En 2012 se publicó un metaanálisis que relacionó el arroz blanco con la diabetes, especialmente en Asia. Incluso en los Estados Unidos, donde se come mucho menos arroz blanco, las investigaciones muestran que el consumo habitual de arroz blanco se asocia con un mayor riesgo de diabetes de tipo 2, mientras que el arroz integral es al contrario; esto todo teniendo en cuenta el estilo de vida y otros factores dietéticos como fumar, el ejercicio, o el consumo de verduras, carne y fruta. Los investigadores estimaron que reemplazar incluso un tercio de ración de arroz blanco con arroz integral podría disminuir el riesgo de diabetes un 16%. Desde la publicación de este metaanálisis, también se ha hecho un estudio en España que sugiere que el consumo de arroz blanco se asocia con un riesgo más bajo de diabetes. Sin embargo, era un estudio muy pequeño comparado con los otros, con solo cientos de personas y no miles. En España, el arroz se suele consumir en paella, que se suele cocinar con azafrán, una especia con estudios que indican que podría tener potencial terapéutico contra la diabetes. Además, en España, quienes consumen arroz suelen consumir más legumbres, que también parecen tener propiedades antidiabéticas. Esto es una muestra de lo difícil que resulta encontrar relaciones de causa y efecto con los estudios poblacionales, ya que no podemos controlarlo todo. Sí, podemos controlar el peso, fumar, alcohol, ejercicio, etcétera, pero quizá quienes son lo suficientemente inteligentes como para comer arroz integral, también lo son para ponerse el cinturón o el casco de bicicleta, instalar detectores de humo y evitar el bungee jumping. Lo que necesitamos es una manera de hacer estudios de intervención aleatorizados, en los que hacemos que personas pasen del arroz blanco al arroz integral y ver qué pasa. “Hasta entonces, el efecto de consumir arroz blanco en el desarrollo de la diabetes de tipo 2 no está del todo claro”. No teníamos ningún estudio así… hasta ahora.
Como muestro en mi video ¿Merece la pena cambiar de arroz blanco a integral?, unos investigadores hicieron un estudio en el que separaron a mujeres con sobrepeso en dos grupos: uno con una dieta para perder peso con una taza de arroz blanco al día, y otro con una taza de arroz integral. Las mujeres que comieron el arroz integral pedieron bastante más peso, especialmente en la cintura y las caderas, además de disminuir su presión sanguínea e inflamación. Descubrieron efectos similares en prediabéticos. Es posible que el arroz integral no solo ayude con la grasa abdominal, sino también a preservar la función arterial. Unos niveles altos de azúcar en sangre pueden endurecer las arterias, y cortar por la mitad su habilidad de relajarse en tan solo una hora; seas diabético, prediabético o no diabético. Aunque en los diabéticos, su función arterial disminuye y se queda baja. También sabemos que el arroz integral disminuye los niveles de azúcar en sangre mejor que el arroz blanco. ¿Puede ayudar a preservar la función arterial? En personas con síndrome metabólico, una hora después de comer arroz blanco, su función arterial disminuye, lo que no ocurre cuando comen arroz integral.
A pesar de todos los beneficios del arroz integral, los asiáticos suelen preferir el arroz integral, ya que suele ser más suave y suele saber mejor. Sin embargo, en un grupo de discusión con adultos chinos, los investigadores descubrieron que solo una minoría no había probado el arroz integral. “Antes de probarlo, la mayoría pensaban que era peor que el arroz blanco en sabor y calidad”. Así que los investigadores decidieron servirles un poco, y después de probarlo y aprender sobre él, la mayoría cambió de opinión.
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Un saludo,
Michael Greger
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