La última pandemia de coronavirus podría venir del ganado

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La siguiente pandemia de coronavirus podría venir de los cerdos.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Viviana García voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Antes de adentrarme en el tema de COVID-19, quisiera tratar sobre algunos de los nuevos coronavirus provenientes del ganado. Como hemos visto, COVID-19 es solo una de las enfermedades por coronavirus del siglo XXI, transmitida por murciélagos y causante de brotes letales. Surgieron el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) en 2002, el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) en 2012 y luego el síndrome de diarrea aguda porcina (SADS, por sus siglas en inglés) en 2016. SADS, una nueva enfermedad que mató hasta un 90% de los cerdos jóvenes, devastó las granjas industriales de cerdos en la misma región de China en la cual se desencadenó SARS. SADS provino de un coronavirus descubierto en una cueva de murciélagos de los alrededores. Así que podemos decir, que los coronavirus pueden infectar a los cerdos inmediatamente.

La combinación de la deforestación y la producción porcina intensiva con millones de cerdos que invaden el hábitat de los murciélagos, puede haber facilitado la propagación del coronavirus de los murciélagos a los cerdos.

También existe la diarrea epidémica porcina (PED, por sus siglas en inglés), otro coronavirus que, se supone, pasa de los murciélagos a los cerdos. En 2010, emergió en China una cepa altamente virulenta que causó brotes masivos al llegar a los Estados Unidos y se propagó de costa a costa unos años después, matando a millones de cerdos, aproximadamente el 10% de toda la manada del país.

También existe el delta coronavirus porcino, el tercer nuevo coronavirus en cerdos que provino de China en la última década, y se diseminó rápidamente una vez que llegó a los Estados Unidos en 2014. Este patrón de aparición y brotes de nuevos coronavirus en el ganado parece acelerarse, facilitado por las prácticas de confinamiento intensivo que resultan en miles de animales albergados en un ambiente cerrado.

El patrón de los nuevos brotes de coronavirus humanos también parece acelerarse pero, actualmente, ninguno de estos coronavirus porcinos emergentes parece poder infectar a humanos. Sin embargo, es necesario el monitoreo continuo de estos coronavirus porcinos, no solo por los cerdos sino por la salud pública, porque los coronavirus son conocidos por sus altas tasas de mutación y su recombinación, proceso en el cual los virus intercambian partes de su código genético para adaptarse mejor a sus portadores o encontrar nuevos. El hecho de que muchos coronavirus del ganado causen infecciones epidémicas persistentes aumenta la probabilidad de que aparezca un coronavirus mutante, con lo que llamamos un “rango de huéspedes extendido”, lo cual representa el potencial para invitar a la humanidad a la fiesta.

Para desencadenar una pandemia, primero el virus tendría que propagarse a los pulmones. La mayoría de los coronavirus en los murciélagos y en el ganado, hasta la fecha, han sido infecciones intestinales. La excepción es el virus de la bronquitis infecciosa (IBV, por sus siglas en inglés) en los pollos, el cual fue, en realidad, el primer coronavirus descubierto en 1931 y se convertiría en la causa principal de las infecciones respiratorias en los nueve mil millones de pollos criados anualmente para el consumo de carne en los Estados Unidos; pero prevalece en todos los países con producción avícola industrial, con tasas de infección que a menudo se acercan al 100%. Actualmente, sin embargo, la única manera con la cual se ha demostrado que éste causa enfermedades en mamíferos, es al inyectarlo directamente en el cerebro.

Pero con tantos coronavirus diversos, que circulan en tantas especies diferentes, se considera probable no solo si, sino cuándo, emergerá y explotará el próximo coronavirus recombinante en la población humana. Ya las crestas de los delta coronavirus porcinos, recientemente descubiertos, que han representado tan seria amenaza a la industria porcina, se pueden unir a los receptores no solo encontrados en los intestinos de los cerdos, sino en el tracto respiratorio de los humanos. Esta amplia interacción receptora de un coronavirus global emergente puede potenciar su diversa transmisibilidad entre especies. Ya sabemos que los delta coronavirus porcinos pueden infectar tanto las células humanas como las de los pollos en una placa de Petri y sabemos que pueden infectar a los pollos mismos; así como hay un coronavirus bovino en los terneros que puede infectar a los pavos, estos coronavirus saltan por todos lados. Y cuando lo hacen, lo más preocupante es que el delta coronavirus porcino, una vez que salta a los pollos, puede propagarse rápidamente del uno al otro.

