Friday Favorites: Los alimentos a evitar para el eccema y las dietas de exclusión

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Estudios aleatorizados con grupo de control sugieren que excluir ciertos alimentos, como los huevos y la carne de pollo, puede mejorar significativamente la dermatitis atópica. Los niños de madres que eliminaron huevos, leche y pescados durante la lactancia son significativamente menos propensos a tener eccema (incluso años después).

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Daniela Wiegrebe y Adrian Bravo voluntarios activos en NutritionFacts.org.

El eccema es una enfermedad común de la piel para la cual hay muchos medicamentos en el mercado. Pero, ¿y la dieta? ¿Existen alimentos que desencadenen el eccema y hay cambios en la dieta que se puedan utilizar como tratamiento? Quédate para averiguarlo.

El eccema, también conocido como dermatitis atópica, es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel. De hecho, es la causa principal de pérdida de años de vida saludable debido a enfermedades cutáneas comunes, porque es muy común, afectando a una de cada cinco personas. Y el eccema no es solo un sarpullido que pica, está asociado también con otras enfermedades. Sí, puede picar, ser agobiante y avergonzar pero, en niños, podría aumentar el riesgo de TDAH, aunque eso podría simplemente ser por privación de sueño. Y, en adultos, podría incrementar el riesgo de depresión severa.

Y va en aumento.

Hay fármacos para ello, por supuesto; siempre hay fármacos. Los esteroides son la primera terapia, pero también hay inmunosupresores, y otros más que se suministran. Sabes que la profesión médica está en un estado de desesperación cuando se ven forzados a volver a lo básico y empiezan a aplicar sanguijuelas a la gente.

He hablado anteriormente sobre la eficacia y la seguridad de otros tratamientos más naturales, pero, ¿qué hay de la dieta? Nuestra historia comienza en 1920, un año en el que los doctores se dieron cuenta de lo beneficioso que era el oxígeno, aunque quizás no tanto como inyectar mercurio en la gente, pero un investigador de la universidad Johns Hopkins informó sobre un número de casos en los que, al omitir los huevos, la carne y la leche de la dieta, los pacientes con eccema mejoraron. Aunque, ¿quién va a sacar ganancias de eso? No es de extrañar que pasaran 58 años antes de que se pusiera a prueba.

Razonando que los huevos y la leche eran los dos alimentos probablemente más involucrados en el eccema, los excluyeron; y la carne de pollo y de vaca, ya que simplemente podrían ser las proteínas de pollo y de vaca en general, en un estudio aleatorizado doble ciego controlado donde se usó leche de soja como reemplazo… el 70% de los pacientes mejoró.

Una persona empeoró con la dieta sin huevo, leche, ni carne de pollo o vaca, pero casi todos los demás mejoraron. De modo que los investigadores concluyeron que, para muchos niños, evitar esos alimentos podría inducir una mejora clínica. Es interesante apreciar que no parece depender de si las pruebas de alergia mostraron que eran o no alérgicos a los huevos o la leche. En ambos casos, tendieron a una mejora.

Puedes hacer un “reto alimenticio” doble ciego aleatorizado, dándole a niños con eccema alimentos diferentes en cápsulas opacas; una con huevo en polvo, otra con trigo en polvo, etcétera. El huevo fue el peor alimento por mucho. Por ejemplo, en este estudio donde simplemente no dieron nada de huevo, se registraron mejoras dramáticas tanto en la extensión de piel involucrada como en la severidad de las lesiones causadas por el eccema tras quitar el huevo de la dieta.

Pero, en alrededor de un 90% de los casos, la madre no sabía que los huevos fueran un problema. ¿Por qué? Porque no comían huevos revueltos, fritos, ni nada de eso. Casi toda la exposición al huevo estaba oculta; estaban expuestos a productos del huevo ocultos en alimentos envasados. Así que no sabían por qué su eccema era tan terrible; hasta este estudio, donde se eliminaron todos los huevos y productos con huevo de sus dietas.

Los huevos son evidentemente la causa más frecuente de sensibilidad alimentaria en niños. De cientos de niños con eccema estudiados, la alergia al huevo se documentó en dos tercios de los niños con sensibilidad. De hecho, un niño con una reacción sanguínea a las proteínas de la clara de huevo parece ser una de los mejoras pruebas de laboratorio para predecir futuras enfermedades alérgicas en general. Parece ser la proteína ovomucoide en las claras de huevo la que causa la mayoría de los problemas.

