Flashback Friday: ¿El aspartamo causa cáncer?

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¿Cómo debemos analizar los datos contradictorios existentes para humanos sobre la relación entre el aspartamo y el linfoma no hodgkiniano, el mieloma múltiple, la leucemia y el cáncer de páncreas?

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A continuación se muestra una aproximación del audio del video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que el Dr. Greger se refiere, ver el video más arriba.

La aprobación del aspartamo tiene una historia controvertida. El presidente de la FDA concluyó que “hay un grado de certeza razonable de que el consumo de aspartamo: (1) …no representa un riesgo de lesiones cerebrales que provoquen discapacidad intelectual, disfunción endócrina [hormonal] o ambas; y (2) no genera tumores cerebrales”. Sin embargo, la Comisión Pública de Investigación de la mismísima FDA retiró su aprobación por tener inquietudes con respecto al cáncer. “Además, varios científicos de la FDA aconsejaron no aprobar el aspartamo, a partir de las pruebas de tumores cerebrales hechas por la misma [empresa que produce aspartamo]…”. A pesar de todo, el presidente lo aprobó, y dejó la FDA para pasar a disfrutar de un puesto de consultoría en el que gana mil dólares por día, en la compañía de RR. PP. de la empresa productora de aspartamo. Después, la FDA evitó que el National Toxicology Program (NTP – Programa Nacional de Toxicología) hiciera más pruebas sobre el cáncer. Lo que quedó fue una serie de discusiones sobre diferentes estudios hechos con roedores, algunos de los cuales mostraron un mayor riesgo de cáncer, mientras que otros no.

Esto me hace acordar a lo que pasó con la sacarina. Este endulzante artificial causaba cáncer de vejiga en ratas pero no en ratones, lo que nos dejaba a nosotros el “determinar si los humanos somos parecidos a las ratas o a los ratones”. Era claro que teníamos que poner el tema del aspartamo a prueba en humanos, pero el estudio de seguridad en humanos más largo duró solo 18 semanas. Necesitábamos información más certera.

Ya que el estudio más largo hecho con ratas puso énfasis en los linfomas y la leucemia, el estudio realizado por NIH-AARP hizo un seguimiento de los diagnósticos de cáncer de la sangre y se descubrió que “no había relación entre niveles altos de consumo de aspartamo y riesgo de (…) cáncer”. Aunque el estudio de NIH-AARP fue enorme, recibió críticas por solo evaluar exposiciones en plazos relativamente cortos. En efecto, solo se estudió a los sujetos por cinco años; esto, sin dudas, es mejor que 18 semanas, pero ¿qué pasaría si fueran 18 años?

Todas las miradas apuntaron a Harvard, donde los investigadores habían empezado a seguir la salud y las dietas de profesionales de la medicina antes de que el aspartamo hubiera entrado al mercado. “En el estudio [de la población] a largo plazo más completo (…) para evaluar el vínculo entre la ingesta de aspartamo y el riesgo de cáncer en humanos”, se encontró una “relación positiva entre los refrescos dietéticos y la ingesta total de aspartamo, y el riesgo de [linfoma no Hodgkiniano] y mieloma múltiple en hombres, y de leucemia tanto en hombres como en mujeres”. ¿Por qué había más cáncer en hombres que en mujeres? El resultado fue similar en el caso del cáncer de páncreas y los refrescos dietéticos, pero no de los refrescos en general. De hecho, el único azúcar ligado al riesgo de cáncer de páncreas fue el azúcar de la leche, la lactosa. La diferencia entre hombres y mujeres podría haber sido nada más que una casualidad estadística, pero los investigadores decidieron indagar un poco más.

El aspartamo se descompone en metanol, que, a su vez, se transforma en formaldehído, “una sustancia cancerígena para los humanos bien documentada”, por la acción de la enzima alcohol deshidrogenasa. Esta enzima, que detoxifica el alcohol común, es la misma que transforma el metanol en formaldehído. ¿Será que los hombres tienen niveles más altos de esta enzima que las mujeres? Así es, y es por esto que las mujeres presentan niveles de alcohol en la sangre más altos que los hombres al tomar la misma cantidad de alcohol. Al observar muestras de hígado de hombres y mujeres, podemos ver una actividad enzimática significativamente mayor en los hombres, así que las mayores tasas de conversión de aspartamo a formaldehído podrían explicar que el riesgo de cáncer sea más alto en los hombres. Pero, ¿cómo podemos ponerlo a prueba?

El etanol (el alcohol común) compite con el metanol por la atención de la misma enzima. De hecho, el alcohol común se “usa como antídoto para la intoxicación con metanol”. Ahora bien, si esta teoría sobre el formaldehído es correcta, los hombres que no beben alcohol, o que beben muy poco, podrían tener tasas de conversión de aspartamo a formaldehído más altas. Y así fue: en línea con este razonamiento, los hombres que bebieron la cantidad más baja de alcohol, aparentemente, presentaron el mayor riesgo de cáncer debido al aspartamo.

Desde entonces, se ha publicado un tercer estudio de cohorte, en el que no se encontró un aumento de riesgo de linfoma asociado con los refrescos dietéticos durante un período de seguimiento de diez años. Es decir, no se detectó un riesgo en el estudio de 18 semanas, en el de 5 años ni en el de 10 años, solo en el de 18 años. ¿Qué conclusión podemos sacar de todo esto?

Se ha pedido que se reevalúe el tema de la seguridad del aspartamo, aunque ahora ya es un poco tarde, con los más de 15 millones de kilos de aspartamo que se producen todos los años, pero eso no significa que tengamos que consumirlo, en especial las mujeres y niños.

Por favor considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imagen: Emw vía Wikipedia y WikimediaImages vía pixabay. Las imágenes han sido modificadas.

