Enfermedades autoinmunes diferentes suelen atacar a órganos diferentes. Si nuestro sistema inmunológico ataca a las células que producen insulina en nuestro páncreas, podemos acabar con diabetes de tipo 1. Si ataca a la glándula tiroides, podemos terminar con hipotiroidismo. En la enfermedad autoinmune conocida como lupus, nuestro sistema inmunológico ataca al mismísimo núcleo de nuestras células, a menudo produciendo anticuerpos y atacando a nuestro propio ADN; así que el lupus puede dañar cualquier sistema de órganos y puede provocar todo tipo de complicaciones. Las mujeres tienen una probabilidad 9 veces mayor de contraerlo. Cientos de miles, o incluso millones, de estadounidenses sufren de esta temida enfermedad. Una de las manifestaciones más comunes que amenaza a los órganos es la inflamación de los riñones, que ocurre en prácticamente la mitad de los pacientes.
La inflamación de los riñones es también uno de los efectos más serios del lupus, bien por causa de la misma enfermedad o como resultado de la intensa toxicidad de los medicamentos inmunosupresores. Por ejemplo, los fármacos que se utilizan en quimioterapia, como Citoxan y ciclofosfamida, pueden tener efectos secundarios mortales que podrían incluir la leucemia y el cáncer de vejiga. Muchas mujeres pierden su cabello y se vuelven estériles permanentemente. Hay una necesidad desesperada de mejores tratamientos.
Afortunadamente, los hay, como enseño en mi video Combatiendo el lupus con la cúrcuma: tan buena como el oro. Según un estudio clínico aleatorio doble ciego y controlado por placebo, comer cúrcuma disminuye la proteinuria, la hematuria, y la presión sanguínea sistólica (las manifestaciones clínicas fundamentales) en pacientes que sufren recaídas o nefritis lúpica intratable.
El estudio miró la proteinuria, la pérdida de proteína en la orina, que se considera un pronóstico. En el grupo de control, tres personas mejoraron, tres empeoraron y el resto se mantuvo igual. En el grupo de la cúrcuma, uno empeoró, uno se mantuvo igual, pero el resto mejoró.
Hay que tener en cuenta que se habla de cúrcuma, la especia entera, no curcumina, que es una sustancia extraída usada a menudo en forma de píldora o suplemento. En un estudio seleccionaron a mujeres con lupus fuera de control y simplemente les dieron un cuarto de cucharadita de cúrcuma con cada comida durante tres meses. En mi supermercado local, eso serían unos 5 centavos por cada dosis, comparados con los 35000 dólares anuales por uno de los fármacos más modernos para el lupus. ¿Sobre cuál de los dos tratamientos imaginas que se informa a los médicos?
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Un saludo,
Michael Greger
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