Alrededor del 40% de los niños con eccema tienen algún tipo de alergia alimentaria. Y, cuantas más alergias alimentarias tienen, más probabilidades existen de que sufran de eccema, y de que sea peor. Aquellos que tienen reacciones a la proteína de la leche de vaca son significativamente más propensos a sufrir eccema grave, demostrando el importante papel que la proteína de la leche de vaca puede jugar “en la inducción y el aumento de la severidad del eccema en niños”.

A menudo, los padres cambian la leche de vaca por leche de cabra, en un intento de mejorar la salud de niños con eccema. Pero la leche de cabra nunca debería ser dada a niños con alergia a la leche de vaca, porque frecuentemente hacen una reacción cruzada, lo que ha sido confirmado con retos alimenticios doble ciegos controlados con placebo.

La leche de burra, por otro lado, es otra historia. Darle a los niños leche de burra no empeoró su eccema, ni la leche de yegua tampoco.

El ensayo controlado aleatorio y doble ciego original que relacionó la dieta y el eccema encontró que el eliminar huevos, pollo, leche y carne de la dieta mejoró significativamente el eccema en 70% de los niños que terminaron el estudio. Los estudios subsecuentes encontraron resultados similares, aunque en este caso, por ejemplo, solo parecía funcionar para un cuarto de los niños. Pero, en conclusión, de los 13 estudios en donde se evitó la leche, los huevos, o ambos, 10 de esos 13 estudios documentaron una mejoría clínica general.

La carga económica del eccema causada solo por el consumo de fórmula regular de leche de vaca puede ser de cientos de millones de dólares al año; aunque el consumo de huevos parece ser incluso peor al considerar su relación para predecir la persistencia y la gravedad de la enfermedad. La sensibilización a la clara de huevo y a la leche de vaca puede ocurrir incluso en los bebés amamantados. En base a esto, la fuente de exposición más probable es el paso de proteínas de huevo y vaca a través de la leche materna, sin embargo no se sabe con certeza hasta que se pone a prueba.

Las madres primerizas fueron asignadas a grupos al azar, uno de ellos iba a eliminar los huevos, la leche de vaca y el pescado de su dieta durante los tres primeros meses de lactancia después de dar a luz y el otro grupo iba a continuar su dieta regular. Y de hecho, los niños de madres que no consumieron huevos, leche y pescado fueron significativamente menos propensos a tener eccema a los 6 meses de edad. Aunque después de esa edad la disminución de las tasas de eccema en el grupo que no consumió huevos, leche o pescado ya no fue estadísticamente significativo.

Sin embargo, al seguir a los mismos niños por cuatro años se notó que aquellos de madres que eliminaron huevos, leche y productos lácteos por solo tres meses durante la lactancia, mostraron menores tasas de eccema incluso años después. Consumir esa dieta hipoalergénica durante la lactancia redujo las tasas de eccema infantil a la mitad.

Comer más alimentos vegetales también puede ayudar. La mayoría de los estudios sobre frutas y vegetales sugieren que un mayor consumo de estos por las madres durante el embarazo, y por los niños en los primeros años, resulta en una reducción del asma, otra enfermedad de tipo alérgico. Tal vez son los fitonutrientes fenólicos en las plantas los que están ayudando, apoyado por la evidencia de que ciertas dietas vegetarianas parecen atenuar la gravedad de enfermedades de la piel en adultos con eccema. Aunque si ves esa referencia a fondo te darás cuenta de que usaron una dieta muy extraña.

Ellos encontraron beneficios sorprendentes para la reducción de la gravedad del eccema, e incluso dos meses después de dejar la dieta, todavía estaban mejor que antes de comenzar con ella. Aunque la dieta incluía solo jugo de verduras, arroz integral, algas marinas, tofu, tahini y té de hoja de caqui, y era bastante restringida calóricamente. Y, solo hacer un ayuno puede mejorar el eccema, como también lo puede mejorar una dieta estrictamente vegetal, que no es tan sorprendente considerando los datos de niños que muestran una gran mejoría al eliminar huevos y productos lácteos.

A pesar de estos datos, los dermatólogos y los pediatras han negado por muchos años el papel de la alimentación en el eccema. A pesar de que hasta un 80% de los niños puede beneficiarse al eliminar la leche y/o los huevos de su dieta, independientemente de lo que muestren las pruebas de alergia. No puedes saber con certeza si la dieta va a ayudar, hasta que lo pongas a prueba en tu propio cuerpo. Y eso es lo que están haciendo los padres. Ellos no están esperando a que sus pediatras se pongan al día; el 75% de los padres de niños afectados por eccema han intentado alguna forma de exclusión dietética, la más común incluye eliminar los lácteos y los huevos, aunque solo alrededor del 40% de los padres que lo intentaron sintieron que funcionó. Pero bueno, ¿por qué no intentarlo?