A continuación se muestra una aproximación del audio del video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que el Dr. Greger se refiere, ver el video más arriba.

La aprobación del aspartamo tiene una historia controvertida. El presidente de la FDA concluyó que “hay un grado de certeza razonable de que el consumo de aspartamo: (1) …no representa un riesgo de lesiones cerebrales que provoquen discapacidad intelectual, disfunción endócrina [hormonal] o ambas; y (2) no genera tumores cerebrales”. Sin embargo, la Comisión Pública de Investigación de la mismísima FDA retiró su aprobación por tener inquietudes con respecto al cáncer. “Además, varios científicos de la FDA aconsejaron no aprobar el aspartamo, a partir de las pruebas de tumores cerebrales hechas por la misma [empresa que produce aspartamo]…”. A pesar de todo, el presidente lo aprobó, y dejó la FDA para pasar a disfrutar de un puesto de consultoría en el que gana mil dólares por día, en la compañía de RR. PP. de la empresa productora de aspartamo. Después, la FDA evitó que el National Toxicology Program (NTP – Programa Nacional de Toxicología) hiciera más pruebas sobre el cáncer. Lo que quedó fue una serie de discusiones sobre diferentes estudios hechos con roedores, algunos de los cuales mostraron un mayor riesgo de cáncer, mientras que otros no.

Esto me hace acordar a lo que pasó con la sacarina. Este endulzante artificial causaba cáncer de vejiga en ratas pero no en ratones, lo que nos dejaba a nosotros el “determinar si los humanos somos parecidos a las ratas o a los ratones”. Era claro que teníamos que poner el tema del aspartamo a prueba en humanos, pero el estudio de seguridad en humanos más largo duró solo 18 semanas. Necesitábamos información más certera.

Ya que el estudio más largo hecho con ratas puso énfasis en los linfomas y la leucemia, el estudio realizado por NIH-AARP hizo un seguimiento de los diagnósticos de cáncer de la sangre y se descubrió que “no había relación entre niveles altos de consumo de aspartamo y riesgo de (…) cáncer”. Aunque el estudio de NIH-AARP fue enorme, recibió críticas por solo evaluar exposiciones en plazos relativamente cortos. En efecto, solo se estudió a los sujetos por cinco años; esto, sin dudas, es mejor que 18 semanas, pero ¿qué pasaría si fueran 18 años?

Todas las miradas apuntaron a Harvard, donde los investigadores habían empezado a seguir la salud y las dietas de profesionales de la medicina antes de que el aspartamo hubiera entrado al mercado. “En el estudio [de la población] a largo plazo más completo (…) para evaluar el vínculo entre la ingesta de aspartamo y el riesgo de cáncer en humanos”, se encontró una “relación positiva entre los refrescos dietéticos y la ingesta total de aspartamo, y el riesgo de [linfoma no Hodgkiniano] y mieloma múltiple en hombres, y de leucemia tanto en hombres como en mujeres”. ¿Por qué había más cáncer en hombres que en mujeres? El resultado fue similar en el caso del cáncer de páncreas y los refrescos dietéticos, pero no de los refrescos en general. De hecho, el único azúcar ligado al riesgo de cáncer de páncreas fue el azúcar de la leche, la lactosa. La diferencia entre hombres y mujeres podría haber sido nada más que una casualidad estadística, pero los investigadores decidieron indagar un poco más.

El aspartamo se descompone en metanol, que, a su vez, se transforma en formaldehído, “una sustancia cancerígena para los humanos bien documentada”, por la acción de la enzima alcohol deshidrogenasa. Esta enzima, que detoxifica el alcohol común, es la misma que transforma el metanol en formaldehído. ¿Será que los hombres tienen niveles más altos de esta enzima que las mujeres? Así es, y es por esto que las mujeres presentan niveles de alcohol en la sangre más altos que los hombres al tomar la misma cantidad de alcohol. Al observar muestras de hígado de hombres y mujeres, podemos ver una actividad enzimática significativamente mayor en los hombres, así que las mayores tasas de conversión de aspartamo a formaldehído podrían explicar que el riesgo de cáncer sea más alto en los hombres. Pero, ¿cómo podemos ponerlo a prueba?

El etanol (el alcohol común) compite con el metanol por la atención de la misma enzima. De hecho, el alcohol común se “usa como antídoto para la intoxicación con metanol”. Ahora bien, si esta teoría sobre el formaldehído es correcta, los hombres que no beben alcohol, o que beben muy poco, podrían tener tasas de conversión de aspartamo a formaldehído más altas. Y así fue: en línea con este razonamiento, los hombres que bebieron la cantidad más baja de alcohol, aparentemente, presentaron el mayor riesgo de cáncer debido al aspartamo.

Desde entonces, se ha publicado un tercer estudio de cohorte, en el que no se encontró un aumento de riesgo de linfoma asociado con los refrescos dietéticos durante un período de seguimiento de diez años. Es decir, no se detectó un riesgo en el estudio de 18 semanas, en el de 5 años ni en el de 10 años, solo en el de 18 años. ¿Qué conclusión podemos sacar de todo esto?

Se ha pedido que se reevalúe el tema de la seguridad del aspartamo, aunque ahora ya es un poco tarde, con los más de 15 millones de kilos de aspartamo que se producen todos los años, pero eso no significa que tengamos que consumirlo, en especial las mujeres y niños.

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Imagen: Emw vía Wikipedia y WikimediaImages vía pixabay. Las imágenes han sido modificadas.

Nota del Doctor

Si quieres saber más sobre el aspartamo, no te pierdas los videos Aspartamo y el cerebro y Fibromialgia inducida por el aspartamo.
 
 
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