Flashback Friday: La dieta y la acidez estomacal

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Qué alimentos deberíamos comer o evitar para prevenir y tratar el reflujo ácido antes de ponernos en riesgo de esófago de Barrett y cáncer?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por María Chudoba y Leslie Salas voluntarios activos en NutritionFacts.org.

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es uno de los trastornos más comunes del tracto digestivo. Los dos síntomas más típicos son la acidez y la regurgitación del contenido estomacal en la parte posterior de la garganta. Pero no es solo dolor ardiente y sabor amargo en la boca. Causa millones de visitas al médico cada año, millones de hospitalizaciones. Y la complicación más temida es el cáncer.

Comienza con un esófago normal. Y si el ácido sigue subiendo, el esófago se inflama hasta producir esofagitis, la cual puede convertirse en esófago de Barrett, que a su vez puede tornarse en cáncer (adenocarcinoma). Para evitar todo eso, solo tenemos que prevenir el reflujo ácido, en primer lugar.

En las últimas tres décadas, la incidencia de este cáncer en los Estados Unidos se ha multiplicado por seis: un aumento mayor que el de melanoma, cáncer de mama o cáncer de próstata. Y eso es porque el número de personas que sufren reflujo ácido está en aumento: en los Estados Unidos, una de cada cuatro experimenta ardor de estómago y/o regurgitación ácida, por lo menos una vez a la semana; mientras que en Asia es solo el 5% de la población, lo que sugiere que diversos factores alimenticios podrían jugar un papel.

En general, un alto consumo de grasa se asocia con un mayor riesgo, mientras que los alimentos ricos en fibra parecen ser protectores. Las razones por las que la ingesta de grasa puede estar asociada con los síntomas de la ERGE y la esofagitis erosiva es porque diversos estudios en voluntarios han demostrado que cuando comemos alimentos grasosos, el esfínter en la parte superior del estómago que se supone que mantiene la comida y el ácido en el estómago se relaja en presencia de grasa y, por lo tanto, más ácido puede subir hasta el esófago.

En general, un alto consumo de grasa se asocia con un mayor riesgo, mientras que los alimentos ricos en fibra parecen ser protectores. Las razones por las que la ingesta de grasa puede estar asociada con los síntomas de la ERGE y la esofagitis erosiva es porque diversos estudios en voluntarios han demostrado que cuando comemos alimentos grasosos, el esfínter en la parte superior del estómago que se supone que mantiene la comida y el ácido en el estómago se relaja en presencia de grasa y, por lo tanto, más ácido puede subir hasta el esófago.

Por ejemplo, si un grupo de voluntarios consume una comida con un alto contenido de grasa (una salchicha de McDonald’s y un McMuffin de huevo) y otro grupo consume una comida con un bajo contenido de grasa (un panqué de McDonald’s), se observa mucho más reflujo en el grupo de la comida grasosa.

Con respecto a las etapas más avanzadas, se han publicado 45 estudios sobre la asociación entre el esófago de Barrett, el cáncer de esófago y la alimentación en los últimos 20 años. En general, se encontró que la carne y los alimentos con un alto contenido de grasa parecen aumentar el riesgo de cáncer.

Aunque diferentes tipos de carne se asociaron con cánceres en diferentes lugares: la carne roja se asoció más estrechamente con el cáncer en el esófago; mientras que la carne de las aves de corral se asoció más estrechamente con el cáncer en la parte superior del estómago. Por otro lado, los alimentos “alternativos a la carne” como las legumbre y los frutos secos se asociaron con una disminución significativa del riesgo de cáncer, coincidiendo con datos previos que sugieren un efecto protector de las fuentes de proteína vegetal, así como las frutas, las verduras y los antioxidantes.

Sin embargo, el efecto se observó solo con los vegetales en su estado natural y no en píldoras. Aquellos que comían alimentos con un mayor contenido de antioxidantes tenían la mitad de las probabilidades de cáncer de esófago, mientras que prácticamente no hubo reducción en el riesgo entre los que utilizaban suplementos vitamínicos, como la vitamina C o E, en píldoras.

Los vegetales más protectores parecen ser las verduras de color rojo anaranjado, las de hojas de color verde oscuro, el jugo de los frutos rojos, las manzanas y los cítricos. Pero puede que el efecto no solo se deba a las plantas. Al comer más alimentos saludables, también te queda menos espacio para comer alimentos menos saludables. Por lo que puede ser una combinación de ambos.

Basado en un estudio de 3,000 personas, el consumo de alimentos no vegetarianos resultó ser un predictor independiente de la ERGE, que en este estudio realizado en la India presumiblemente también incluía a los huevos.

