El aloe no ayuda con las quemaduras de la terapia de radiación

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Victoria Rodríguez.

¿Qué efectos tiene el aloe en las quemaduras por la radioterapia contra el cáncer y en el cáncer mismo?

“En todo el mundo llamó la atención el posible valor del gel de Aloe arborescens (aloe) después de la Segunda Guerra Mundial, cuando las quemaduras en la piel de las víctimas de las bombas atómicas en Japón se trataron exitosamente con el gel del aloe vera”. Pero no se sabe con certeza, hasta que se lo pone a prueba. 

Como explico en mi video El aloe vera para el tratamiento del cáncer metastásico, en la actualidad, la mayoría de las quemaduras por radiación se deben a los tratamientos de radioterapia que los médicos administran contra el cáncer. Estos pueden causar reacciones cutáneas “intensas”, “dolorosas” y “con cicatrices” que pueden interferir en la terapia. Sin embargo, lamentablemente, aún no contamos con “medidas profilácticas eficaces para el tratamiento de la piel a fin de prevenir las reacciones adversas en la piel inducidas por la radiación”. Allí entra en escena el gel de aloe vera, que se ha usado en quemaduras de la piel durante siglos. Se llevó a cabo un ensayo aleatorizado, con doble enmascaramiento, controlado con placebo para comparar el gel de aloe vera y un gel de placebo. ¿Y qué resultados se obtuvieron?

No se encontró ningún beneficio, como se puede ver abajo y en el minuto 1:02 de mi video.

Sin embargo, “después de que finalizara este estudio con doble enmascaramiento, muchos médicos involucrados consideraron que los pacientes que habían participado en el ensayo tenían menos dermatitis (inflamación en la piel) de lo que se habría esperado”. Esto planteaba el interrogante de “si el gel de placebo también generaba algún beneficio (posiblemente debido a la lubricación de la piel)”. Por lo tanto, a favor de su argumento, llevaron a cabo un segundo experimento para ver si usar aloe era mejor que no usar nada y, una vez más, el aloe parecía no tener ningún efecto. En ambos ensayos, los “grados de gravedad de las lesiones fueron prácticamente los mismos”, lo que simplemente significa que el gel de aloe vera no funcionaba.

En un ensayo de mayores dimensiones, se asignó a cientos de pacientes de forma aleatoria para que recibieran gel de aloe vera o una loción común para la piel, no solo durante los tratamientos de radioterapia, sino que también hasta dos semanas después de que los hubieran finalizado. ¿Cuál fue el resultado? La loción común de placebo “funcionó mucho mejor que el gel de aloe vera en términos de reducción de la descamación y del dolor relacionados con el tratamiento”. Una vez más, el aloe falló. De hecho, si se hace una revisión sistemática de todos esos estudios, se observa que simplemente “no hay pruebas de ensayos clínicos que indiquen que el aloe vera de administración tópica sea eficaz” o útil. Los pacientes con cáncer de cabeza y cuello sufren la carga adicional del daño por la radiación en la mucosa de la boca y la garganta, y el aloe tampoco parece ayudar con eso.

Por lo tanto, el aloe no ayuda a aliviar los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer, pero ¿ayuda a tratar el cáncer en sí mismo? En una placa de Petri, “el aloe inhibe la proliferación de las células del cáncer de mama y del cáncer de cuello uterino en seres humanos”, y de las células de cáncer de pulmón. Entonces, ¿el aloe vera es un “calmante natural para el cáncer”? Desafortunadamente, la “potencia in vitro”, es decir, como en los estudios en placas de Petri, “a menudo no se pueden traducir a la clínica debido a muchos factores”, por ejemplo, porque los compuestos no están lo suficientemente biodisponibles como para acumularse hasta alcanzar la concentración de las probetas en el tumor que está en el cuerpo. Por lo tanto, aunque “algunos estudios indican un efecto antiproliferativo en las células cancerosas in vitro, falta obtener pruebas en ensayos clínicos”. Estas pruebas faltaban… hasta 1998.

Cincuenta pacientes con cáncer avanzado e intratable recibieron tratamiento diario con melatonina, que los investigadores creían que podría reforzar la inmunidad contra el cáncer, o con melatonina y aproximadamente 20 gotas de extracto de aloe, que prepararon remojando una parte de hojas de aloe en nueve partes de alcohol de 40 grados proof (20 vol%). El grupo del aloe parecía tener mejores resultados, casi el doble de probabilidades de tener una respuesta parcial o al menos un poco de estabilización y, el resultado más importante, una mayor supervivencia.

La tabla con las curvas de supervivencia se encuentra a continuación y también se puede ver en el minuto 3:43 de mi video.

Por ejemplo, seis meses después, el 80 % de los participantes del grupo del aloe seguían vivos, mientras que más de la mitad del grupo que no había recibido aloe había fallecido. Los investigadores concluyeron que la melatonina y el aloe pueden recomendarse a “pacientes con cáncer muy avanzado e intratable”, ya que no parecen causar efectos secundarios negativos y, de hecho, parecen ser útiles. Sin embargo, no sabemos si el aloe ayuda por sí solo, y un estudio posterior que llevó a cabo el mismo grupo enturbió aún más las aguas, ya que agregaron un tercer componente: una tintura de mirra. No obstante, el principal problema de estos estudios es que no eran aleatorizados. Entonces, si se asignó intencionalmente (o no) a los pacientes más enfermos al grupo de control sin aloe, eso podría explicar el beneficio aparente del aloe. El problema es que nunca se habían hecho estudios aleatorizados sobre el uso del aloe en el cáncer avanzado, hasta 2009, lo cual explico en mi video “¿Puede el aloe vera curar el cáncer?”.

Estos son los enlaces a los videos que mencioné: ¿Es el gel de aloe vera el mejor tratamiento para el liquen plano? y ¿Es efectivo el aloe para la presión arterial, la inflamación intestinal, sanar heridas y las quemaduras?.

Un saludo,