Flashback Friday: ¿Por qué está tan comercializada la nutrición?

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¿Por qué parece que en el campo de la nutrición se preocupan más del marketing de productos que de educar a la gente en cómo comer sano?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Macarena Troscé voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Se ha disparado la prevalencia de enfermedades crónicas como la diabetes, al igual que la cantidad de artículos publicados sobre el tema en la literatura médica. ¿Por qué la gran cantidad de conocimientos académicos que tenemos no ayuda a mejorar más la situación? Tal vez sea nuestro apego excesivo por la mentalidad reduccionista que fue tan útil para las enfermedades de deficiencias agudas, pero que, en realidad, puede convertirse en un obstáculo para combatir con éxito las enfermedades crónicas.

En estos días, la salud parece haberse reducido a una mercancía altamente comercializada, con la que también se comercializan toda clase de exámenes y tratamientos de alto costo y de alta tecnología, de valor discutible y con muchos riesgos asociados. Esto es preocupante, porque la mayoría de las cosas que nos mantienen saludables son baratas y ampliamente abundantes sin necesidad de ayuda profesional ni publicidad comercial. Esto no significa que la medicina moderna no pueda hacer milagros, pero ¿qué pasa con el hecho de que el 80% de las muertes y discapacidades son causadas por enfermedades relacionadas con la dieta que se pueden prevenir?

Por supuesto, el campo de la nutrición también está comercializado. Todo gira alrededor de productos y ganancias, y de la extracción de nutrientes de alimentos integrales para empaquetarlos y venderlos. La comida es mucho más sana cuando no está procesada. Por ejemplo, come brócoli y arándanos en lugar de tomar un suplemento de broco-arándanos. La razón por la que no existen más estudios sobre alimentos integrales es bastante obvia: no se pueden patentar. ¿Qué empresa gastaría su tiempo, dinero y esfuerzo en convencernos de que tenemos que comprar brócoli, cuando cualquier otra empresa puede venderlo? Es por eso que el campo de la nutrición, a menudo, puede estar más enfocado en vender productos rentables que en educar a la gente sobre los fundamentos de la salud y el bienestar. Por ejemplo, los beneficios de los cereales integrales en comparación con los refinados se atribuyen comúnmente al contenido de fibra. Esto permite que la industria alimentaria lance productos fortificados con fibra, que por lo demás son perjudiciales, para hacernos sentir mejor.

Mira este estudio tan ingenioso. Burkitt y sus colegas pensaban que las tasas extraordinariamente bajas de enfermedades crónicas mortales en África subsahariana se debían a la alta cantidad de alimentos vegetales integrales que comían. Esto se convirtió en la hipótesis de la fibra: el concepto reduccionista de que la fibra es el ingrediente activo mágico. Pongámoslo a prueba. Los granos refinados aún tienen un poco de fibra, entonces, ¿qué pasa si comparamos dos grupos de mujeres de edad avanzada, que consumen alrededor de 6 gramos de fibra al día, pero un grupo obtiene la fibra principalmente de cereales integrales y el otro de refinados? ¿Quién crees que vivió más años? Si fuera solamente por la cantidad de fibra, no debería haber mucha diferencia, porque ambos grupos consumieron la misma cantidad. Sin embargo, el grupo que consumió cereales integrales vivió más tiempo y con una tasa de mortalidad significativamente menor. Esto implica que, tal vez, son todas las otras cosas maravillosas presentes en los alimentos vegetales integrales, que están asociadas a la fibra, las que pueden proporcionar beneficios importantes para la salud, más allá de la fibra en sí. Por eso no se puede esperar que los suplementos de fibra ofrezcan los mismos beneficios.

La unidad fundamental en la nutrición son los alimentos, no los nutrientes.