Las yemas de huevo parecen inducir un aumento en una hormona llamada colecistoquinina, que puede relajar excesivamente el esfínter que separa al esófago del estómago. Los niveles de la misma hormona se incrementan con el consumo de carne, lo que puede ayudar a explicar por qué el vegetarianismo parece ser un factor protector para la esofagitis por reflujo.

Un grupo de investigadores encontró que aquellos que comían carne tenían el doble de probabilidad de sufrir reflujo inducido por inflamación esofágica. Por lo tanto, las dietas vegetarianas pueden ofrecer protección, aunque es incierto si esta protección es atribuible a la ausencia de carne en la alimentación o al aumento del consumo de alimentos saludables. Las dietas vegetarianas se caracterizan por un mayor consumo de frutas y verduras, ya que tienen un contenido mucho mayor de fitoquímicos, fibra dietética y antioxidantes que las dietas omnívoras. Además, también limitan el consumo de fuentes de alimento de origen animal, las cuales tienden a tener un mayor contenido de grasa y puede relajar el esfínter, agravando el reflujo.

La conclusión es que la ERGE es una condición común. Sus implicaciones son enormes: recidiva con frecuencia y puede causar sangrado y estenosis, por no hablar de un cáncer mortal. Actualmente, los fármacos más comunes son los inhibidores de la bomba de protones, cuyas ventas recaudan miles de millones de dólares. Gastamos cuatro mil millones de dólares solo en Nexium, tres mil millones en Prevacid, dos mil millones en Protonix y mil millones en Aciphex. Sin embargo, estos fármacos pueden causar deficiencias de nutrientes y aumentar el riesgo de neumonía, intoxicación alimentaria y fracturas óseas. Por lo tanto, es importante que encontremos factores de riesgo corregibles y que los corrijamos. Algunos de los factores de riesgo corregibles conocidos son la obesidad, el tabaquismo y el consumo de alcohol. Antes, no se habían hecho estudios sobre el consumo de carne, pero ahora tenemos otro factor corregible para ayudar a prevenir esta enfermedad.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imágenes de Jo Christian Oterhals vía Flickr.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por María Chudoba y Leslie Salas voluntarios activos en NutritionFacts.org.

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es uno de los trastornos más comunes del tracto digestivo. Los dos síntomas más típicos son la acidez y la regurgitación del contenido estomacal en la parte posterior de la garganta. Pero no es solo dolor ardiente y sabor amargo en la boca. Causa millones de visitas al médico cada año, millones de hospitalizaciones. Y la complicación más temida es el cáncer.

Comienza con un esófago normal. Y si el ácido sigue subiendo, el esófago se inflama hasta producir esofagitis, la cual puede convertirse en esófago de Barrett, que a su vez puede tornarse en cáncer (adenocarcinoma). Para evitar todo eso, solo tenemos que prevenir el reflujo ácido, en primer lugar.

En las últimas tres décadas, la incidencia de este cáncer en los Estados Unidos se ha multiplicado por seis: un aumento mayor que el de melanoma, cáncer de mama o cáncer de próstata. Y eso es porque el número de personas que sufren reflujo ácido está en aumento: en los Estados Unidos, una de cada cuatro experimenta ardor de estómago y/o regurgitación ácida, por lo menos una vez a la semana; mientras que en Asia es solo el 5% de la población, lo que sugiere que diversos factores alimenticios podrían jugar un papel.

En general, un alto consumo de grasa se asocia con un mayor riesgo, mientras que los alimentos ricos en fibra parecen ser protectores. Las razones por las que la ingesta de grasa puede estar asociada con los síntomas de la ERGE y la esofagitis erosiva es porque diversos estudios en voluntarios han demostrado que cuando comemos alimentos grasosos, el esfínter en la parte superior del estómago que se supone que mantiene la comida y el ácido en el estómago se relaja en presencia de grasa y, por lo tanto, más ácido puede subir hasta el esófago.

En general, un alto consumo de grasa se asocia con un mayor riesgo, mientras que los alimentos ricos en fibra parecen ser protectores. Las razones por las que la ingesta de grasa puede estar asociada con los síntomas de la ERGE y la esofagitis erosiva es porque diversos estudios en voluntarios han demostrado que cuando comemos alimentos grasosos, el esfínter en la parte superior del estómago que se supone que mantiene la comida y el ácido en el estómago se relaja en presencia de grasa y, por lo tanto, más ácido puede subir hasta el esófago.