Una recomendación típica que se ve en la literatura médica es: “Mira, si tienes un niño con eccema grave y los medicamentos no funcionan, entonces ¿por qué no tratas de eliminar algunos alimentos de su dieta?”. Pero a mí me parece que esa recomendación está al revés. Si los alimentos están contribuyendo (a causar el eccema), ¿por qué no tratar la causa y eliminar los alimentos ofensivos, y después, si esto no es suficiente, usar los medicamentos?

Ahora, por ahí hay algunas dietas para el eccema bastante locas, como la dieta llamada “pocos alimentos” que excluye todo excepto cordero, papas, arroz crujiente (cereal de arroz inflado), brócoli y peras. Para mi sorpresa, esta dieta en realidad se puso a prueba: ¡Les dije que los doctores estaban desesperados! Pero esta dieta no demostró un beneficio. Básicamente, si no sabes por dónde empezar, el enfoque más sencillo puede ser simplemente eliminar los productos lácteos y los huevos y ver qué pasa. Sin embargo esta es una recomendación polémica. ¿Eliminar el pescado, la carne, los huevos y los productos lácteos de nuestra dieta sin supervisión médica? Eso podría desencadenar una patología relacionada con la desnutrición. ¡¿Qué?! Revisé esa referencia a fondo y es solo otro artículo haciendo una afirmación sin respaldo alguno.

Ahora, si excluyes todo y como el 99% de tu dieta es leche de arroz, pues bueno… obviamente eso es completamente insuficiente, pero lo primero que la mayoría de los padres suelen agregar a la dieta para el eccema de sus hijos son verduras y lo primero que eliminan de sus dietas es la comida chatarra o “basura.” Y no creo que tengamos que preocuparnos por una deficiencia de comida chatarra.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Íconos creados por Gabriele Masaspina, Nestor Arellano, Iconic, Herman Susanto y Harden Dwi Lester de The Noun Project.

Créditos de la imagen: Kai Schreiber y psyberartist. Las imágenes han sido modificadas.

Gráficos de Avocado Video.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Daniela Wiegrebe y Adrian Bravo voluntarios activos en NutritionFacts.org.

El eccema es una enfermedad común de la piel para la cual hay muchos medicamentos en el mercado. Pero, ¿y la dieta? ¿Existen alimentos que desencadenen el eccema y hay cambios en la dieta que se puedan utilizar como tratamiento? Quédate para averiguarlo.

El eccema, también conocido como dermatitis atópica, es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel. De hecho, es la causa principal de pérdida de años de vida saludable debido a enfermedades cutáneas comunes, porque es muy común, afectando a una de cada cinco personas. Y el eccema no es solo un sarpullido que pica, está asociado también con otras enfermedades. Sí, puede picar, ser agobiante y avergonzar pero, en niños, podría aumentar el riesgo de TDAH, aunque eso podría simplemente ser por privación de sueño. Y, en adultos, podría incrementar el riesgo de depresión severa.

Y va en aumento.

Hay fármacos para ello, por supuesto; siempre hay fármacos. Los esteroides son la primera terapia, pero también hay inmunosupresores, y otros más que se suministran. Sabes que la profesión médica está en un estado de desesperación cuando se ven forzados a volver a lo básico y empiezan a aplicar sanguijuelas a la gente.

He hablado anteriormente sobre la eficacia y la seguridad de otros tratamientos más naturales, pero, ¿qué hay de la dieta? Nuestra historia comienza en 1920, un año en el que los doctores se dieron cuenta de lo beneficioso que era el oxígeno, aunque quizás no tanto como inyectar mercurio en la gente, pero un investigador de la universidad Johns Hopkins informó sobre un número de casos en los que, al omitir los huevos, la carne y la leche de la dieta, los pacientes con eccema mejoraron. Aunque, ¿quién va a sacar ganancias de eso? No es de extrañar que pasaran 58 años antes de que se pusiera a prueba.

Razonando que los huevos y la leche eran los dos alimentos probablemente más involucrados en el eccema, los excluyeron; y la carne de pollo y de vaca, ya que simplemente podrían ser las proteínas de pollo y de vaca en general, en un estudio aleatorizado doble ciego controlado donde se usó leche de soja como reemplazo… el 70% de los pacientes mejoró.

