La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Carmen Otero.
¿Pueden las partículas de plástico del interior de los peces llegar a nuestro torrente sanguíneo?
En 1869, se patentó una nueva sustancia para reemplazar el marfil de elefante destinado a la producción de bolas de billar y nació la industria del plástico. Irónicamente, lo que comenzó como una medida orientada a la conservación se ha convertido en un problema ambiental. Cientos de miles de billones de toneladas de diminutas partículas de plástico ahora flotan en la superficie del mar. Estas partículas provienen de objetos de plástico como botellas de agua que se desintegran en pedazos cada vez más pequeños o de microesferas de plástico que pasan por nuestros fregaderos hasta las alcantarillas.
“Las microesferas de plástico se utilizan a menudo como agente de limpieza en productos cosméticos y de cuidado personal (Physical Chemistry Chemical Physics), como limpiadores faciales, gel de ducha y pasta de dientes”. Y, “hasta 94.500 microesferas pueden irse por el desagüe en tan solo un lavado”. Luego, cuando navegues por el océano, puedes encontrar las mismas esferas que contienen los exfoliantes faciales. Miles de millones se vierten a los hábitats acuáticos todos los días en los Estados Unidos. “Esto equivale a 2,9 billones de microesferas por año. Si alineas estas microesferas de un extremo a otro… Estados Unidos emite las suficientes para recorrer todo el planeta 7 veces”.
Tal y como analizo en mi video Contaminación por microplásticos y la seguridad del pescado, la razón por la que esto puede ser un problema es que el plástico acumula compuestos tóxicos del agua y luego los transporta junto con cualquier otro químico, ya presente en el plástico, a los organismos marinos, concentrados en la cadena alimenticia y acabando en nuestros platos. Los posibles efectos peligrosos como tal en seres humanos, evidentemente incluyen “alteraciones en los cromosomas que producen infertilidad, obesidad y cáncer”.
Demos un paso atrás y revisemos la evidencia. El plástico llega a los océanos, pero ¿realmente llega a los peces? Sí, se ha demostrado que los peces y otros animales acuáticos ingieren microplásticos. Pero, ¿estamos realmente comiendo pescado que ingiere plástico? “Sí, estamos comiendo pescados que ingieren plástico”. ¿Pero no eliminamos el plástico al defecar?
Las micropartículas lo suficientemente pequeñas pueden ser absorbidas a través de nuestra pared intestinal y entrar en nuestro torrente sanguíneo. Esta “captación de micropartículas que se absorben en los tejidos del intestino delgado y en los órganos secundarios ha pasado de ser un fenómeno anecdótico a un proceso reconocido y cuantificable”, pero eso fue en roedores. El hecho de que se haya demostrado en una variedad de animales de laboratorio no significa que suceda en personas. No lo sabes hasta que lo pones a prueba. Lo que más se acerca son placentas humanas después del parto. Los investigadores descubrieron que las micropartículas de plástico podían cruzar la barrera placentaria desde el torrente sanguíneo materno. Entonces, si las partículas pudieran entrar en la circulación de una mujer embarazada, también podrían entrar en la circulación de su bebé.
Esto es preocupante porque los desechos plásticos pueden ser una fuente de sustancias químicas tóxicas, tanto los aditivos químicos en el plástico en sí como los contaminantes que el plástico absorbe del agua y luego libera en el cuerpo. El bisfenol A (BPA) es uno de los aditivos químicos que pueden provenir del propio plástico. Dado que las concentraciones de BPA se han medido en desechos plásticos, los microplásticos pueden ser una fuente importante de BPA en el marisco. Realmente nadie lo había investigado, hasta ahora: un estudio que pone a prueba los niveles de BPA en las partes comestibles del marisco.
Sí, el pescado y el marisco presentan uno de los niveles más altos de contaminación por BPA, pero ¿es solo porque el estudio analizaba pescados enlatados como el atún y las sardinas? Los fabricantes pueden usar BPA directamente en el envase de latas de alimentos, pero “el BPA puede filtrarse del plástico ya presente en los océanos, causando una contaminación directa de los peces”. De hecho, algunos argumentan que esta contaminación ambiental por BPA en el pescado podría ser peor que el BPA de las latas. No lo sabes hasta que lo pones a prueba.
En el minuto 3:56 del video que puedes ver a continuación, se observa un gráfico que muestra los niveles de BPA presentes en los pescados enlatados. Los niveles más altos se encontraron en el atún, los berberechos, las sardinas y los cangrejos azules pero todos estaban en latas, por lo que no hay forma de saber qué proviene de la lata en comparación con el animal hasta que observemos los peces que no vienen en lata. En el estudio en ocasiones reveló niveles aún más altos en algunos moluscos frescos, almejas, platijas y bacalao.
No es algo bueno, ya que los químicos de los plásticos como a los BPA se los conoce por ser disruptores endocrinos, es decir, disruptores hormonales. Y además, los contaminantes liposolubles del mar pueden adherirse a la superficie de los microplásticos y presentar aún más riesgo.
Para obtener más información sobre los microplásticos, ve mis videos ¿Corremos riesgo de cáncer por microplásticos en el pescado? y ¿Cuánto microplástico hay en los filetes de pescado?