Flashback Friday: ¿Medicina basada en la evidencia o en el sesgo?

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La medicina basada en la evidencia podría influenciar a los profesionales de la medicina contra el poder de las intervenciones dietéticas.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Cecilia Sassot y Macarena Troscé voluntarios activos en NutritionFacts.org.

El estudio de campo del Dr. Esselstyn, que muestra que incluso una enfermedad coronaria triple avanzada podría revertirse con una dieta basada en plantas, ha sido criticado por ser un estudio pequeño. Pero la razón por la que estamos acostumbrados a ver estudios tan grandes es porque suelen mostrar tan pocos efectos. Los fabricantes de medicamentos pueden necesitar estudiar a 7000 personas para demostrar una caída apenas significativa a nivel estadístico del 15 % en eventos isquémicos en una submuestra de pacientes, mientras que Esselstyn tuvo una caída del 100 % en quienes siguieron su dieta, y mucho más convincente, porque los 18 participantes habían experimentado 49 problemas cardíacos (como ataques al corazón) en los 8 años anteriores a ponerse a dieta. Y estos eran los peores de los peores, la mayoría de los cuales ya habían tenido intervenciones quirúrgicas fallidas. Entonces, cuando los efectos son tan dramáticos, ¿cuántas personas se necesitan?

Antes de 1885, la rabia sintomática era una sentencia de muerte, hasta el 6 de julio, cuando el pequeño Joseph Meister se convirtió en el primero en recibir la vacuna experimental de la rabia de Pasteur. Los resultados de este (y de otro) caso fueron tan dramáticos en comparación con la experiencia previa, que el nuevo tratamiento fue aceptado con una muestra de dos. Tan dramático, comparado con la experiencia previa, que no fue necesaria ninguna prueba aleatoria controlada.¿Estarías tú, habiendo sido infectado por un perro con rabia, dispuesto a participar en un estudio aleatorio controlado, sabiendo que estar dentro del grupo de control derivaría en “la más horrible muerte”? Tristemente, dicha pregunta no es enteramente retórica.

En los ‘70, un tratamiento revolucionario para bebés con pulmones inmaduros, llamado ECMO, oxigenación por membrana extracorpórea, redujo la mortalidad de estos bebés de un 80 % a un 20 % en una sola noche. De 80 % muertos a 80 % vivos. A pesar de este enorme éxito, los investigadores se sintieron forzados a realizar un estudio aleatorio controlado. No querían. Sabían que estarían condenando a bebés a muerte. Pero sintieron que debían realizar el estudio, porque creían que su declaración de que la ECMO funcionaba tendría poco peso entre sus colegas médicos, a menos que estuviera respaldada por un estudio aleatorio controlado.

Entonces, en el Hospital de Niños de Harvard, se aleatorizaron 39 infantes para recibir la ECMO o solo terapia médica convencional. Decidieron detener la prueba después de la cuarta muerte, para no matar demasiados bebés. Y eso es lo que hicieron. El estudio se detuvo después de la cuarta muerte por terapia médica convencional, punto en el cual 9 de 9 bebés habían sobrevivido con la ECMO. Imagínate ser los padres de una de esas 4 criaturas muertas, o ser el hijo de padres muertos por terapia médica convencional o quirúrgica por enfermedad cardíaca.

A los estudiantes de medicina de Estados Unidos se les enseña muy poco acerca de nutrición. Peor aún, su entrenamiento les origina prejuicios en contra de los estudios que muestran el poder de los abordajes dietéticos para controlar enfermedades, ya que los alienta a ignorar cualquier información que no provenga de estudios dobles aleatorizados controlados ciegos. Sin embargo, las personas no pueden ser cegadas fácilmente ante las intervenciones dietéticas. Tienden a notar qué es lo que están comiendo. Como resultado, los médicos podrían estar sesgados a favor de los tratamientos farmacológicos y en contra de las intervenciones dietéticas para la gestión de enfermedades crónicas.

La medicina basada en evidencia es buena. Sin embargo, la profesión médica podría estar enfocándose demasiado en cierto tipo de evidencia y omitiendo a todas las otras, lo que deriva en la ignorancia de la evidencia médica más importante de todas.

