Ya que muchos tumores necesitan décadas para crecer, es increíble que se pueda reducir el riesgo de cáncer tanto, incluso cuando ya no eres tan joven.
Flashback Friday: Nunca es demasiado tarde para empezar a comer más sano
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Irene Belmonte voluntaria activa en NutritionFacts.org.
Hace cien años, el New York Times publicó un estudio bastante sofisticado para entonces. En él, acompañaron a 4.600 pacientes de cáncer durante siete años y se sugirió que el motivo de enfermedad se debía al aumento en el consumo de alimentos de origen animal. Un siglo más tarde, el estudio más reciente concluyó que la mortalidad causada por enfermedad coronaria y por enfermedad vascular y cerebrovascular (como el derrame cerebral), además del riesgo de sufrir cáncer y diabetes, se veía reducida de manera significativa en aquellos que llevaban una dieta a base de plantas.
Me sorprende que obtuviesen resultados tan significativos, ya que, normalmente, la gente en esos estudios no dejaba de consumir carne hasta bien entrada en la edad adulta. Por ejemplo, en el estudio de mayores dimensiones hecho hasta la fecha, un tercio de los participantes llevaron una dieta vegetariana durante menos de cinco años y, aun así, obtuvieron tasas más bajas de enfermedades coronarias sin importar su edad (por encima o por debajo de los 60). Tanto si tenían o no sobrepeso, o si fumaban o no, se observó un menor riesgo en aquellos que dejaron de consumir carne, lo que sugiere que es posible modificar décadas de malos hábitos alimentarios simplemente comiendo sano durante unos pocos años.
Si se fijan en los países que han pasado de seguir una dieta a base de plantas a una más semejante a la de occidente, es posible que se vea un aumento en las tasas de cáncer en los próximos 20 años, ya que hay muchos tumores que tardan décadas en desarrollarse. Por ejemplo, el cambio que Ásia llevó a cabo en su dieta, vino acompañado de una elevada tasa de mortalidad por cáncer de mama, de colon y de próstata. Otro ejemplo sería la muerte por cáncer de mama o de próstata en Japón: las cifras han aumentado muchísimo, aunque pueden pasar años hasta que se vea el impacto negativo de dicha dieta y estilo de vida. Los estudios migratorios muestran lo mismo: los hombres que cambiaron los campos de China por Estados Unidos experimentan muchísimas más probabilidades de sufrir cáncer. Pero, de nuevo, los tumores tardan años en desarrollarse.
Por eso, me parece increíble que, después de llevar casi toda una vida con una dieta occidental, uno pueda revertir el riesgo de padecer enfermedades crónicas cambiando a una dieta más sana. Incluso aunque parezca que ya es demasiado tarde.
Entonces, ¿deberíamos pasarnos a una dieta vegetariana? Esta era la pregunta que acompañaba a los resultados del mayor estudio realizado en americanos que seguían una dieta a base de plantas. En este, se relacionaba las dietas vegetarianas con un menor riesgo de mortalidad, lo que significa que, por lo general, aquellos que se pasaban al vegetarianismo eran más longevos. En el estudio, sin embargo, los sujetos eran semi-vegetarianos, es decir, comían carne al menos una vez al mes (pero no más de una vez a la semana), por lo que aún no se sabe cuánto perjudica a la longevidad el consumir carne alguna vez al mes. En lo que sí que estamos de acuerdo es en que deberíamos limitar las grasas animales y la comida basura, y que deberíamos comer más frutas y verduras. La mayoría de las autoridades también coinciden en que las comidas deberían incluir granos integrales, legumbres y frutos secos. En lugar de discutir sobre qué tipo de dieta es la mejor, es hora de que reconozcamos los puntos en común que las relacionan con menos enfermedades y que nos centremos en ayudar a los pacientes a ignorar las recomendaciones de la indústria alimentaria que les presiona a hacer lo contrario.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Irene Belmonte voluntaria activa en NutritionFacts.org.