Como dijo el Dr. David Katz: “Nuestra cultura no quiere oír que el ingrediente activo en el brócoli es el brócoli…”

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Macarena Troscé voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Se ha disparado la prevalencia de enfermedades crónicas como la diabetes, al igual que la cantidad de artículos publicados sobre el tema en la literatura médica. ¿Por qué la gran cantidad de conocimientos académicos que tenemos no ayuda a mejorar más la situación? Tal vez sea nuestro apego excesivo por la mentalidad reduccionista que fue tan útil para las enfermedades de deficiencias agudas, pero que, en realidad, puede convertirse en un obstáculo para combatir con éxito las enfermedades crónicas.

En estos días, la salud parece haberse reducido a una mercancía altamente comercializada, con la que también se comercializan toda clase de exámenes y tratamientos de alto costo y de alta tecnología, de valor discutible y con muchos riesgos asociados. Esto es preocupante, porque la mayoría de las cosas que nos mantienen saludables son baratas y ampliamente abundantes sin necesidad de ayuda profesional ni publicidad comercial. Esto no significa que la medicina moderna no pueda hacer milagros, pero ¿qué pasa con el hecho de que el 80% de las muertes y discapacidades son causadas por enfermedades relacionadas con la dieta que se pueden prevenir?

Por supuesto, el campo de la nutrición también está comercializado. Todo gira alrededor de productos y ganancias, y de la extracción de nutrientes de alimentos integrales para empaquetarlos y venderlos. La comida es mucho más sana cuando no está procesada. Por ejemplo, come brócoli y arándanos en lugar de tomar un suplemento de broco-arándanos. La razón por la que no existen más estudios sobre alimentos integrales es bastante obvia: no se pueden patentar. ¿Qué empresa gastaría su tiempo, dinero y esfuerzo en convencernos de que tenemos que comprar brócoli, cuando cualquier otra empresa puede venderlo? Es por eso que el campo de la nutrición, a menudo, puede estar más enfocado en vender productos rentables que en educar a la gente sobre los fundamentos de la salud y el bienestar. Por ejemplo, los beneficios de los cereales integrales en comparación con los refinados se atribuyen comúnmente al contenido de fibra. Esto permite que la industria alimentaria lance productos fortificados con fibra, que por lo demás son perjudiciales, para hacernos sentir mejor.

Mira este estudio tan ingenioso. Burkitt y sus colegas pensaban que las tasas extraordinariamente bajas de enfermedades crónicas mortales en África subsahariana se debían a la alta cantidad de alimentos vegetales integrales que comían. Esto se convirtió en la hipótesis de la fibra: el concepto reduccionista de que la fibra es el ingrediente activo mágico. Pongámoslo a prueba. Los granos refinados aún tienen un poco de fibra, entonces, ¿qué pasa si comparamos dos grupos de mujeres de edad avanzada, que consumen alrededor de 6 gramos de fibra al día, pero un grupo obtiene la fibra principalmente de cereales integrales y el otro de refinados? ¿Quién crees que vivió más años? Si fuera solamente por la cantidad de fibra, no debería haber mucha diferencia, porque ambos grupos consumieron la misma cantidad. Sin embargo, el grupo que consumió cereales integrales vivió más tiempo y con una tasa de mortalidad significativamente menor. Esto implica que, tal vez, son todas las otras cosas maravillosas presentes en los alimentos vegetales integrales, que están asociadas a la fibra, las que pueden proporcionar beneficios importantes para la salud, más allá de la fibra en sí. Por eso no se puede esperar que los suplementos de fibra ofrezcan los mismos beneficios.

La unidad fundamental en la nutrición son los alimentos, no los nutrientes.

Como dijo el Dr. David Katz: “Nuestra cultura no quiere oír que el ingrediente activo en el brócoli es el brócoli…”

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Imágenes de Pills: PeteLinforth y Broccoli: Meditations vía Pixabay.

Nota del Doctor

Este video es solo uno de mi extensa serie de videos sobre la trampa del reduccionismo. Puedes ver por ejemplo El reduccionismo y la mentalidad de la deficiencia. Otros videos anteriores sobre el tema incluyen La respuesta de la industria a plantas, no pastillas y ¿Es errónea la teoría de la fibra?

La regla 5:1 de la fibra sigue vigente ya que es una indicación de cuan procesado es un producto.

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