Por ejemplo, si un grupo de voluntarios consume una comida con un alto contenido de grasa (una salchicha de McDonald’s y un McMuffin de huevo) y otro grupo consume una comida con un bajo contenido de grasa (un panqué de McDonald’s), se observa mucho más reflujo en el grupo de la comida grasosa.

Con respecto a las etapas más avanzadas, se han publicado 45 estudios sobre la asociación entre el esófago de Barrett, el cáncer de esófago y la alimentación en los últimos 20 años. En general, se encontró que la carne y los alimentos con un alto contenido de grasa parecen aumentar el riesgo de cáncer.

Aunque diferentes tipos de carne se asociaron con cánceres en diferentes lugares: la carne roja se asoció más estrechamente con el cáncer en el esófago; mientras que la carne de las aves de corral se asoció más estrechamente con el cáncer en la parte superior del estómago. Por otro lado, los alimentos “alternativos a la carne” como las legumbre y los frutos secos se asociaron con una disminución significativa del riesgo de cáncer, coincidiendo con datos previos que sugieren un efecto protector de las fuentes de proteína vegetal, así como las frutas, las verduras y los antioxidantes.

Sin embargo, el efecto se observó solo con los vegetales en su estado natural y no en píldoras. Aquellos que comían alimentos con un mayor contenido de antioxidantes tenían la mitad de las probabilidades de cáncer de esófago, mientras que prácticamente no hubo reducción en el riesgo entre los que utilizaban suplementos vitamínicos, como la vitamina C o E, en píldoras.

Los vegetales más protectores parecen ser las verduras de color rojo anaranjado, las de hojas de color verde oscuro, el jugo de los frutos rojos, las manzanas y los cítricos. Pero puede que el efecto no solo se deba a las plantas. Al comer más alimentos saludables, también te queda menos espacio para comer alimentos menos saludables. Por lo que puede ser una combinación de ambos.

Basado en un estudio de 3,000 personas, el consumo de alimentos no vegetarianos resultó ser un predictor independiente de la ERGE, que en este estudio realizado en la India presumiblemente también incluía a los huevos.

Las yemas de huevo parecen inducir un aumento en una hormona llamada colecistoquinina, que puede relajar excesivamente el esfínter que separa al esófago del estómago. Los niveles de la misma hormona se incrementan con el consumo de carne, lo que puede ayudar a explicar por qué el vegetarianismo parece ser un factor protector para la esofagitis por reflujo.

Un grupo de investigadores encontró que aquellos que comían carne tenían el doble de probabilidad de sufrir reflujo inducido por inflamación esofágica. Por lo tanto, las dietas vegetarianas pueden ofrecer protección, aunque es incierto si esta protección es atribuible a la ausencia de carne en la alimentación o al aumento del consumo de alimentos saludables. Las dietas vegetarianas se caracterizan por un mayor consumo de frutas y verduras, ya que tienen un contenido mucho mayor de fitoquímicos, fibra dietética y antioxidantes que las dietas omnívoras. Además, también limitan el consumo de fuentes de alimento de origen animal, las cuales tienden a tener un mayor contenido de grasa y puede relajar el esfínter, agravando el reflujo.

La conclusión es que la ERGE es una condición común. Sus implicaciones son enormes: recidiva con frecuencia y puede causar sangrado y estenosis, por no hablar de un cáncer mortal. Actualmente, los fármacos más comunes son los inhibidores de la bomba de protones, cuyas ventas recaudan miles de millones de dólares. Gastamos cuatro mil millones de dólares solo en Nexium, tres mil millones en Prevacid, dos mil millones en Protonix y mil millones en Aciphex. Sin embargo, estos fármacos pueden causar deficiencias de nutrientes y aumentar el riesgo de neumonía, intoxicación alimentaria y fracturas óseas. Por lo tanto, es importante que encontremos factores de riesgo corregibles y que los corrijamos. Algunos de los factores de riesgo corregibles conocidos son la obesidad, el tabaquismo y el consumo de alcohol. Antes, no se habían hecho estudios sobre el consumo de carne, pero ahora tenemos otro factor corregible para ayudar a prevenir esta enfermedad.

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Imágenes de Jo Christian Oterhals vía Flickr.

Nota del Doctor

Este es uno de los temas fundamentales, como mi video sobre Cómo prevenir la presión arterial alta con la alimentación.

Hice un video sobre el cáncer de esófago, sobre la reversión extraordinaria de los cambios precancerosos que nos evitan una condición devastadora solo con fresas: Fresas vs. cáncer esofágico.

Desde que se publicó por primera vez este video he hecho algunos más sobre el ERGE:

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