De hecho, este nuevo estudio, publicado en febrero de 2020 en la revista Emerging Infectious Diseases del CDC, acaba de concluir que, dada la susceptibilidad de las células humanas a la infección por delta coronavirus porcino, debería investigarse por su riesgo a la salud humana por pandemia.

El coronavirus SADS también puede infectar células humanas en una placa de Petri y a ratones de laboratorio. De hecho, un equipo de investigadores concluyó en el próximo ejemplar de diciembre de 2022 de Journal of Virology que “dada la capacidad del coronavirus SADS de crecer eficazmente en líneas de células humanas, no deberíamos subestimar el riesgo de que este coronavirus, originado en murciélagos, pueda “saltar” de cerdos a humanos”.

En conclusión, los cerdos, no solo los pangolines, pueden actuar como huéspedes peligrosos para la generación de nuevos coronavirus con potencial de pandemia. Los coronavirus están emergiendo y circulando más en poblaciones de ganado en todo el mundo. Mientras más coronavirus haya mezclándose en más y más animales, mayor es la probabilidad de que se originen cepas con potencial de pandemia. Mientras las poblaciones mundiales de pangolines se reducen drásticamente, producimos y sacrificamos más de mil millones de cerdos cada año, aproximadamente la mitad solo en China, aumentando el espectro de que la próxima pandemia pueda emerger de animales domésticos en lugar de salvajes; un evento que ya pudo haber tenido lugar. La última pandemia por coronavirus pudo haber sido causada por el ganado. Espera, ¿la última pandemia por coronavirus? Escúchame.

Los coronavirus son la segunda causa más común del resfriado común. Hasta ahora, hemos descubierto cuatro coronavirus del resfriado humano, así que con estos suman siete coronavirus en total que pueden causar enfermedad humana: los seis mencionados aquí y COVID-19. Sospechamos que nos contagiamos de SARS por las civetas, de MERS por los camellos y el virus COVID-19, tal vez de los pangolines. ¿De dónde nos contagiamos con los cuatro coronavirus del resfriado común?

El origen de dos de los cuatro coronavirus leves sigue siendo un misterio, pero uno, llamado coronavirus humano 229E, fue rastreado hasta los camellos, y el otro, llamado OC43, hasta el ganado o los cerdos. Bien, si el salto del resfriado común de los camellos a los humanos pronostica el salto mortal de especies de MERS que mató a más de una entre tres personas, ¿podría el salto del coronavirus del ganado a los humanos presagiar también un brote mortal en humanos? Ya puede haberlo hecho.

Los denominados análisis del reloj molecular que datan la aparición del coronavirus humano OC43 sugieren que el coronavirus bovino, que causa ahora la llamada fiebre de embarque en el ganado, saltó a los humanos aproximadamente en 1890. De las vacas a los humanos en 1890. Es una sincronización interesante. Hubo una pandemia en 1890. Mientras se creyó que la pandemia de 1890 era influenza, el momento de la aparición del coronavirus humano OC43 llevó a algunos a especular que esta fuera, por el contrario, una transmisión de coronavirus entre especies similar a SARS o a COVID-19. Pero ¿tal vez solo sea coincidencia? Bien, no es solo por las fechas, pareció haber muchos síntomas neurológicos durante esa pandemia y eso es relativamente inusual en la influenza y más característico del coronavirus. Pero, para mí, la información más convincente, es el hecho de que esta enfermedad respiratoria, altamente infecciosa, causaba estragos en el ganado en los años anteriores a la pandemia, 1870 a 1890. Hubo operaciones masivas de sacrificio para erradicar la enfermedad que devastaba manadas en el ganado en todo el mundo; una enorme oportunidad para una gran exposición a la secreción respiratoria. 

Ahora tal vez nunca sepamos lo que causó la pandemia de 1890, pero podemos tomar medidas para prevenir las próximas. Y ese es un tema en el que me adentraré en mi nuevo libro (todas las ganancias que recibo son donadas a organizaciones benéficas).