La cardiopatía es el ejemplo perfecto. Siguiendo una dieta basada en plantas suficientemente sana, nuestra principal causa de muerte podría simplemente dejar de existir. El Estudio de China de Cornell-Oxford demostró que aún pequeñas cantidades de alimentos de origen animal se asocian con pequeños pero perceptibles incrementos en el riesgo de algunas de estas enfermedades crónicas.

En otras palabras, la relación causal entre los patrones dietéticos y la enfermedad de las arterias coronarias ya se había establecido claramente antes de que Ornish y Esselstyn comenzaran sus estudios clínicos. El valor de sus estudios no estaba tanto en proveer evidencia de que ese cambio dietético sea efectivo, sino en demostrar que los médicos pueden persuadir a sus pacientes a realizar dichos cambios, además de proveer datos interesantes acerca de la velocidad y la magnitud del cambio en lesiones graves ateroescleróticas como resultado de la terapia dietética.

Entonces, cualquier queja acerca de que estos estudios sean pequeños o no sean ciegos es simplemente irrelevante. Porque la evidencia de que la dieta causa ateroesclerosis es tan enorme, que asignar a un paciente a un grupo de control que siga la dieta estándar americana podría considerarse una violación a la ética de la investigación.

La evidencia del valor de una dieta basada en plantas para el control de las enfermedades crónicas está disponible desde hace décadas. Kempner en Duke; John McDougall; El Comité de Médicos para la Medicina Responsable… Denis Burkitt nos advirtió que la dieta estándar americana es la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo Occidental desde hace décadas. Sin embargo, los médicos de Estados Unidos siguen ocupándose de las ambulancias que caen al fondo del precipicio en lugar de ponerse a construir cercas sólidas en la cima.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imagenes de Wandering Eyre vía flickr

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Cecilia Sassot y Macarena Troscé voluntarios activos en NutritionFacts.org.

El estudio de campo del Dr. Esselstyn, que muestra que incluso una enfermedad coronaria triple avanzada podría revertirse con una dieta basada en plantas, ha sido criticado por ser un estudio pequeño. Pero la razón por la que estamos acostumbrados a ver estudios tan grandes es porque suelen mostrar tan pocos efectos. Los fabricantes de medicamentos pueden necesitar estudiar a 7000 personas para demostrar una caída apenas significativa a nivel estadístico del 15 % en eventos isquémicos en una submuestra de pacientes, mientras que Esselstyn tuvo una caída del 100 % en quienes siguieron su dieta, y mucho más convincente, porque los 18 participantes habían experimentado 49 problemas cardíacos (como ataques al corazón) en los 8 años anteriores a ponerse a dieta. Y estos eran los peores de los peores, la mayoría de los cuales ya habían tenido intervenciones quirúrgicas fallidas. Entonces, cuando los efectos son tan dramáticos, ¿cuántas personas se necesitan?

Antes de 1885, la rabia sintomática era una sentencia de muerte, hasta el 6 de julio, cuando el pequeño Joseph Meister se convirtió en el primero en recibir la vacuna experimental de la rabia de Pasteur. Los resultados de este (y de otro) caso fueron tan dramáticos en comparación con la experiencia previa, que el nuevo tratamiento fue aceptado con una muestra de dos. Tan dramático, comparado con la experiencia previa, que no fue necesaria ninguna prueba aleatoria controlada.¿Estarías tú, habiendo sido infectado por un perro con rabia, dispuesto a participar en un estudio aleatorio controlado, sabiendo que estar dentro del grupo de control derivaría en “la más horrible muerte”? Tristemente, dicha pregunta no es enteramente retórica.

En los ‘70, un tratamiento revolucionario para bebés con pulmones inmaduros, llamado ECMO, oxigenación por membrana extracorpórea, redujo la mortalidad de estos bebés de un 80 % a un 20 % en una sola noche. De 80 % muertos a 80 % vivos. A pesar de este enorme éxito, los investigadores se sintieron forzados a realizar un estudio aleatorio controlado. No querían. Sabían que estarían condenando a bebés a muerte. Pero sintieron que debían realizar el estudio, porque creían que su declaración de que la ECMO funcionaba tendría poco peso entre sus colegas médicos, a menos que estuviera respaldada por un estudio aleatorio controlado.

