Beneficios y efectos secundarios del apio

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¿El apio, siendo una verdura relativamente alta en sodio, puede bajar la tensión?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Elena Figal voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Algunas plantas ayudan a reducir la tensión arterial elevada, el apio es una de ellas. Sin embargo, el apio también contiene un nivel de sodio relativamente alto para ser un vegetal: hay unos 100 mg de sodio por 130 g de apio picado. Aunque su contenido en sodio es relativamente elevado, también contiene otros compuestos como la 3nB (el compuesto que da al apio su gusto y aroma característicos), que puede relajar el músculo liso vascular que recubre las arterias y así disminuir la presión sanguínea. El apio también tiene otros compuestos que probablemente produzcan efecto antihipertensor y, aunque solo se han probado en estudios en roedores, parece ser que la semilla de apio ha reducido la presión sanguínea de unas ratas que padecen hipertensión. ¿Y en humanos?

No se puede saber sin poner a prueba la semilla de apio o, en este caso, el extracto de semilla de apio: en un ensayo clínico cruzado, aleatorizado, con triple ciego, controlado con placebo. Tras cuatro semanas tomando extracto de semilla de apio, la presión sistólica bajó al menos 10 puntos y la presión diastólica, unos 8 puntos. Sin embargo, el equivalente en semillas de apio enteras sería muy superior a la cantidad que la gente puede comer.

Y tomar una pizca de semillas de apio al día, ¿puede servir de algo? Mira esto: “Tratamiento de la disfunción sexual en mujeres utilizando el fruto del Apium graveolens L. (semilla de apio): un ensayo clínico aleatorizado, con doble ciego, controlado con placebo.” Este estudio utilizó una dosis normal en cocina de semillas de apio (unos 500 mg) por cápsula, tres veces al día. Al finalizar las seis semanas, las mujeres que ingirieron semillas de sésamo informaron de una mejora significativa en la actividad sexual, calculada en función de distintos parámetros, los cuales mejoraron en solo tres semanas.

Y ¿qué hay del jugo de apio? Se dio el caso de un hombre que hacía jugo de apio a diario y consiguió que disminuyera su presión arterial: podría considerarse un ensayo no aleatorizado pero controlado, en el que una cantidad no revelada de jugo de apio pareció ser útil. Tras una revisión se concluyó que el apio se puede considerar como antihipertensor, pero las pruebas son escasas. Entonces, ¿tiene alguna desventaja?

Bueno, las semillas de apio se suelen considerar seguras, y una evaluación de seguridad que se llevó a cabo en el ensayo sobre presión arterial lo confirmó, pero quizás no para todo el mundo. Aquí tenemos el informe de un caso en que alguien que había estado tomando unas dos cucharadas soperas de hojas de apio seco al día, y parece ser que causó hiperactividad tiroidea. Lo mismo le ocurrió a esta mujer que había estado tomando extracto de apio en polvo para perder peso: sí que perdió unos 26 kg en 78 días pero probablemente se debió a que el extracto de apio causó hipertiroidismo. No es una forma sana de perder peso, a riesgo de padecer efectos secundarios como la parálisis tirotóxica.

Además, el apio es un alérgeno, puede ocasionar alergia alimentaria relacionada con el polen. Las personas con alergia a algún polen tienen tendencia a desarrollar alergia al apio, como ocurrió en el caso raro de varios choques anafilácticos graves tras consumir apio crudo. Hay quienes solo tienen reacciones alérgicas al apio si lo comen antes de hacer ejercicio. Calentar el apio elimina los síntomas para un 50 % de las personas con alergia al apio aproximadamente, pero quienes sufren una reacción con el apio crudo también lo hacen con el apio seco.

Incluso si no tienes alergia al apio, si consumes demasiado apio, jugo de apio o apio nabo, deberías tener cuidado. Estas plantas (la familia del apio, la chirivía o el perejil) tienen compuestos denominados psoralenos que pueden causar una sensibilidad a la luz solar. Los agricultores que trabajan con estas plantas sin utilizar protección solar pueden sufrir una enfermedad conocida como fitofotodermatitis. Incluso quienes trabajan en tiendas de comestibles y van del pasillo de las verduras a un centro de bronceado pueden tener problemas. Estos compuestos pueden introducirse bajo la piel desde dentro hacia afuera y no se destruyen al cocinar la verdura. Estar demasiado tiempo al sol después de empezar una “dieta a base de sopa de apio” o pasar el rato en un solárium una hora después de comer un apio nabo grande puede bastar para acabar con ampollas y quemaduras graves.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Elena Figal voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Algunas plantas ayudan a reducir la tensión arterial elevada, el apio es una de ellas. Sin embargo, el apio también contiene un nivel de sodio relativamente alto para ser un vegetal: hay unos 100 mg de sodio por 130 g de apio picado. Aunque su contenido en sodio es relativamente elevado, también contiene otros compuestos como la 3nB (el compuesto que da al apio su gusto y aroma característicos), que puede relajar el músculo liso vascular que recubre las arterias y así disminuir la presión sanguínea. El apio también tiene otros compuestos que probablemente produzcan efecto antihipertensor y, aunque solo se han probado en estudios en roedores, parece ser que la semilla de apio ha reducido la presión sanguínea de unas ratas que padecen hipertensión. ¿Y en humanos?