Sí. Analizo cómo protegerte mejor, a tu familia y a tu comunidad de COVID-19, y también trato sobre la prevención de las pandemias. La mejor manera de sobrevivir una pandemia es no tenerla, en primer lugar.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Gráficos de AvoMedia

Créditos de la imagen: RachelKolokoffHopper vía Adobe Stock. La imagen ha sido modificada.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Viviana García voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Antes de adentrarme en el tema de COVID-19, quisiera tratar sobre algunos de los nuevos coronavirus provenientes del ganado. Como hemos visto, COVID-19 es solo una de las enfermedades por coronavirus del siglo XXI, transmitida por murciélagos y causante de brotes letales. Surgieron el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) en 2002, el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) en 2012 y luego el síndrome de diarrea aguda porcina (SADS, por sus siglas en inglés) en 2016. SADS, una nueva enfermedad que mató hasta un 90% de los cerdos jóvenes, devastó las granjas industriales de cerdos en la misma región de China en la cual se desencadenó SARS. SADS provino de un coronavirus descubierto en una cueva de murciélagos de los alrededores. Así que podemos decir, que los coronavirus pueden infectar a los cerdos inmediatamente.

La combinación de la deforestación y la producción porcina intensiva con millones de cerdos que invaden el hábitat de los murciélagos, puede haber facilitado la propagación del coronavirus de los murciélagos a los cerdos.

También existe la diarrea epidémica porcina (PED, por sus siglas en inglés), otro coronavirus que, se supone, pasa de los murciélagos a los cerdos. En 2010, emergió en China una cepa altamente virulenta que causó brotes masivos al llegar a los Estados Unidos y se propagó de costa a costa unos años después, matando a millones de cerdos, aproximadamente el 10% de toda la manada del país.

También existe el delta coronavirus porcino, el tercer nuevo coronavirus en cerdos que provino de China en la última década, y se diseminó rápidamente una vez que llegó a los Estados Unidos en 2014. Este patrón de aparición y brotes de nuevos coronavirus en el ganado parece acelerarse, facilitado por las prácticas de confinamiento intensivo que resultan en miles de animales albergados en un ambiente cerrado.

El patrón de los nuevos brotes de coronavirus humanos también parece acelerarse pero, actualmente, ninguno de estos coronavirus porcinos emergentes parece poder infectar a humanos. Sin embargo, es necesario el monitoreo continuo de estos coronavirus porcinos, no solo por los cerdos sino por la salud pública, porque los coronavirus son conocidos por sus altas tasas de mutación y su recombinación, proceso en el cual los virus intercambian partes de su código genético para adaptarse mejor a sus portadores o encontrar nuevos. El hecho de que muchos coronavirus del ganado causen infecciones epidémicas persistentes aumenta la probabilidad de que aparezca un coronavirus mutante, con lo que llamamos un “rango de huéspedes extendido”, lo cual representa el potencial para invitar a la humanidad a la fiesta.

Para desencadenar una pandemia, primero el virus tendría que propagarse a los pulmones. La mayoría de los coronavirus en los murciélagos y en el ganado, hasta la fecha, han sido infecciones intestinales. La excepción es el virus de la bronquitis infecciosa (IBV, por sus siglas en inglés) en los pollos, el cual fue, en realidad, el primer coronavirus descubierto en 1931 y se convertiría en la causa principal de las infecciones respiratorias en los nueve mil millones de pollos criados anualmente para el consumo de carne en los Estados Unidos; pero prevalece en todos los países con producción avícola industrial, con tasas de infección que a menudo se acercan al 100%. Actualmente, sin embargo, la única manera con la cual se ha demostrado que éste causa enfermedades en mamíferos, es al inyectarlo directamente en el cerebro.

Pero con tantos coronavirus diversos, que circulan en tantas especies diferentes, se considera probable no solo si, sino cuándo, emergerá y explotará el próximo coronavirus recombinante en la población humana. Ya las crestas de los delta coronavirus porcinos, recientemente descubiertos, que han representado tan seria amenaza a la industria porcina, se pueden unir a los receptores no solo encontrados en los intestinos de los cerdos, sino en el tracto respiratorio de los humanos. Esta amplia interacción receptora de un coronavirus global emergente puede potenciar su diversa transmisibilidad entre especies. Ya sabemos que los delta coronavirus porcinos pueden infectar tanto las células humanas como las de los pollos en una placa de Petri y sabemos que pueden infectar a los pollos mismos; así como hay un coronavirus bovino en los terneros que puede infectar a los pavos, estos coronavirus saltan por todos lados. Y cuando lo hacen, lo más preocupante es que el delta coronavirus porcino, una vez que salta a los pollos, puede propagarse rápidamente del uno al otro.

De hecho, este nuevo estudio, publicado en febrero de 2020 en la revista Emerging Infectious Diseases del CDC, acaba de concluir que, dada la susceptibilidad de las células humanas a la infección por delta coronavirus porcino, debería investigarse por su riesgo a la salud humana por pandemia.