Una persona empeoró con la dieta sin huevo, leche, ni carne de pollo o vaca, pero casi todos los demás mejoraron. De modo que los investigadores concluyeron que, para muchos niños, evitar esos alimentos podría inducir una mejora clínica. Es interesante apreciar que no parece depender de si las pruebas de alergia mostraron que eran o no alérgicos a los huevos o la leche. En ambos casos, tendieron a una mejora.

Puedes hacer un “reto alimenticio” doble ciego aleatorizado, dándole a niños con eccema alimentos diferentes en cápsulas opacas; una con huevo en polvo, otra con trigo en polvo, etcétera. El huevo fue el peor alimento por mucho. Por ejemplo, en este estudio donde simplemente no dieron nada de huevo, se registraron mejoras dramáticas tanto en la extensión de piel involucrada como en la severidad de las lesiones causadas por el eccema tras quitar el huevo de la dieta.

Pero, en alrededor de un 90% de los casos, la madre no sabía que los huevos fueran un problema. ¿Por qué? Porque no comían huevos revueltos, fritos, ni nada de eso. Casi toda la exposición al huevo estaba oculta; estaban expuestos a productos del huevo ocultos en alimentos envasados. Así que no sabían por qué su eccema era tan terrible; hasta este estudio, donde se eliminaron todos los huevos y productos con huevo de sus dietas.

Los huevos son evidentemente la causa más frecuente de sensibilidad alimentaria en niños. De cientos de niños con eccema estudiados, la alergia al huevo se documentó en dos tercios de los niños con sensibilidad. De hecho, un niño con una reacción sanguínea a las proteínas de la clara de huevo parece ser una de los mejoras pruebas de laboratorio para predecir futuras enfermedades alérgicas en general. Parece ser la proteína ovomucoide en las claras de huevo la que causa la mayoría de los problemas.

Alrededor del 40% de los niños con eccema tienen algún tipo de alergia alimentaria. Y, cuantas más alergias alimentarias tienen, más probabilidades existen de que sufran de eccema, y de que sea peor. Aquellos que tienen reacciones a la proteína de la leche de vaca son significativamente más propensos a sufrir eccema grave, demostrando el importante papel que la proteína de la leche de vaca puede jugar “en la inducción y el aumento de la severidad del eccema en niños”.

A menudo, los padres cambian la leche de vaca por leche de cabra, en un intento de mejorar la salud de niños con eccema. Pero la leche de cabra nunca debería ser dada a niños con alergia a la leche de vaca, porque frecuentemente hacen una reacción cruzada, lo que ha sido confirmado con retos alimenticios doble ciegos controlados con placebo.

La leche de burra, por otro lado, es otra historia. Darle a los niños leche de burra no empeoró su eccema, ni la leche de yegua tampoco.

El ensayo controlado aleatorio y doble ciego original que relacionó la dieta y el eccema encontró que el eliminar huevos, pollo, leche y carne de la dieta mejoró significativamente el eccema en 70% de los niños que terminaron el estudio. Los estudios subsecuentes encontraron resultados similares, aunque en este caso, por ejemplo, solo parecía funcionar para un cuarto de los niños. Pero, en conclusión, de los 13 estudios en donde se evitó la leche, los huevos, o ambos, 10 de esos 13 estudios documentaron una mejoría clínica general.

La carga económica del eccema causada solo por el consumo de fórmula regular de leche de vaca puede ser de cientos de millones de dólares al año; aunque el consumo de huevos parece ser incluso peor al considerar su relación para predecir la persistencia y la gravedad de la enfermedad. La sensibilización a la clara de huevo y a la leche de vaca puede ocurrir incluso en los bebés amamantados. En base a esto, la fuente de exposición más probable es el paso de proteínas de huevo y vaca a través de la leche materna, sin embargo no se sabe con certeza hasta que se pone a prueba.

Las madres primerizas fueron asignadas a grupos al azar, uno de ellos iba a eliminar los huevos, la leche de vaca y el pescado de su dieta durante los tres primeros meses de lactancia después de dar a luz y el otro grupo iba a continuar su dieta regular. Y de hecho, los niños de madres que no consumieron huevos, leche y pescado fueron significativamente menos propensos a tener eccema a los 6 meses de edad. Aunque después de esa edad la disminución de las tasas de eccema en el grupo que no consumió huevos, leche o pescado ya no fue estadísticamente significativo.

