La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Carmen Otero.
Lo que millones de dólares en manos de la industria del lobby pueden hacer para detener los esfuerzos por proteger a los niños.
Durante casi medio siglo se ha pedido prohibir la publicidad de cereales azucarados para los niños, un producto al que el profesor de nutrición de Harvard, Jean Mayer, se refirió como “la nada cubierta de azúcar”. En una audiencia en el Senado sobre educación nutricional, dijo: “Hablando con propiedad, deberían llamarse dulces con sabor a cereal, en lugar de cereales cubiertos de azúcar”.
Como analizo en mi video Una lección política sobre el poder de la industria alimentaria, el comité del Senado invitó a testificar a los principales fabricantes de cereales para niños, y al principio dijeron que sí hasta que escucharon qué tipo de preguntas se iban a hacer. Un representante de la industria de los cereales admitió con franqueza por qué se tomó la decisión de boicotear la audiencia: simplemente no tenían “respuestas persuasivas” sobre por qué intentaban vender dulces para el desayuno a los niños.
En la era de Mad Men, antes de que estuviera en auge el movimiento consumista, “había más ejecutivos dispuestos a hablar con franqueza sobre el propósito de sus anuncios y qué les parecía que fueran dirigidos al ‘mercado infantil’”. Un ejecutivo de Kellogg’s dijo: “Nuestro objetivo principal es vender productos a los niños, no educarlos. Cuando vendes un producto a una mujer, entra a la tienda y descubre que no hay stock, probablemente se olvidará. Pero, cuando vendes tu producto a un niño, si no puede conseguirlo se tirará al suelo, pataleará y llorará. No se puede conseguir una reacción así en un adulto”.
Los cereales azucarados son el alimento número uno que se anuncia a los niños, pero no te preocupes, la industria simplemente se autorregulará. “En respuesta a las preocupaciones de salud pública sobre la cantidad de marketing de alimentos nutricionalmente pobres dirigidos a los niños, el Council of Better Business Bureaus lanzó la Iniciativa de Publicidad de Alimentos y Bebidas para Niños”, en la que todas las grandes compañías de cereales “se comprometieron a comercializar solo opciones dietéticas más saludables en la publicidad dirigida a los niños”. La industria de los dulces también se sumó. A pesar de haberse comprometido a no hacer publicidad dirigida a los niños tras entrar en vigor la iniciativa, los niños veían aun más anuncios de dulces. Tomemos como ejemplo a Hershey. Duplicó su publicidad dirigida a los niños, “al mismo tiempo que se comprometió a no hacer publicidad dirigida a ellos”.
Las empresas de cereales tuvieron que redefinir por sí mismas lo que consideraban “opciones dietéticas más saludables”. Eso debería darnos una idea de cuán serios son a la hora de proteger a los niños. Por ejemplo, clasificaron “Froot Loops y Reese’s Peanut Butter Puffs, que contienen hasta un 44% de azúcar, como ‘opciones dietéticas más saludables’”. En ese caso, ¿cuáles son sus opciones poco saludables? Parece que la Iniciativa de Publicidad de Alimentos y Bebidas para Niños básicamente solo “se basa en los niveles máximos de nutrientes de productos actuales comercializados por sus miembros en un juicio sobre qué era lo mejor para los niños”.
Desde entonces, han revisado esto para permitir solo cereales que tengan un 38% de azúcar. Pero, incluso si solo contuvieran 1/3 de azúcar, eso significaría que los niños están básicamente comiendo “1 cucharada de azúcar por cada 3 de cereal”, lo cual no es una opción dietética más saludable.
La Comisión Federal de Comercio intentó intervenir en 1978, pero la industria invirtió tantos millones de dólares para presionar que el Congreso básicamente amenazó con retirar toda la financiación de la agencia si la FTC se metía con la industria de los cereales, lo cual demuestra simplemente “cuán poderosas son las fuerzas del mercado en comparación con aquellos que pueden movilizarse en favor de los niños”. El “estrés postraumático político inducido por los ataques agresivos a la FTC se tradujo una pausa de 25 años de esfuerzos federales en frenar el comercio de alimentos dirigidos a los niños”.
Finalmente, nos encontramos con el Grupo de Trabajo Interinstitucional, con miembros de 4 agencias federales: la FTC, los CDC, la FDA y el USDA. El grupo desarrolló un conjunto de “principios voluntarios que están diseñados para fomentar una autorregulación más sólida y significativa por parte de la industria alimentaria y para apoyar los esfuerzos de los padres para lograr que sus hijos coman alimentos más saludables”. Se propuso la sugerencia radical de no comercializar cereales para niños que contuvieran más del 26% de puro azúcar.
En el minuto 4:02 de mi video puedes ver los 10 principales cereales para desayuno destinados a los niños: Cinnamon Toast Crunch, Lucky Charms, Honey Nut Cheerios, Froot Loops, Reese’s Puffs, Trix, Frosted Flakes, Fruity Pebbles, Cocoa Puffs y Cookie Crisp; y ninguno cumpliría ese estándar. General Mills contraatacó: “Los estándares nutricionales de la propuesta son arbitrarios, caprichosos y fundamentalmente defectuosos”. No es de extrañar, ya que “literalmente todos los cereales comercializados por General Mills quedarían excluidos de la publicidad”; no entraría ni uno solo. Sugerir estándares voluntarios “restringe inconstitucionalmente el discurso comercial en violación de la Primera Enmienda”, a lo que la FTC básicamente respondió: Déjame conseguirte un diccionario. ¿Cómo violaría la Constitución el sugerir directrices voluntarias? Pero así de loca está la industria incluso ante la idea de unas directrices significativas. De hecho, una asociación de comercios calificó los principios de nutrición propuestos como “los más extraños y desmesurados” que jamás había visto.
Entonces, ¿qué pasó? Una vez más, la financiación de la agencia estaba en peligro, por lo que la FTC canceló la propuesta interinstitucional.
“En todos los niveles de gobierno, las industrias de alimentos y bebidas ganaron pelea tras pelea… Nunca han perdido una batalla política importante en los Estados Unidos…”, dijo un director de una de las organizaciones de defensa de la infancia. “Simplemente nos derrotaron. El dinero gana”. E hizo falta mucho dinero: 175 millones de dólares de fondos de lobby de las grandes empresas alimentarias. Aparentemente fue suficiente para comprar el silencio de la Casa Blanca cuando la propuesta interinstitucional fue descartada. Como dijo un asesor de Obama: “Se le puede decir a alguien que coma menos grasa, consuma más fibra, más frutas y verduras y menos azúcar. Pero si empiezas a nombrar alimentos, te pasas de la raya”.
“‘No estoy de acuerdo con la Casa Blanca’, dijo el senador Tom Harkin (demócrata por Iowa), presidente del Comité de Salud del Senado. “Les tembló la mano, y cuando se trata de la salud de los niños no debería temblarle”.
Para obtener más información sobre los cereales para el desayuno, haz clic aquí. Y haz clic aquí para saber más sobre el azúcar.
Estoy totalmente a favor de asumir la responsabilidad personal de su salud, pero las tácticas de mano dura de la industria alimentaria multimillonaria al estilo industria del tabaco están contribuyendo con la muerte de aproximadamente 14 millones de personas cada año.
En un tono más positivo, consulta Cómo ganamos la lucha para prohibir las grasas trans.
Para obtener más información sobre el azúcar, consulta Flashback Friday: la industria azucarera intenta manipular la ciencia.
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