El coronavirus SADS también puede infectar células humanas en una placa de Petri y a ratones de laboratorio. De hecho, un equipo de investigadores concluyó en el próximo ejemplar de diciembre de 2022 de Journal of Virology que “dada la capacidad del coronavirus SADS de crecer eficazmente en líneas de células humanas, no deberíamos subestimar el riesgo de que este coronavirus, originado en murciélagos, pueda “saltar” de cerdos a humanos”.

En conclusión, los cerdos, no solo los pangolines, pueden actuar como huéspedes peligrosos para la generación de nuevos coronavirus con potencial de pandemia. Los coronavirus están emergiendo y circulando más en poblaciones de ganado en todo el mundo. Mientras más coronavirus haya mezclándose en más y más animales, mayor es la probabilidad de que se originen cepas con potencial de pandemia. Mientras las poblaciones mundiales de pangolines se reducen drásticamente, producimos y sacrificamos más de mil millones de cerdos cada año, aproximadamente la mitad solo en China, aumentando el espectro de que la próxima pandemia pueda emerger de animales domésticos en lugar de salvajes; un evento que ya pudo haber tenido lugar. La última pandemia por coronavirus pudo haber sido causada por el ganado. Espera, ¿la última pandemia por coronavirus? Escúchame.

Los coronavirus son la segunda causa más común del resfriado común. Hasta ahora, hemos descubierto cuatro coronavirus del resfriado humano, así que con estos suman siete coronavirus en total que pueden causar enfermedad humana: los seis mencionados aquí y COVID-19. Sospechamos que nos contagiamos de SARS por las civetas, de MERS por los camellos y el virus COVID-19, tal vez de los pangolines. ¿De dónde nos contagiamos con los cuatro coronavirus del resfriado común?

El origen de dos de los cuatro coronavirus leves sigue siendo un misterio, pero uno, llamado coronavirus humano 229E, fue rastreado hasta los camellos, y el otro, llamado OC43, hasta el ganado o los cerdos. Bien, si el salto del resfriado común de los camellos a los humanos pronostica el salto mortal de especies de MERS que mató a más de una entre tres personas, ¿podría el salto del coronavirus del ganado a los humanos presagiar también un brote mortal en humanos? Ya puede haberlo hecho.

Los denominados análisis del reloj molecular que datan la aparición del coronavirus humano OC43 sugieren que el coronavirus bovino, que causa ahora la llamada fiebre de embarque en el ganado, saltó a los humanos aproximadamente en 1890. De las vacas a los humanos en 1890. Es una sincronización interesante. Hubo una pandemia en 1890. Mientras se creyó que la pandemia de 1890 era influenza, el momento de la aparición del coronavirus humano OC43 llevó a algunos a especular que esta fuera, por el contrario, una transmisión de coronavirus entre especies similar a SARS o a COVID-19. Pero ¿tal vez solo sea coincidencia? Bien, no es solo por las fechas, pareció haber muchos síntomas neurológicos durante esa pandemia y eso es relativamente inusual en la influenza y más característico del coronavirus. Pero, para mí, la información más convincente, es el hecho de que esta enfermedad respiratoria, altamente infecciosa, causaba estragos en el ganado en los años anteriores a la pandemia, 1870 a 1890. Hubo operaciones masivas de sacrificio para erradicar la enfermedad que devastaba manadas en el ganado en todo el mundo; una enorme oportunidad para una gran exposición a la secreción respiratoria. 

Ahora tal vez nunca sepamos lo que causó la pandemia de 1890, pero podemos tomar medidas para prevenir las próximas. Y ese es un tema en el que me adentraré en mi nuevo libro (todas las ganancias que recibo son donadas a organizaciones benéficas).

Sí. Analizo cómo protegerte mejor, a tu familia y a tu comunidad de COVID-19, y también trato sobre la prevención de las pandemias. La mejor manera de sobrevivir una pandemia es no tenerla, en primer lugar.

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Créditos de la imagen: RachelKolokoffHopper vía Adobe Stock. La imagen ha sido modificada.

Nota del Doctor

Este es el cuarto video de una serie de 17 videos sobre COVID-19 y pandemias, aquí te dejo los primeros tres en caso de que te los hayas perdido:

Los próximos son:

Te recuerdo que tengo la serie completa (en inglés) disponible para descargarla gratuitamente en DrGreger.org 

Puedes ahondar un poco más en mi nuevo libro (disponible solo en inglés) How to Survive a Pandemic, en caso de que no lo sepas, todas las ganancias de las ventas de este libro son donadas a instituciones para la prevención de pandemias.

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

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