Hace cien años, el New York Times publicó un estudio bastante sofisticado para entonces. En él, acompañaron a 4.600 pacientes de cáncer durante siete años y se sugirió que el motivo de enfermedad se debía al aumento en el consumo de alimentos de origen animal. Un siglo más tarde, el estudio más reciente concluyó que la mortalidad causada por enfermedad coronaria y por enfermedad vascular y cerebrovascular (como el derrame cerebral), además del riesgo de sufrir cáncer y diabetes, se veía reducida de manera significativa en aquellos que llevaban una dieta a base de plantas.
Me sorprende que obtuviesen resultados tan significativos, ya que, normalmente, la gente en esos estudios no dejaba de consumir carne hasta bien entrada en la edad adulta. Por ejemplo, en el estudio de mayores dimensiones hecho hasta la fecha, un tercio de los participantes llevaron una dieta vegetariana durante menos de cinco años y, aun así, obtuvieron tasas más bajas de enfermedades coronarias sin importar su edad (por encima o por debajo de los 60). Tanto si tenían o no sobrepeso, o si fumaban o no, se observó un menor riesgo en aquellos que dejaron de consumir carne, lo que sugiere que es posible modificar décadas de malos hábitos alimentarios simplemente comiendo sano durante unos pocos años.
Si se fijan en los países que han pasado de seguir una dieta a base de plantas a una más semejante a la de occidente, es posible que se vea un aumento en las tasas de cáncer en los próximos 20 años, ya que hay muchos tumores que tardan décadas en desarrollarse. Por ejemplo, el cambio que Ásia llevó a cabo en su dieta, vino acompañado de una elevada tasa de mortalidad por cáncer de mama, de colon y de próstata. Otro ejemplo sería la muerte por cáncer de mama o de próstata en Japón: las cifras han aumentado muchísimo, aunque pueden pasar años hasta que se vea el impacto negativo de dicha dieta y estilo de vida. Los estudios migratorios muestran lo mismo: los hombres que cambiaron los campos de China por Estados Unidos experimentan muchísimas más probabilidades de sufrir cáncer. Pero, de nuevo, los tumores tardan años en desarrollarse.
Por eso, me parece increíble que, después de llevar casi toda una vida con una dieta occidental, uno pueda revertir el riesgo de padecer enfermedades crónicas cambiando a una dieta más sana. Incluso aunque parezca que ya es demasiado tarde.
Entonces, ¿deberíamos pasarnos a una dieta vegetariana? Esta era la pregunta que acompañaba a los resultados del mayor estudio realizado en americanos que seguían una dieta a base de plantas. En este, se relacionaba las dietas vegetarianas con un menor riesgo de mortalidad, lo que significa que, por lo general, aquellos que se pasaban al vegetarianismo eran más longevos. En el estudio, sin embargo, los sujetos eran semi-vegetarianos, es decir, comían carne al menos una vez al mes (pero no más de una vez a la semana), por lo que aún no se sabe cuánto perjudica a la longevidad el consumir carne alguna vez al mes. En lo que sí que estamos de acuerdo es en que deberíamos limitar las grasas animales y la comida basura, y que deberíamos comer más frutas y verduras. La mayoría de las autoridades también coinciden en que las comidas deberían incluir granos integrales, legumbres y frutos secos. En lugar de discutir sobre qué tipo de dieta es la mejor, es hora de que reconozcamos los puntos en común que las relacionan con menos enfermedades y que nos centremos en ayudar a los pacientes a ignorar las recomendaciones de la indústria alimentaria que les presiona a hacer lo contrario.
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Flashback Friday: Nunca es demasiado tarde para empezar a comer más sano
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URLNota del Doctor
El cuerpo humano es impresionante si lo tratamos bien. Esto me recuerda a mi video Medicina del estilo de vida: tratar las causas de la enfermedad o ¿Cuánta gente alcanza los siete objetivos básicos? en donde hablo sobre cómo pequeños cambios pueden hacer una enorme diferencia en nuestra salud. Así que no permitas que el perfeccionismo se convierta en enemigo de tu salud. Cualquier cambio que podamos hacer para mejorar nuestra alimentación puede ayudar. Sin embargo cuanto antes lo hagas mejor: La enfermedad cardiaca empieza en la niñez y Volver a la circulación: ciática y colesterol.
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