La traducción de este texto viene de la mano de nuestro voluntario Guillermo Escribano.
La vitamina C y los antibióticos se enfrentan cara a cara como tratamiento contra las infecciones vaginales bacterianas.
Un estudio publicado en 1999 planteó la apasionante posibilidad de que los suplementos “baratos, sencillos, inocuos y extendidos de vitamina C” pudieran prevenir una afección conocida como preeclampsia, pero, tras una década de investigación, nos dimos cuenta de que se trataba simplemente de una falsa esperanza y de que los suplementos de vitamina C no parecen influir mucho en la salud de las mujeres. Sin embargo, esto se refería a la vitamina C oral, no a la vitamina C vaginal, que ha demostrado ser un tratamiento eficaz para la vaginitis bacteriana; un trastorno ginecológico demasiado común, caracterizado por una secreción maloliente, acuosa y gris, del que hablo en el video Tratar la vaginitis bacteriana con vitamina C vaginal.
La vaginitis bacteriana “puede describirse mejor como un ‘desastre ecológico’ de la microflora vaginal”. Las bacterias buenas y normales de tipo lactobacilos se ven desplazadas por un ejército de bacterias malas. Los probióticos pueden ayudar a repoblar las bacterias buenas, pero la razón por la que las bacterias malas se hicieron con el control en un primer momento fue porque el pH estaba desequilibrado. Ya he hablado en otras ocasiones del papel que puede desempeñar la dieta en la aparición de la enfermedad. Por ejemplo, la ingesta de grasas saturadas puede aumentar el pH vaginal, lo que permite el crecimiento de bacterias indeseables, así que ¿por qué no intentar reacidificar la vagina con ácido ascórbico, también conocido como vitamina C? No se trata de las simples pastillas de vitamina C, sino de suplementos especialmente formulados y recubiertos de silicona que liberan la vitamina C lentamente para no causar irritación. ¿Qué tan bien funcionan? Para comprobarlo, se separó a cien mujeres que padecen esta enfermedad en dos grupos; el grupo tratado con vitamina C vaginal venció al del placebo. Pero ¿cómo se compara la vitamina C con un gel antibiótico, la terapia convencional?
Esta es una pregunta importante. “Aunque se percibe como un problema médico leve”, la vaginitis bacteriana puede aumentar el riesgo de varias complicaciones ginecológicas entre las que se incluye problemas durante el embarazo, momento en el que se quiere evitar medicarse constantemente. La vitamina C parece funcionar tan eficazmente como el antibiótico, por lo tanto, la vitamina C puede ser de gran ayuda, especialmente en el primer trimestre del embarazo, cuando no se desea utilizar medicamentos como los antibióticos tópicos. Y, para las mujeres con episodios recurrentes, el uso de la vitamina C durante seis días después de cada ciclo parece reducir el riesgo de recurrencia a la mitad, como enseño en el video (2:36).
Otra manera de meterle vitamina C al cuerpo es directamente en vena. ¿Funciona? No te pierdas:
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Para los que prefieren conseguir su vitamina C con la comida y no con suplementos, la pregunta es ¿Cuál es la ingesta óptima de Vitamina C?.
Si te estás planteando tomar los suplementos, entonces no te pierdas este video antes de tomar una decisión: ¿Los suplementos de vitamina C previenen los resfriados, pero causan cálculos renales?.
Michael Greger
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