¿Son seguras las pastillas para adelgazar?

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Victoria Rodríguez.

¿Por qué no hay más personas que tomen los medicamentos para bajar de peso que hay disponibles en el mercado?

A pesar de la infinidad de medicamentos para bajar de peso autorizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EE. UU., solo se los receta a 1 de cada 50 pacientes con obesidad. En los Estados Unidos, hay una tendencia a alabar las soluciones mágicas de la medicina. Entonces, ¿qué está sucediendo? Explico esto en mi video Friday Favorites: ¿Son seguros y efectivos los suplementos de pérdida de peso?. Uno de los motivos por los que los medicamentos contra la obesidad conllevan “tanto estigma” es que, a lo largo de la historia, no han dado buenos resultados, no han dado ningún resultado o peor.

Hasta ahora, la mayoría de los medicamentos para bajar de peso que se aprobaron inicialmente porque se sostenía que eran seguros se han retirado del mercado por efectos secundarios imprevistos que los convirtieron en “una amenaza para la salud pública”. Como tal vez recuerdes de mi video Grasa marrón: perder peso a través de la termogénesis, todo comenzó con el DNP, un pesticida que prometía eliminar la grasa de forma segura, pero que, en lugar de eso, destruyó la vista de los pacientes. (Fue uno de los eventos clave que condujeron a la aprobación de la histórica Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos en 1938.) Gracias al Internet, el DNP ha vuelto con “resultados predeciblemente mortales”.

Luego llegaron las anfetaminas. En la actualidad, más de medio millón de personas en los Estados Unidos son adictas a diversos tipos de anfetaminas, como la metanfetamina. Pero “la epidemia de anfetaminas original fue generada por las compañías farmacéuticas y los médicos”. En la década de 1960, las compañías farmacéuticas producían alrededor de 80,000 kilos de anfetaminas por año, lo cual sería casi suficiente para dar una dosis semanal a todas las personas de todas las edades en los Estados Unidos. Miles de millones de dosis al año se recetaban para bajar de peso. Las clínicas para bajar de peso obtuvieron enormes ganancias con ellas. Un médico dietista podía comprar 100,000 comprimidos de anfetaminas por menos de $100 (cien dólares), para después venderlos a sus pacientes por $12,000.

En una audiencia del Senado en 1970, el senador Thomas Dodd (padre de “Dodd-Frank”, el senador Chris Dodd) indicó que el problema de la adicción a las anfetaminas en los Estados Unidos no era un “acontecimiento accidental”. Dijo que los “presupuestos publicitarios de cientos de millones de dólares” (a menudo el componente más costoso en el precio de una píldora) han convencido, persuadido y seducido, píldora por píldora, a las generaciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y generaron la cultura de adicción a dichas drogas. Les dejo a los lectores el ejercicio de encontrar el paralelismo con la industria farmacéutica y la actual crisis de los opioides.

Aminorex era un inhibidor del apetito que se recetaba mucho, antes de que lo retiraran por causar daño pulmonar. Dieciocho millones de personas en los Estados Unidos tomaron fenfluramina/fentermina (“fen-phen”) antes de que retiraran este medicamento del mercado por causar daños graves en las válvulas cardíacas. También retiraron el medicamento Meridia por causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, y el medicamento Acomplia por los efectos secundarios psiquiátricos, incluido el suicidio. Y la lista continúa, como puedes ver en el minuto 2:51 de mi video.

La debacle de la “fen-phen” dio lugar a “algunos de los pagos por litigios más grandes en la historia de la industria farmacéutica, ya que se pagaron montos individuales de hasta $200,000 y alrededor de $14,000 millones en total”. Pero todo esto está incluido en la fórmula. Si lees la revista PharmacoEconomics, verás que un nuevo medicamento para bajar de peso puede dañar y matar a tantas personas que el “costo previsto por litigios” podría superar los $80 millones, pero los consultores de la industria farmacéutica estiman que, si un medicamento resulta exitoso, podría generar más de $100 millones. Así que haz los cálculos.

¿Qué sí funciona para bajar de peso? Analizo en detalle este tema y otros en mi libro Comer para no engordar. Si quieres más videos sobre bajar de peso, ve los videos relacionados abajo.

Key Takeaways

    • Aunque hay muchos medicamentos para bajar de peso autorizados por la FDA, solo se recetan a 1 de cada 50 pacientes con obesidad, en parte porque no son eficaces o incluso son perjudiciales.

     

    • La mayoría de los medicamentos para bajar de peso, desde el pesticida DNP, se han retirado del mercado por sus efectos secundarios negativos después de que se los hubiera autorizado inicialmente con el argumento de que eran seguros.
    • Más de medio millón de personas en los Estados Unidos son adictas a diversos tipos de anfetaminas, como la metanfetamina. Pero “la epidemia de anfetaminas original” fue generada por las compañías farmacéuticas y los médicos.
    • Miles de millones de dosis al año se recetaban para bajar de peso, y se podían obtener enormes ganancias con ellas. Por ejemplo, un médico podía comprar 100,000 comprimidos de anfetaminas por menos de $100 y después venderlos a sus pacientes por $12,000.
    • En una audiencia del Senado en 1970, el senador Thomas Dodd indicó que el problema de la adicción a las anfetaminas en los Estados Unidos no era un accidente. Dijo que los “presupuestos publicitarios de cientos de millones de dólares” (a menudo el componente más costoso en el precio de una píldora) han convencido, persuadido y seducido, píldora por píldora, a las generaciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y generaron la cultura de adicción a dichas drogas.
    • Algunos ejemplos de medicamentos para bajar de peso que se retiraron del mercado son Aminorex, porque causaba daño pulmonar, “fen-phen”, porque causaba daño grave en las válvulas cardíacas, Meridia, porque causaba ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, y Acomplia, porque causaba efectos secundarios psiquiátricos, incluido el suicidio.
    • Los costos y pagos por litigios previstos son parte de la fórmula.

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