mechanical tongue cleaning on breath odour and tongue coating: a systematic review. Int J Dent Hyg. 2010;8(4):258-68.
- Zalewska A, Zatoński M, Jabłonka-Strom A, Paradowska A, Kawala B, Litwin A. Halitosis--a common medical and social problem. A review on pathology, diagnosis and treatment. Acta Gastroenterol Belg. 2012;75(3):300-9.
- Cortelli JR, Barbosa MDS, Westphal MA. Halitosis: a review of associated factors and therapeutic approach. Braz Oral Res. 2008;22 Suppl 1:44-54.
- Suzuki N, Yoneda M, Takeshita T, Hirofuji T, Hanioka T. Induction and inhibition of oral malodor. Mol Oral Microbiol. 2019;34(3):85-96.
- Chérel F, Mobilia A, Lundgren T, et al. Rate of reformation of tongue coatings in young adults. Int J Dent Hyg. 2008;6(4):371-5.
- Ogawa M, Takahara A, Ishijima M, Tazaki S. Decrease of plasma sulfur amino acids in essential hypertension. Jpn Circ J. 1985;49(12):1217-24.
- Geypens B, Claus D, Evenepoel P, et al. Influence of dietary protein supplements on the formation of bacterial metabolites in the colon. Gut. 1997;41(1):70-6.
- Pedrazzi V, Sato S, de Mattos M da GC, Lara EHG, Panzeri H. Tongue-cleaning methods: a comparative clinical trial employing a toothbrush and a tongue scraper. J Periodontol. 2004;75(7):1009-12.
- Shon HS, Kim KO, Jung JK, Cha EJ, Lee SO, Kim KA. Intra-oral factors influencing halitosis in young women. Osong Public Health Res Perspect. 2018;9(6):340-7.
- Lee PPC, Mak WY, Newsome P. The aetiology and treatment of oral halitosis: an update. Hong Kong Med J. 2004;10(6):414-8.
- Seerangaiyan K, Jüch F, Winkel EG. Tongue coating: its characteristics and role in intra-oral halitosis and general health-a review. J Breath Res. 2018;12(3):034001.
- Kleinberg I, Codipilly DM. Cysteine challenge testing: a powerful tool for examining oral malodour processes and treatments in vivo. Int Dent J. 2002;52 Suppl 3:221-8.
- Kleinberg I, Codipilly D. H(2)S generation and E(H) reduction in cysteine challenge testing as a means of determining the potential of test products and treatments for inhibiting oral malodor. J Breath Res. 2008;2(1):017018.
- Singh VP, Malhotra N, Apratim A, Verma M. Assessment and management of halitosis. Dent Update. 2015;42(4):346-8, 351-3.
- De Geest S, Laleman I, Teughels W, Dekeyser C, Quirynen M. Periodontal diseases as a source of halitosis: a review of the evidence and treatment approaches for dentists and dental hygienists. Periodontol 2000. 2016;71(1):213-27.
- Silva MF, Nascimento GG, Leite FRM, Horta BL, Demarco FF. Periodontitis and self-reported halitosis among young adults from the 1982 Pelotas Birth Cohort. Oral Dis. 2020;26(4):843-6.
- Mortazavi H, Rahbani Nobar B, Shafiei S. Drug-related halitosis: a systematic review. Oral Health Prev Dent. 2020;18(1):399-407.
- Whittle CL, Fakharzadeh S, Eades J, Preti G. Human breath odors and their use in diagnosis. Ann N Y Acad Sci. 2007;1098:252-66.
- Phillips IR, Shephard EA. Primary trimethylaminuria. In: Adam MP, Ardinger HH, Pagon RA, et al., eds. GeneReviews®. University of Washington, Seattle; 1993.
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Los alimentos que causan y ayudan al mal aliento
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URLNota del Doctor
Este es el segundo de dos videos sobre halitosis. Si se perdieron el primero, puedes verlo aquí: Cómo tratar de manera natural el mal aliento por culpa de la lengua.
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