Sin embargo, al seguir a los mismos niños por cuatro años se notó que aquellos de madres que eliminaron huevos, leche y productos lácteos por solo tres meses durante la lactancia, mostraron menores tasas de eccema incluso años después. Consumir esa dieta hipoalergénica durante la lactancia redujo las tasas de eccema infantil a la mitad.

Comer más alimentos vegetales también puede ayudar. La mayoría de los estudios sobre frutas y vegetales sugieren que un mayor consumo de estos por las madres durante el embarazo, y por los niños en los primeros años, resulta en una reducción del asma, otra enfermedad de tipo alérgico. Tal vez son los fitonutrientes fenólicos en las plantas los que están ayudando, apoyado por la evidencia de que ciertas dietas vegetarianas parecen atenuar la gravedad de enfermedades de la piel en adultos con eccema. Aunque si ves esa referencia a fondo te darás cuenta de que usaron una dieta muy extraña.

Ellos encontraron beneficios sorprendentes para la reducción de la gravedad del eccema, e incluso dos meses después de dejar la dieta, todavía estaban mejor que antes de comenzar con ella. Aunque la dieta incluía solo jugo de verduras, arroz integral, algas marinas, tofu, tahini y té de hoja de caqui, y era bastante restringida calóricamente. Y, solo hacer un ayuno puede mejorar el eccema, como también lo puede mejorar una dieta estrictamente vegetal, que no es tan sorprendente considerando los datos de niños que muestran una gran mejoría al eliminar huevos y productos lácteos.

A pesar de estos datos, los dermatólogos y los pediatras han negado por muchos años el papel de la alimentación en el eccema. A pesar de que hasta un 80% de los niños puede beneficiarse al eliminar la leche y/o los huevos de su dieta, independientemente de lo que muestren las pruebas de alergia. No puedes saber con certeza si la dieta va a ayudar, hasta que lo pongas a prueba en tu propio cuerpo. Y eso es lo que están haciendo los padres. Ellos no están esperando a que sus pediatras se pongan al día; el 75% de los padres de niños afectados por eccema han intentado alguna forma de exclusión dietética, la más común incluye eliminar los lácteos y los huevos, aunque solo alrededor del 40% de los padres que lo intentaron sintieron que funcionó. Pero bueno, ¿por qué no intentarlo?

Una recomendación típica que se ve en la literatura médica es: “Mira, si tienes un niño con eccema grave y los medicamentos no funcionan, entonces ¿por qué no tratas de eliminar algunos alimentos de su dieta?”. Pero a mí me parece que esa recomendación está al revés. Si los alimentos están contribuyendo (a causar el eccema), ¿por qué no tratar la causa y eliminar los alimentos ofensivos, y después, si esto no es suficiente, usar los medicamentos?

Ahora, por ahí hay algunas dietas para el eccema bastante locas, como la dieta llamada “pocos alimentos” que excluye todo excepto cordero, papas, arroz crujiente (cereal de arroz inflado), brócoli y peras. Para mi sorpresa, esta dieta en realidad se puso a prueba: ¡Les dije que los doctores estaban desesperados! Pero esta dieta no demostró un beneficio. Básicamente, si no sabes por dónde empezar, el enfoque más sencillo puede ser simplemente eliminar los productos lácteos y los huevos y ver qué pasa. Sin embargo esta es una recomendación polémica. ¿Eliminar el pescado, la carne, los huevos y los productos lácteos de nuestra dieta sin supervisión médica? Eso podría desencadenar una patología relacionada con la desnutrición. ¡¿Qué?! Revisé esa referencia a fondo y es solo otro artículo haciendo una afirmación sin respaldo alguno.

Ahora, si excluyes todo y como el 99% de tu dieta es leche de arroz, pues bueno… obviamente eso es completamente insuficiente, pero lo primero que la mayoría de los padres suelen agregar a la dieta para el eccema de sus hijos son verduras y lo primero que eliminan de sus dietas es la comida chatarra o “basura.” Y no creo que tengamos que preocuparnos por una deficiencia de comida chatarra.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Íconos creados por Gabriele Masaspina, Nestor Arellano, Iconic, Herman Susanto y Harden Dwi Lester de The Noun Project.

Créditos de la imagen: Kai Schreiber y psyberartist. Las imágenes han sido modificadas.

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Nota del Doctor

Aquí hay tres videos previos que hice sobre el eccema:

Algunos otros videos sobre la salud de la piel:

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Los videos fueron publicados originalmente el 1 y 4 de diciembre de 2017.

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