No se puede saber sin poner a prueba la semilla de apio o, en este caso, el extracto de semilla de apio: en un ensayo clínico cruzado, aleatorizado, con triple ciego, controlado con placebo. Tras cuatro semanas tomando extracto de semilla de apio, la presión sistólica bajó al menos 10 puntos y la presión diastólica, unos 8 puntos. Sin embargo, el equivalente en semillas de apio enteras sería muy superior a la cantidad que la gente puede comer.

Y tomar una pizca de semillas de apio al día, ¿puede servir de algo? Mira esto: “Tratamiento de la disfunción sexual en mujeres utilizando el fruto del Apium graveolens L. (semilla de apio): un ensayo clínico aleatorizado, con doble ciego, controlado con placebo.” Este estudio utilizó una dosis normal en cocina de semillas de apio (unos 500 mg) por cápsula, tres veces al día. Al finalizar las seis semanas, las mujeres que ingirieron semillas de sésamo informaron de una mejora significativa en la actividad sexual, calculada en función de distintos parámetros, los cuales mejoraron en solo tres semanas.

Y ¿qué hay del jugo de apio? Se dio el caso de un hombre que hacía jugo de apio a diario y consiguió que disminuyera su presión arterial: podría considerarse un ensayo no aleatorizado pero controlado, en el que una cantidad no revelada de jugo de apio pareció ser útil. Tras una revisión se concluyó que el apio se puede considerar como antihipertensor, pero las pruebas son escasas. Entonces, ¿tiene alguna desventaja?

Bueno, las semillas de apio se suelen considerar seguras, y una evaluación de seguridad que se llevó a cabo en el ensayo sobre presión arterial lo confirmó, pero quizás no para todo el mundo. Aquí tenemos el informe de un caso en que alguien que había estado tomando unas dos cucharadas soperas de hojas de apio seco al día, y parece ser que causó hiperactividad tiroidea. Lo mismo le ocurrió a esta mujer que había estado tomando extracto de apio en polvo para perder peso: sí que perdió unos 26 kg en 78 días pero probablemente se debió a que el extracto de apio causó hipertiroidismo. No es una forma sana de perder peso, a riesgo de padecer efectos secundarios como la parálisis tirotóxica.

Además, el apio es un alérgeno, puede ocasionar alergia alimentaria relacionada con el polen. Las personas con alergia a algún polen tienen tendencia a desarrollar alergia al apio, como ocurrió en el caso raro de varios choques anafilácticos graves tras consumir apio crudo. Hay quienes solo tienen reacciones alérgicas al apio si lo comen antes de hacer ejercicio. Calentar el apio elimina los síntomas para un 50 % de las personas con alergia al apio aproximadamente, pero quienes sufren una reacción con el apio crudo también lo hacen con el apio seco.

Incluso si no tienes alergia al apio, si consumes demasiado apio, jugo de apio o apio nabo, deberías tener cuidado. Estas plantas (la familia del apio, la chirivía o el perejil) tienen compuestos denominados psoralenos que pueden causar una sensibilidad a la luz solar. Los agricultores que trabajan con estas plantas sin utilizar protección solar pueden sufrir una enfermedad conocida como fitofotodermatitis. Incluso quienes trabajan en tiendas de comestibles y van del pasillo de las verduras a un centro de bronceado pueden tener problemas. Estos compuestos pueden introducirse bajo la piel desde dentro hacia afuera y no se destruyen al cocinar la verdura. Estar demasiado tiempo al sol después de empezar una “dieta a base de sopa de apio” o pasar el rato en un solárium una hora después de comer un apio nabo grande puede bastar para acabar con ampollas y quemaduras graves.

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

Nota del Dr. Greger:

Estoy encantado de presentar a la Dra. Kristine Dennis, nuestra Científica Senior de Investigación. La Dra. Dennis es una experimentada científica en nutrición y salud pública que se unió a NutritionFacts para ampliar nuestra capacidad investigativa: sumergiéndose a fondo en la investigación, escribiendo guiones y ahora, narrando sus propios videos. Seguirán viendo videos tanto míos como de ella, sin un orden específico. Estoy muy feliz de que Kristine forme parte de NutritionFacts para ayudarnos a ampliar nuestra capacidad y perspectivas.

No te pierdas Dr. Greger en la cocina: mi nueva bebida favorita 

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