Entonces, en el Hospital de Niños de Harvard, se aleatorizaron 39 infantes para recibir la ECMO o solo terapia médica convencional. Decidieron detener la prueba después de la cuarta muerte, para no matar demasiados bebés. Y eso es lo que hicieron. El estudio se detuvo después de la cuarta muerte por terapia médica convencional, punto en el cual 9 de 9 bebés habían sobrevivido con la ECMO. Imagínate ser los padres de una de esas 4 criaturas muertas, o ser el hijo de padres muertos por terapia médica convencional o quirúrgica por enfermedad cardíaca.

A los estudiantes de medicina de Estados Unidos se les enseña muy poco acerca de nutrición. Peor aún, su entrenamiento les origina prejuicios en contra de los estudios que muestran el poder de los abordajes dietéticos para controlar enfermedades, ya que los alienta a ignorar cualquier información que no provenga de estudios dobles aleatorizados controlados ciegos. Sin embargo, las personas no pueden ser cegadas fácilmente ante las intervenciones dietéticas. Tienden a notar qué es lo que están comiendo. Como resultado, los médicos podrían estar sesgados a favor de los tratamientos farmacológicos y en contra de las intervenciones dietéticas para la gestión de enfermedades crónicas.

La medicina basada en evidencia es buena. Sin embargo, la profesión médica podría estar enfocándose demasiado en cierto tipo de evidencia y omitiendo a todas las otras, lo que deriva en la ignorancia de la evidencia médica más importante de todas.

La cardiopatía es el ejemplo perfecto. Siguiendo una dieta basada en plantas suficientemente sana, nuestra principal causa de muerte podría simplemente dejar de existir. El Estudio de China de Cornell-Oxford demostró que aún pequeñas cantidades de alimentos de origen animal se asocian con pequeños pero perceptibles incrementos en el riesgo de algunas de estas enfermedades crónicas.

En otras palabras, la relación causal entre los patrones dietéticos y la enfermedad de las arterias coronarias ya se había establecido claramente antes de que Ornish y Esselstyn comenzaran sus estudios clínicos. El valor de sus estudios no estaba tanto en proveer evidencia de que ese cambio dietético sea efectivo, sino en demostrar que los médicos pueden persuadir a sus pacientes a realizar dichos cambios, además de proveer datos interesantes acerca de la velocidad y la magnitud del cambio en lesiones graves ateroescleróticas como resultado de la terapia dietética.

Entonces, cualquier queja acerca de que estos estudios sean pequeños o no sean ciegos es simplemente irrelevante. Porque la evidencia de que la dieta causa ateroesclerosis es tan enorme, que asignar a un paciente a un grupo de control que siga la dieta estándar americana podría considerarse una violación a la ética de la investigación.

La evidencia del valor de una dieta basada en plantas para el control de las enfermedades crónicas está disponible desde hace décadas. Kempner en Duke; John McDougall; El Comité de Médicos para la Medicina Responsable… Denis Burkitt nos advirtió que la dieta estándar americana es la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo Occidental desde hace décadas. Sin embargo, los médicos de Estados Unidos siguen ocupándose de las ambulancias que caen al fondo del precipicio en lugar de ponerse a construir cercas sólidas en la cima.

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Imagenes de Wandering Eyre vía flickr

Nota del Doctor

Este es uno de mis videos favoritos del año hasta ahora, si no conoces el trabajo del Dr. Esselstyn lo menciono un poco en: 

Desafortunadamente los estudiantes de medicina aprenden muy poco sobre estas poderosas herramientas:

Si no has escuchado sobre Pritikin lo menciono aquí: Ingeniando la cura

Una presentación del Dr. Ornish en La convergencia de la evidencia

Sobre el Dr. Burkitt: La dieta del Dr. Burkitt

El estudio de China de las universidades de Cornell y Oxford: El estudio de China sobre las muertes cardiacas repentinas

¡Próximamente publicaré más sobre el trabajo del Dr. Walter Kempner en Duke!

Y una serie reciente sobre el programa de la medicina del estilo de vida que inspiró a estos pioneros:

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